Hoseok se encargó de mostrarle cada rincón de su hogar al híbrido. La habitación de huéspedes que le había preparado era un lugar agradable, espacioso y con un leve aroma a vainilla que le llamó la atención al menor, pero no dijo nada y agradeció por su hospitalidad y el que ayudara con traer sus cosas hasta la habitación.
Una vez relativamente instalado, Hoseok le mostró el baño y donde estaban las toallas para que pudiera asearse y ponerse cómodo mientras él preparaba algo rápido para cenar. Brevemente le preguntó por comidas favoritas y cosas prohibidas de consumir, ya que desconocía un poco acerca del tema, y luego se despidió para darle su espacio.
Changkyun dejó salir un nervioso suspiro antes de meterse al baño a intentar calmarse con una ducha tibia que relaje sus hombros.
—¿Todo en orden? —dijo Hoseok, tiempo después, cuando vio al híbrido ingresar al comedor donde él se encontraba alistando todo sobre la mesa.
El menor, quien venía secando cuidadosamente sus cabellos y orejas con la toalla que le había prestado el mayor, asintió ligeramente con la cabeza a modo de respuesta y perdió un poco el equilibrio con aquel movimiento. Rápidamente, dos manos firmes le tomaron por los hombros con gentileza para estabilizarlo, sintiendo la vergüenza invadir su cuerpo, Changkyun se quitó la toalla de encima y se encontró con la cálida mirada del pelinegro, demasiado cerca para su gusto y conteniendo la risita.
—Puedes darme eso —dijo entonces, refiriéndose a la toalla húmeda entre sus manos. Changkyun se la dio con un tímido gesto y desvió un poco la mirada—. Ya regreso, ponte cómodo... —agregó luego, perdiéndose por el pasillo en dirección a otra parte.
El híbrido todavía sentía sus mejillas arder por la anterior escena y podía sentir su corazón agitarse dentro del pecho. Aquel gentil toque le había producido cosquillas de cierta manera.
Varios minutos después, ambos se encontraron cenando cómodamente en la mesa que había preparado previamente Hoseok. Changkyun agradeció y elogió la cena hecha por el mayor y él simplemente sonrió enternecido.
—Kyunie... —le llamó Hoseok, captando su atención de inmediato—. Todo esto fue muy de improviso pero, ¿Has pensado en cómo harás con tus clases y demás horarios? —continuó, esperando luego por una respuesta del menor quien justo estaba tomando un poco de agua.
—Las clases siempre son en la casa de mi tutora, por lo que no cambia mucho el estar aquí o en mi casa... —respondió el menor, encogiéndose ligeramente de hombros.
—Oh, ya veo. Entonces puedo llevarte si así lo quieres... —dijo Hoseok, pero Changkyun negó con un leve movimiento de cabeza.
—No será necesario, ella vive a unas calles de aquí, puedo ir caminando así no pierdes el tiempo.
Hoseok frunció un poco el ceño ante su respuesta y se le quedó mirando atentamente.
—No me es ninguna molestia darte un mano, peque, lo sabes.
Changkyun le dedicó una tímida y pequeña sonrisa con hoyuelos.
—Lo sé y te lo agradezco —dijo él.
Tras terminar de cenar, Changkyun se ofreció a lavar los trastes y levantar la mesa mientras el mayor se ocupaba de unos asuntos del trabajo en la sala. Habiendo terminado con todo en la cocina, el híbrido le avisó y Hoseok se metió a bañar enseguida.
Quedando nuevamente solo, Changkyun aprovechó aquel momento, se despidió del pelinegro y se retiró a su habitación para terminar de acomodar todas sus pertenencias en los lugares correspondientes. Cuando todo estuvo en orden y ya no tenía nada por cambiar, se dejó caer sobre la amplia cama exhalando el aire de sus pulmones con un pesado suspiro de cansancio. Se estiró en busca de su teléfono hasta dar con el y luego procedió a buscar el contacto de Minhyuk para llamarle, tal y como habían acordado antes.
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Café, caricias y ronroneos II Wonkyun
FanficChangkyun es un tímido y callado híbrido de gato, su dueño, Lee Minhyuk, es dueño de un acogedor Café a pocas calles del centro; ambos pasan sus días atendiéndolo y el minino hace su mayor esfuerzo por ayudarle. Lee Hoseok es un cliente recurrente d...