La Sombra De Tu Amor

Capitulo 5

SAHAMEDI☪

•¡MESE DESPUÉS!•

Si me hubieran dicho hace algunos meses que estaría vivo y viendo como el amor de mi vida se casa con otro me hubiera reído en sus caras. Sinceramente, cuando acepté el trasplante de corazón lo hice porque creí que no iba a sobrevivir, sinceramente pensé que iba a morir en la operación o semanas después, pero no. Han pasado cuatro meses desde mi cirugía y este corazón late fuerte y con ganas de vivir. En cuanto desperté después de la cirugía, pregunte por los familiares del donante para darle mis condolencias, pero no sé si fue por petición de ellos, por políticas del hospital o porque de verdad nadie sabía nada de ellos ¡O yo qué sé! Solo sé que sea lo que sea nadie sabe nada de mi donante, ni sus familiares. El doctor dice que el donante no tenía familia y que por eso él decidió usar sus órganos. Sinceramente, no le creo, pero ¿Qué más puedo hacer? No tengo ni la más remota idea de a quién podría pertenecer mi corazón, además seamos sinceros ¿Qué les voy a decir a sus familiares? ¡Oigan me llamo Sahamedi y tengo el corazón de su ser querido! Eso no se oye bien y creo que se sentirá peor para ellos. Así que mejor deje de preguntar y me dedique a trabajar.

Mis padres eran dueños de un pozo de petróleo y ahora el dueño soy yo, y aunque no sabía de su existencia (me enteré hace un mes) y tampoco sé cómo sacarlo adelante lo voy a hacer, porque eso es lo que ellos hubieran querido. Dios me dio una segunda oportunidad y ni siquiera sé por qué, porque créanme que no soy merecedor de ella, pero me voy a aferrar a ella con uñas y dientes y voy a pelear con todas mis fuerzas para ser merecedor de ella...

—¡QUE VIVAN LOS NOVIOS! —grita alguien sacándome de mis pensamientos y recuerdo por qué estoy aquí. Vine a ver al amor de mi vida casarse con alguien más ¡Sí! Dilcia se casa hoy y tuvo la gentileza o el descaro de invitarme a su boda. Sea lo que sea lo vi como una ofensa hacia mí, ya que nuestra relación era una relación de años y aun así me dijo que no cuando le pedí matrimonio y a él (quien cabe destacar es un político muy adinerado), le dijo que si y se casó a los tres meses de conocerlo ("supuestamente"). No quiero pensar mal, pero sus actos hablan por sí solos y algo me dice que estaba jugando con los dos o solamente conmigo. Como sea que haya sido. Ella se está casando con otro y yo estoy escondido entre las sombras como un vil ladrón esperando a que ella salga del brazo de su ahora esposo. Soy un tanto masoquista, lo sé, pero tengo que verla casada para poder sacarla de mi mente y dejar de pensar en ella.

La amo y me dolió su rechazo, pero me dolió más saber que se casaba y por eso he decidido venir a presenciar su boda y quizás así deje de doler. Una forma de superar tus miedos es enfrentándolos. Solo cuando los tengas frente a frente sabrás lo valiente que eres y qué tan fuerte eres como para superarlo. O los superas o te mueres del miedo, pero si eso no pasa en los primeros minutos, felicidades eres muy valiente y puedes superarlos... «Felicidades, Sahamedi» dice mi conciencia con ironía y yo sonrió levemente con esa misma ironía. El amor de mi vida acaba de salir de la iglesia del brazo de su esposo y no me he muerto. Ahora lo está besando y aún sigo vivo. Así que sí, soy fuerte, valiente y puedo superarlo ¡Ya sobreviví a verla casada, del brazo de su esposo y besándolo! Así que... «¡Bravo, Sahamedi!», me felicito a mí mismo con una mezcla dolorosa de sentimientos dentro de mí.

—VIVAN LOS NOVIOS —vuelve a gritar alguien y yo sonrió con tristeza deseándole mucha felicidad. Me doy la media vuelta y me alejo de ese lugar dejando parte de mí en él.

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•¡HORAS DESPUÉS!•