Capítulo 33

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ITZIEL

•¡UNA SEMANA DESPUÉS!•

—¿Estás bien? —pregunta Victoria, mientras prepara todo para el ritual ¡Mi boda!, de esta noche.

—La verdad es que no lo estoy —admito sincera. En las últimas semanas, he descubierto más de mí, de mi historia, de mis antepasados, de mi gente ¡De mis padres!, de lo que he descubierto en el último siglo. He aprendido más de mí misma en las últimas semanas, de lo que he aprendido en toda mi vida y lo peor o mejor, (ya ni siquiera sé), es que realmente me siento en paz. Digo, mi cabeza da vueltas y tengo miles de pensamientos amontonándose en ella, pero mi alma está en paz por todo lo descubierto. Todo me ha ayudado a comprender todo lo que paso antes y lo que me está pasando ahora. Así que sí, mi cabeza es un caos, pero estoy en paz con todo lo que ha pasado y a decir verdad, nada de lo que haya pasado antes me importa mucho.

Y si es cierto que hay algunos cabos sueltos o preguntas sin respuestas de mi pasado, pero no me voy a preocupar por obtener esas respuestas o atar esos cabos, porque he aprendido que en esta vida no todos los cabos se atan y no todas las preguntas tienen respuestas. Algunas veces hay preguntas que no tienen respuestas, que no hay que buscarle un porqué, que simplemente hay que dejarlas en el aire y punto. Por esa razón en este momento solo tengo tres objetivos en la mira. ¹ Casarme con mi alma gemela. ² Destruir al consejo y acabar con esta guerra absurda entre especies. ³ Pasar el resto de mi vida junto a mi esposo liderando con amor, respeto, solidaridad, imparcialidad, equitatividad, consideración e igualdad, sobre todo igualdad.

Cuando sea coronada como la regina alfa suprema, velaré hasta el final de mis días para que todas las especies tengan igualdad y sean felices con sus parejas destinadas. Así sean vampiros con hombres lobos, hombres lobos con hombres ninfas, ninfas con ogros o sirenas con humanos ¡Quienes sean! Yo no me opondré a que sean felices, sin importar las especies que sean... Además, voy a escoger a los nuevos miembros del consejo y a mandar a construir un nuevo castillo para ellos... Puedo gobernar sin ellos, pero prefiero tener a un miembro de cada especie cerca para hablar en nombre de los suyos. Tenemos que dialogar sobre nuestros problemas y llegar a una solución. Por esa razón necesito un nuevo consejo, para poder resolver nuestros problemas de forma pacífica, pacífica, justa, equitativa y de la mejor manera para todos.

—Pero prometo que lo estaré —digo saliendo de mis pensamientos, sabiendo que lo estaré.

—Claro que sí, sobre todo ahora.

—¿Por qué lo dices? —pregunto mirándola fijamente.

—Cierra los ojos y deja que Aisha, escuche.

—¿Qué...?

—Cierra los ojos y deja que escuche —ordena interrumpiendo mis palabras. Así que obedezco, con algo de duda, pero lo hago.

{¿Cachorro?} le preguntó a Aisha, cuando escuchó un latino anormal dentro de mí. Es sutil y superficial, pero ahí está.

«Cachorros» susurra liberando hormonas de felicidad, demasiadas hormonas para mi gusto.

—¡Por la diosa luna! —exclamó en voz alta cuando comprendo lo que está pasando ¡Estoy embarazada! ¡Estoy embarazada! Y no de uno, sino de dos ¡Dos! ¡Por la diosa!

—¿Qué pasa? —prácticamente grita Sahamedi, entrando al cuarto como rayo —Sentí la euforia de Aisha —dice mirándome de arriba, abajo —¿Estás bien? ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? —hace una pregunta detrás de la otra, sin darme tiempo a reaccionar para responderle la primera y es que... ¡Por la diosa luna! Estoy embarazada y no de uno, sino de Dos ¡O sea, dos!

La Sombra De Tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora