La Sombra De Tu Amor

Capítulo 23

ITZIEL☪

—Regresó de inmediato —dice, sacándome de mis pensamientos. La verdad es que en serio no me gusta que entre a ese cuarto, no después de saber que durmió en esa cama, en ese cuarto con la zorra esa y sé que suena loco e ilógico tener ese tipo de sentimientos, cuando hace apenas una semana que dormí plácidamente en ese cuarto y en esa cama sin sentir su aroma siquiera. Y después de que me enteré de que estuvo con ella ahí, pues, no, no se siente cómodo. No sé, pero no me gusta.

«¡Zorra desgraciada, la voy a matar!» exclama, Aisha con una furia y una rabia descomunales, tomándome totalmente por sorpresa, ya que hace un segundo estaba ronroneando de placer.

{Tranquila, Aisha ya se fue} digo tratando de controlar su rabia. Estoy algo débil debido a que acabamos de hacer el amor como por sexta vez en lo que va del día y no nos hemos alimentado como se debe durante una semana completa, la misma semana que llevamos aquí encerrados haciéndolo como locos. La poca sangre que he tomado ha sido la suya cuando abro sus labios con mis colmillos y el igual, así que técnicamente no he tomado nada y si, Aisha quiere transformarse, lo hará sin que yo pueda impedírselo.

«No, Itzi la zorra, esa se atrevió a regresar, huele» me pide y agudizo mi olfato para darme cuenta de que sí huele a ella. Su aroma y su perfume de zorra barata me enloquece «¿Cómo se atrevió a regresar?» pregunta gruñendo con ira y la verdad es que no lo sé. Franco la sacó de aquí como la perra que es y no sé cómo se atrevió a regresar después de eso. Por lo sutil que es su aroma puedo deducir que aún no está dentro del castillo, por eso no la olfatee antes, pero cada vez se hace más fuerte, lo que quiere decir que no tardará en entrar y en cuanto lo haga le arrancaré la garganta... «La cabeza es lo que le arrancaré» dice gruñendo y concuerdo con ella.

—Aisha, no me gruña —pide sacándome de mis planes de asesinato en contra de la zorra de su ex. Aún me sorprende el hecho de que escuché los gruñidos de, Aisha, digo algunas veces gruñimos al unísono y siendo así cualquiera puede escucharlo, pero él es capaz de escuchar sus gruñidos aun cuando no son audibles para nadie más y después de que hicimos el amor por primera vez es peor, pero aun así me sigo sorprendiendo.

—No te gruñe a ti —digo sintiendo la misma rabia de, Aisha recorrer todo mi cuerpo —Le gruñe a la zorra esa que aún anda por aquí —digo parándome de la cama como resorte.

—No, bonita, estás confundida, ella ya se fue —dice tratando de calmarme, mientras se pone una bata y yo hago lo mismo.

—Sí, se fue, pero regresó —digo poniéndome una bata igual. Siento una rabia descomunal recorrer todo mi cuerpo, pero no permito que nublé totalmente mis sentidos, por lo cual no voy a salir desnuda del cuarto, nunca lo haría, aunque no me avergüence de mi cuerpo, ni sienta pena al mostrarlo. Pero creo que al Rey no le gustaría para nada que mi trasero esté a la vista de todos, así como a mí tampoco me gustaría que le muestre su cosa a nadie... —Si no me crees, huélela —digo cuando noto sus dudas.

—Tranquila —dice cuando percibe su aroma —Veré qué está pasando aquí.

—No te preocupes, yo me encargo y si la encuentro te juro por mi vida que le arrancaré el corazón —salgo del cuarto como alma que lleva al diablo y en el primer lugar en el que la busco es en el cuarto que ocupaba, pero no está aquí.

—Itzi, espera —dice deteniéndome cuando entro al siguiente cuarto para buscarla. Por suerte ambos somos vampiros, porque de no ser así no me hubiera alcanzado nunca —Primero ponte esto —me muestra el amuleto y aunque lo estoy viendo en su mano, las mías viajan automáticamente a mi cuello para darme cuenta de que efectivamente no está ¿Cómo se me pudo haber caído? Nunca se me había quitado, ni siquiera en mis batallas más difíciles y no entiendo cómo se me pudo haber caído sin que me diera cuenta... —Se te callo al salir del cuarto —dice poniéndomelo —El nudo se le soltó, pero ya está bien —termina de ponérmelo y se para frente a mí —Ahora respira profundo y cálmate —no entiendo ¿Cómo me puede estar pidiendo que me calme, cuando su ex amante anda por aquí?...»