ITZIEL☪
•¡AÑO 1970!•
«Itziel; corre mi niña, corre y nunca pares de correr»
Esas fueron las palabras de mi madre antes de morir y ciento veinte años después sigo escuchando esas palabras retumbar en mi cabeza como si las estuviera escuchando en este preciso momento. Corre y nunca pares de correr fueron las últimas palabras que me dijo mi madre cuando apenas tenía diez años y ciento veinte años después sigo corriendo por mi vida, pero resulta agotador correr de un lado a otro para ocultarte de tu familia, de tus reinos. Reinos que te pertenecen por legítimo derecho y familia que juraron lealtad a su legítimo gobernante. Cosa que como comprenderán no paso con mi madre y mucho menos conmigo que soy su legítima gobernante.
Mi madre era la reina alfa ¡Sí! Mi madre era la reina de todas las manadas del mundo. A ella era que acudían cuando tenían un conflicto que no podían resolver y debo decirles que lo hacía muy bien. Cuenta la leyenda que durante mil años no existió una monarca más justa y sabía que mi madre, pero que cometió el pecado más grande que un lobo puede cometer ¡Se enamoró de un vampiro! Y esa fue su condena a muerte ¡Amar a mi padre, (aun cuando era el amor más puro que un ser vivo podía sentir), fue su sentencia de muerte!
Mi padre era el rey de los vampiros, que al igual que mi madre era un monarca justo y con un corazón cálido (a pesar de ser de sangre fría y de que su corazón no latía) y con un sentido de la lealtad que muy pocas especies tenían. Al igual que mi madre su único pecado fue haberse enamorado de ella... ¿Cómo luchar contra algo que es tu destino? ¿Cómo luchar contra lo que se destinó para ti desde antes de tu nacimiento? Es imposible ¿Verdad? Es lo mismo que pensaron ellos al conocerse. Su naturaleza los obliga a matarse mutuamente, pero también lo obligó a amarse eternamente.
La diosa luna los destino como almas gemelas y a pesar de que ellos trataron de evitar que sus almas se amaran no pudieron hacerlo. Él era el mate de mi madre, su loba interna lo reclamó como suyo y ningunos de los dos podía luchar contra eso. Ella era su alma gemela, la persona destinada para él y él no tuvo las fuerzas suficientes para luchar contra su destino ¿Cómo luchar contra un sentimiento tan grande como lo es el amor? ¿Cómo luchar contra algo que está predestinado para ti? Eran almas destinadas a estar juntas, su destino los predestinó para estar justo el día de su nacimiento y aunque fueran arrancadas de sus cuerpos seguirían amándose ¡Ellos eran almas predestinadas! Y contra el destino, no se lucha, no se pelea, no se impone, porque contra la corriente no se puede nadar. Sobre todo si esa corriente se llama ¡Destino! Tarde o temprano te arrastra a lo profundo del abismo, sobre todo si es tú destinos caer en él.
Contrario a lo que muchos piensan y a los seres humanos, los vampiros y los hombres lobos una vez que se enamoran lo hace para siempre. No hay forma de evitar que eso suceda una vez que encuentra a la persona destinada para ti, sin importar si es una mujer lobo, un vampiro, una ninfa o un simple humano (como lo es mi mate). Una vez que encuentras a esa persona tu vida y la de ella se anclan de tal manera que ningunos de los dos se puede soltarse, aunque peleen con todas sus fuerzas para hacerlo. Por eso mis padres no pudieron hacer nada para evitar enamorarse, al contrario. Mientras más luchaban, más se enamoraban. Así que dejaron de luchar y se rindieron ante ese amor tan inmenso que los dominaba.
Mi madre era una mujer lobo, mi padre un vampiro y yo... Soy una híbrida. Mitad lobo, mitad vampiro, lo mejor de ambas especies, pero una abominación para ambas. Puedo sobrevivir comiendo carne, sangre o comida normal y corriente como los humanos y creo que eso es lo que me ha facilitado seguir manteniéndome oculta durante tantos años. Mi madre antes de morir mandó a hechizar un collar para mí, dicho collar cubre mi olor de los vampiros y los lobos. Pueden estar a centímetros de mí y no podrán olfatear mi olor, pero yo el de ellos sí. Yo sí puedo mirarlos a los ojos y decirle con la mirada todo lo que me gustaría hacerle y el cómo me encantaría matarlos. Mataron a mis padres cuando apenas tenía diez años y de no haberme escondido bien y tener mi collar me hubieran matado a mí también. Durante ciento quince años no pensé en otra cosa más que en vengarme. En mi corazón no había más que odio, venganza y rencor. Lo único que quería era matarlos a todos, pero encontré a mi mate y todo cambio.
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La Sombra De Tu Amor
Kurt Adam¿Qué pasa cuando dos seres que deben odiarse por naturaleza, se enamoran y se aman con la misma fuerza de esa naturaleza? Peor aún ¿Qué pasa cuando dos siglos después se repite la misma historia, pero esta vez con protagonistas diferentes? Yo sé el...