NUEVE

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Fueron casi tres semanas de intentos por parte del mayor en acercarse al pequeño híbrido con el que ahora compartía su departamento hasta que, por fin, Changkyun comenzó a soltarse más y confiar en él lo suficiente para hablar sobre lo que le había ocurrido.

Changkyun le contó sobre su familia, sobre sus padres y como fueron asesinados por cazadores furtivos en busca de cachorros para el mercado negro de híbridos. Al momento del hecho, él tenía tan solo seis años. Mientras su padre se encargaba de distraerlos y alejarlos de su hogar, su madre lo protegió mientras corrían en dirección opuesta, posteriormente, fue ella quien también le obligó a huir cuando les tendieron una emboscada.

Aterrado y desorientado por todo lo sucedido, Changkyun llegó a la ciudad y estuvo deambulando por sus frías y sucias calles durante algunas semanas hasta que una pareja de humanos dio con él y lo acogieron en su casa. Sin embargo, ellos no fueron nada amables con el pequeño híbrido.

Fue durante su adolescencia, a sus diecisiete años, cuando Changkyun pudo escapar de ese lugar y regresó a las calles, sin esperanzas ni ahorros, sin saber qué hacer con su vida o siquiera tener un lugar a donde ir por ayuda. Meses después fue cuando se encontró, una noche particularmente dura para el jovencito, con aquel humano de cabellos rubios y ojos gentiles que no dudó en tenderle una mano desinteresadamente y, posteriormente, brindarle un techo donde vivir dignamente.

—Con el tiempo pude acercarme más a él —continuó Minhyuk, sintiendo el persistente nudo en su garganta al continuar su relato—. No fue nada fácil, Changkyunie siempre se tensaba o comenzaba a temblar cuando estaba cerca. Se ponía a la defensiva fácilmente y hasta evitaba cualquier contacto o situaciones que le estresaban demasiado, hasta que comprendió que en verdad buscaba ayudarle y no le pasaría nada malo a mi lado... —dejó salir un suspiro pesado y triste antes de continuar—; él no logra comprender del todo su parte animal, nadie nunca le explicó de ella y él no sabe cómo controlarla. Unas cuantas semanas después de haber llegado, Contacté al doctor Hwang por medio de un amigo mío que también convive con un híbrido y llevé a Changkyunie para unas cuantas revisiones, quería asegurarme de que no tuviera nada grave y pudiera tener una vida lo más normal posible... Sin embargo, el doctor me notificó eso y que, además, al ser ya casi adulto, era demasiado tarde.

DoDo, lejos de mostrarse aburrida o desinteresada en lo que le contaba, volvió a darle un cálido apretón de aliento en su mano, esperando pacientemente a que continuase su historia.

—No podía rendirme con él, no luego de lo que había vivido, así que intenté ayudarle a aceptar su otra parte. Le di todo el cariño que necesitaba, quizás un poco de más, le aseguré que era perfecto así tal cual era, también le enseñé a leer y escribir. Luego quiso comenzar a estudiar por su cuenta y acceder a ello, Changkyunie es tan inteligente y aplicado, nunca falta a sus clases particulares, es tan dulce y bueno... —Notó como sus lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas y guardó silencio un momento, demasiado afectado para continuar siquiera.

—Debió de ser realmente duro para Changkyunie —dijo ella mientras se sacaba sus propias lágrimas discretamente del rostro—, Pero se encontró con una persona verdaderamente maravillosa en el camino.

Minhyuk alzó la vista y se encontró con una cálida sonrisa que le hizo derretir. Sin darse cuenta, le devolvió el gesto y asintió con la cabeza levemente.

No hubo mucho más para hablar, prefirieron simplemente terminar allí y disfrutar lo que les quedaba de la merienda. Tiempo después, DoDo ya debía de retirarse por lo que ambos se acercaron a la barra donde Chankyun se encontraba leyendo cómodamente para despedirse.

Café, caricias y ronroneos II WonkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora