La Sombra De Tu Amor

Capítulo 8

ITZIEL☪

•¡UNA SEMANA DESPUÉS!•

—¡Eres una diosa! —exclama, Freimy mientras lo cabalgó como si no hubiera un mañana... Como ustedes comprenderán en algunos algunas veces necesito drenar un poco de la tensión sexual que se acumula en mi cuerpo, sobre todo después de pasar mis épocas de celos, sola (no quiero estar con nadie). Aunque desde que mi mate murió mis épocas de celos han sido pocas, pero aun así, necesito de vez en cuando darle a mi cuerpo lo que pide, aunque Aisha no esté muy de acuerdo con que lo haga. Siempre que tengo este tipo de encuentro con Freimy (solo con él lo he tenido desde mi mate) ella se queda en completo silencio... —¡Por la diosa luna, mujer! —exclama cuando subo hasta sacar casi por completo su polla de mí, para luego bajar de golpe. Estoy a punto de correrme y él lo sabe, ya que me sujeta la cadera con posesividad.

—¡Aaaaahs! —jadeo fuerte cuando gira sobre la cama y me deja a mí debajo de él, mientras arremete con fuerza dentro de mí —¡Maldición! —exclamó cuando lleva una de mis piernas a su hombro, logrando así llegar más profundo dentro de mí... ¡Mierda!, si sigue así me correré más pronto de lo que tengo planeado.

¡Cielos! Sus embestidas son brutales, embiste dentro de mí como si su vida dependiera de ello. La verdad hay que decirla y es que es un excelente amante. Él sabe muy bien dónde y en qué momento tocar para hacerte enloquecer de placer. Es un excelente amante y de eso no hay dudas, lástima que yo esté tan vacía por dentro que no me queda nada para darle a nadie. Incluso a él que es un hombre tan maravilloso, que comprende y comparte mi dolor. Si no fuera porque soy quien soy, diría que pudiera existir la posibilidad de algo bonito entre nosotros, pero estoy tan vacía por dentro que ni siquiera puedo sentir amor por mí misma, mucho menos por alguien más. Además, ya no hay esperanza en el amor para mí, cuando encontramos a nuestro mate es para toda la vida, por eso cuando muere también nosotros. El dolor agonizante nos mata a los pocos días. Por esa razón estoy segura de que no hay posibilidad de que exista algo entre él y yo. Y el hecho de que no me haya muerto con mi mate, no significa que tendré otro mate o que tendré algún día esperanza en el amor, porque les aseguro que eso no es así.

Algunas veces me pregunto ¿Por qué no rechace a Dominik? ¿Por qué no rompí el vínculo en cuando supe lo frágil que él era? ¿Por qué lo marqué como mío? ¿Por qué lo reclamé? ¿Por qué diablos lo hice, si sabía las consecuencias? ¿Por qué no fui valiente y lo rechacé? El dolor habría sido agonizante durante algunos días, pero lo hubiera preferido mil veces, a sentir el dolor que siento ahora. Dominik está muerto y eso es mi culpa, yo lo condené a muerte en el momento en que sus ojos se cruzaron con los míos, y les juro por la diosa luna que ningún otro dolor se compara al dolor que siento por la culpa. El dolor que siento por la pérdida de mi mate me taladra el pecho cada segundo del día, pero el que siento por la culpa de su muerte me taladra el alma cada milisegundo del día. Este dolor es parte de mí y aunque cada día consuma un poco de mí, debo de aprender a apreciarlo y convivir con él, porque me acompañara hasta el último de mis suspiros.

—¿Qué pasa? —pregunta prácticamente en un grito cuando me lo quitó de encima antes de que termine.

—Lo siento, no puedo seguir —digo poniéndome una bata. No puedo tener sexo con él después de pensar en Dominik y mucho menos llegar al orgasmo después de hacerlo, simplemente no puedo. No soy tan zorra, soy una bestia, sí, un animal salvaje también, una asesina sanguinaria, por supuesto, pero soy incapaz de acostarme con ningún hombre, pensando en otro y mucho menos cuando ese otro es el amor de mi vida y se merece toda mi fidelidad... —Reúne a los chicos en el gimnasio —digo como si no lo acabará de dejar con una erección que debe de estarle doliendo horrores y esos sin contar la frustración —Voy en un segundo —sigo hablando mientras ignoro su mirada de enojo y confusión.