Café, caricias y ronroneos II Wonkyun

DIECISÉIS

La noche de Minhyuk tampoco había sido de las mejores de su vida.

El departamento de Hyunwoo era agradable y cómodo, ya lo conocía de otras veces que había visitado a su amigo y hasta se había quedado alguna que otra vez, sin embargo, esta le resultó un tanto diferente, se sentía un tanto solo... e inconscientemente, todavía seguía preocupado por su pequeño, a pesar de la breve conversación que habían tenido antes de irse a dormir.

A la mañana siguiente, Minhyuk se despertó media hora antes de que su despertador siquiera sonará, y resignado, se metió pronto a bañar para alisarse rápido.

Luego de hablar con Changkyun, Minhyuk recibió una inesperada llamada por parte de DoDó quien, luego de disculparse con él por llamar tan tarde en la noche, le explicó que había tenido una jornada laboral un tanto ajetreada y que prefirió directamente llamarle para conversar y acordar sobre su encuentro de ese día antes que responder los mensajes que Minhyuk le había dejado en su kakao.

Él se sintió un poco nervioso al escucharla hablar durante los primeros minutos de conversación pero, con el pasar de los minutos, se relajó y disfrutó más de aquel intercambio de palabras entre ellos. Luego de un tiempo, acordaron lugar y horario para el desayuno que tenían programado y, a pesar de que DoDó se negó, Minhyuk siguió insistiendo para pasar a buscarla a su casa, y ella terminó por aceptar dejando salir una risita por su actitud tan caballerosa.

Minhyuk contaba con auto propio, el cuál no solía utilizar tanto ya que el café se encontraba a pocas calles de su departamento, sin embargo, al Hyunwoo encontrarse más lejos de su zona residencial, prefirió llevarse el vehículo con él para poder trasladarse más cómodamente.

En ese preciso instante, él se encontraba ya dentro del mismo, estacionado en frente del bloque de edificios donde DoDó le había dicho que vivía, por lo que, luego de enviarle un mensaje avisando de que estaba abajo, se dedicó unos cuantos minutos a navegar en sus redes sociales mientras esperaba por ella para, de esa manera, calmar un poco los repentinos nervios que había comenzado a sentir.

Lo cierto era que, minutos antes de salir del departamento donde se estaba quedando, Minhyuk tuvo la grandiosa idea de mirar los estados que ella había subido esa misma mañana, y se encontró con una foto de como iba vestida para su encuentro casual, por lo que, el solo pensar en esa foto, era motivo suficiente para que su corazón se agitara dentro de su pecho por la emoción.

Saltó en el lugar y casi dejó caer su teléfono entre sus dedos cuando unos suaves golpecitos en el cristal del lado del acompañante le sobresaltaron. Giró su rostro rápidamente para encontrarse con Dodó sonriéndole con ternura antes de adentrarse más en el vehículo y sentarse en su asiento.

—Buenos días, cariño —dijo ella, todavía con aquella sonrisa en sus bonitos labios.

Minhyuk primero balbuceó algunas sílabas indescifrables, abriendo y cerrando sus labios como si de un pez se tratara y luego recuperó su compostura, devolviéndole el gentil saludo con tono entre tímido y avergonzado, por lo que recibió una pequeña risa de su acompañante como respuesta.

Unos minutos después, emprendieron viaje hacia el destino que habían decidido previamente, y comenzaron una cómoda y agradable conversación sobre su semana y de lo que deberían encargarse para la próxima que comenzaría. Minhyuk aprovechó el momento para detallarle su situación actual y volver a pedir disculpas por el malentendido entre ellos, a lo que DoDó simplemente río y desestimó el asunto con un suave movimiento de una de sus manos para luego consultar acerca de su pequeño paciente y Minhyuk le contó sobre la conversación que habían tenido la noche anterior.