La Sombra De Tu Amor

Capítulo 9

ITZIEL☪

Salgo de la ducha y ni me preocupo por ponerme nada más que una bata de dormir encima. Ya anocheció, debo dormir y prepararme para la batalla. Al amanecer atacaremos y necesito estar repuesta, ellos no me estarán esperando y al amanecer serán más vulnerables. Normalmente, dormimos por el día y por las noches cazamos, salimos de fiesta, caminamos por las calles, mezclándonos con los humanos, etc. Cuando anochece es cuando realmente podemos salir y ser quienes realmente somos, por esa razón estoy segura de que ellos no me estarán esperando. Me espera una ardua batalla, pero estoy segura de que saldré victoriosa... Salgo de mi cuarto y me dirijo al gimnasio para preparar a mis chicos para la batalla.

―¡Buenas noches, chicos! ―exclamó, apenas entró.

―¡Buenas noches, Regina Alfa! ―gritan todos poniéndose de pie.

―Acérquense ―pido una vez en la mesa con los planos del castillo ―Como saben nos espera una ardua batalla al amanecer, de la cual vamos a salir victorioso ―abro los planos, mientras siento la mirada de Freimy puesta en mí, pero trato de ignorarla, ya que ahora no estoy, ni tengo cabeza para lidiar con dramas emocionales ―Nuestro infiltrado en el clan del este nos ha informado que se están preparando para la batalla. Como todos saben, el clan del este es el más débil y frágil, tanto en armas, como en miembros. Son débiles en todo el sentido de la palabra y es por eso que lo están abasteciendo con almas y miembros del clan oeste, ellos son los más fuertes y es justamente por eso que atacaremos a ese clan primero. Como es el más fuerte, ellos no se estarán esperando el ataque ―me acerco a la pantalla touch para ampliar la imagen de los clanes ―Estos clanes ―muestro el sur y el norte...›

‹―Son fuertes, pero no tanto como el oeste, aun así ya están preparados para la batalla, el oeste, en cambio, como es el clan más fuerte está relajado, no se esperan ser atacados primero y es justamente por eso que serán los primeros en caer, además me gustan los retos ―admito sonriendo levemente. Mi infiltrado me dijo que el líder del clan es muy soberbio, déspota, autoritario, altanero, arrogante, vanidoso, engreído, presumido, con más aires de grandeza y superioridad que el mismo Rey y yo me encargaré de bajárselo. Disfrutaré como no tienen una idea bajándole los humos a ese imbécil. Será el primero en caer y su Rey pagará por su soberbia... ―El ataque sorpresa será nuestra ventaja ―continuo mientras les entregó carpetas con los puntos estratégicos donde están los mejores guerreros del clan ―Ahí está toda la información que llevamos repasando durante toda esta semana, repásenle una vez más, no quiero errores, ni bajas innecesarias ―lo que menos quiero es llevar en mi conciencia la muerte de alguien que yo sé que se pudo haber salvado... ―No quiero a nadie de ese clan vivo, excepto al líder, a él lo quiero para mí, quiero mirarlo a los ojos cuando le arranque la cabeza.

―Como ordene, Regina Alfa ―dicen todos al unísono.

―Ahora vayan, repasen la información, salgan de cacería, recarguen fuerzas, duerman un par de horas y nos vemos al amanecer ―ordenó dando por terminada la reunión ―Avisen a los demás que al amanecer atacaremos ―estos son mis hombres de más confianza y si bien es cierto que yo atacaré al clan del oeste, también es cierto que debo atacar los demás clanes también, no me puedo arriesgar a que luego me ataquen una vez que esté en el castillo. Si bien es cierto que el clan del oeste es el mejor en todo, también es cierto que la unión hace la fuerza y si los demás clanes llegan a unirse antes de que me recupere de la batalla, mi reinado terminará antes de iniciar. Por esa razón tengo a algunos de mis hombres rodeando los demás clanes, mientras que yo me preparo para atacar este. Por suerte en cada clan y manada que atacó reclutó a aquellos que se me quieran unir y no den pelea, obviamente los pongo a prueba y la primera de ellas es atacar de inmediato en su propio clan/manada. Además, también tengo a la bruja que hechizó mi collar y me ha ayudado desde que Dominik murió. Ella le fue fiel a mi madre y ahora lo es a mí. Ella apenas los ve, me dice si me serán fiel o no, sus vidas dependen de ella y ellos lo saben muy bien. Gracias a la diosa luna ninguno de los que he reclutado me han traicionado, al contrario, me han sido muy fieles y leales, aunque aún no me fio de ningunos. Por esa razón en esta habitación solamente están mis veinte hombres más fieles y los demás ya están en sus posiciones de ataque... ―Ya saben, recluten a quienes se quieran unir a nosotros y a los que no, mátenlos ¿Cuál es nuestro lema? ―preguntó parándome en medio de ellos.