La Sombra De Tu Amor

Capítulo 20

ITZIEL☪

No puedo creer que tenga a su ex prometida viviendo con él ¿Qué Diablos hace ella aquí? ¿Por qué está viviendo con él? ¿Por qué él la tiene aquí viviendo con él? ¡En mi castillo! Es mío al igual que él y solo yo tengo derecho a vivir en él y con él.

«Mátala, Itzi» pide, Aisha con enojo, ira, tristeza y dolor. Los mismos sentimientos que yo estoy sintiendo en este momento y no porque ella sea su ex prometida, porque le haya salvado la vida, porque la haya convertido en vampiro o porque este teniendo sexo con ella, sino porque la tiene viviendo aquí con él, porque la trajo a mi castillo y según lo que ella dijo la trajo como su mujer. Solo una mujer herida reaccionar de la forma en la que ella lo hizo y eso solo me indica que se acuesta con él básicamente desde que la convirtió y eso me duele y mucho. Porque para que una persona dure un siglo acostándose con otra es porque hay un sentimiento dentro hacia la otra persona y el saber que él estuvo dispuesto a casarse con ella me ha dolido y mucho más... «Matémosla, Itzi» vuelve a pedir y yo la ignoro, mientras trato de controlar mi rabia.

Aunque yo no soy nadie para juzgarlo, criticarlo y mucho menos pedirle explicaciones. Hasta hace unas semanas no sabíamos de nuestra existencia y yo estaba acostándome con Freimy. Es ilógico pensar que él no iba a tener con quien satisfacer sus necesidades. Es un ser humano (por así decirlo) y tiene necesidades, su cuerpo necesita liberar adrenalina tal y como yo necesitaba liberar la mía. Así que no puedo juzgarlo, aunque eso no quita que no me duela o no sienta celos porque la perra esa estaba viviendo aquí con él.

—Envíame la factura por Gmail —dice mientras la zorra he sacada del despacho por, Franco. Mientras nos amenaza y a todo el universo con nosotros. Como dije solo una mujer herida reaccionar como ella lo ha hecho ante la presencia de otra cerca de su hombre.

—Ahora si —digo alejándome de él, ya que su cercanía me abruma, además su ropa tiene el aroma de esa zorra impregnado en ella, lo que quiere decir que la estuvo abrazando y eso me causa mucha rabia y dolor —Me dices ya ¿Quién era? ¿Qué significaba realmente en tu vida? ¿Tus razones sinceras para traerla a vivir aquí contigo? ¿Y hasta dónde llegaron las cosas entre ustedes? Y no hablo de hace un siglo, hablo de ahora, porque para que estuviera así algo debió de haber pasado entre ustedes mientras han estado aquí —preguntó controlarlo a Aisha, que solloza de dolor por sentir el aroma de otra en su mate ―Habla, Sahamedi ―pido a punto de perder la cabeza —Dime ¿Hasta dónde llegaron las cosas con ella? Y no hablo de hace un siglo —aclaro, porque lo que paso entre ellos en esa época nada tiene que ver conmigo, pero lo que si tiene que ver es el hecho de que ella está viviendo aquí con él y que su aroma está impregnado en su ropa... —Hablo de ahora, porque para que estuviera así algo debió de haber pasado entre ustedes mientras han estado aquí y nuevamente, no hablo de meses atrás, hablo de la semana pasada —el solo hecho de pensar que pudieron haber tenido sexo en la misma cama donde dormíamos abrazados, me causa mucho dolor —Habla, Sahamedi ¡Por la diosa luna! —exijo cuando se queda callado —Mejor hablamos después —digo saliendo del despacho. Todo el maldito lugar huele a ella y eso me está volviendo loca, igual que a Aisha.

—Itzi, no, espera —pide saliendo detrás de mí —Hablemos, nena.

—En este momento no podemos hablar nada. Estamos muy molestas contigo, Aisha me está volviendo loca porque llevas el aroma de ella impregnado en tu ropa y yo estoy muy molesta y frustrada contigo porque llevábamos una semana encerrados en tu cuarto y no me dijiste que tenías a tu ex prometida o amante viviendo aquí contigo.

—¡Ella no es mi amarte! —exclama casi en un grito y yo lo miro incrédula. Eso no se lo cree ni su madre y mira que las madres siempre creen en sus hijos, pero el que ella no haya sido su amante no se lo creería ni su madre si aún continuara viva.