Capitulo 18

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ITZIEL

«Déjame transformarme, deseo ir con Sahamedi» pide Aisha apenas salimos de la cabaña y damos dos pasos lejos de ella.

{Tranquila, Aisha recuerda que supuestamente llegaremos de viaje, por lo cual debemos llevar una maleta con algunas cosas} digo recordándole la conversación que tuvimos esta mañana y al acuerdo que hemos llegado. Si quiero que esto sea convincente, debo hacerlo bien, sobre todo porque en realidad necesito salir y deambular por mi castillo, no puedo... No podemos vivir encerrados en ese cuarto, porque el riesgo de reclamarlo sería mayor a cada momento que pasemos ahí... {Yo también deseo verlo, pero debemos aguantar solo un par de minutos más.}

«Está bien» dice mientras yo saco mi teléfono para enviarle un mensaje a Freimy para que reúna a los chicos y le pida a Sandra mi ama de llaves y acompañante que me prepare una maleta con algunas de mis cosas.

Yo: Freimy por favor, dile a Sandra, que me prepare un par de cambios de ropa y mis cosas de aseo personales en una maleta.

Envió el mensaje y automáticamente llega la respuesta.

Freimy: ¿Te piensas quedar a vivir con él?

Yo: Es mi mate y es lo más lógico que lo haga.

Freimy: Pero es un vampiro ¿Acaso no recuerda lo que te hicieron? ¿Acaso no recuerdas que mataron a tu primer mate, a tus padres? ¿Acaso no recuerda lo que implica que él sea tu mate? Lleva un siglo cazándolos y ahora resulta que te quieres ir a vivir con uno de ellos. Esto es absurdo.

Yo: Que no se te olvide con quien estás hablando.

Me enoja que se comporte así y no respete quien soy. Y si no es como su amiga, a menos que lo haga como su líder que soy. Soy su reina y como tal debe de respetarme. Nunca quise que se enamorara de mí, se lo advertí mil veces y aun así lo hizo. Aunque yo sé que en el corazón no se manda, pero aun así le dije que fuera precavido. Quería evitarme justamente este tipo de escena. Además, ¿Qué más se supone que haga? ¿Qué más puedo hacer? Él es mi otra mitad y aun cuando quiera alejarlo de mí, no puedo hacerlo sin morir en el intento.

Freimy: Lo siento, Regina Alfa. Es su vida y puede hacer con ella lo que guste... Ya le doy a Sandra sus órdenes.

Yo: De paso reúne a los chicos en el gimnasio también.

Guardó el teléfono y respiro frustrada.

«Pobre Freimy. De seguro está sufriendo mucho» dice, Aisha y debe de tener razón. De seguro está sufriendo mucho y por eso se comporta así. Lastimosamente, no puedo ayudarlo, no sé cómo hacer para minimizar su sufrimiento... ¡Uff! Dejo de pensar en eso y me transformo para poder ir a mi casa.

Corro por el bosque lo más rápido que puedo mientras siento el aire fresco sobre mi rostro, el corazón a mil por horas y la cabeza llenas de dudas y preguntas, pero al menos son menos que antes. Ahora sé que encontrar a Sahamedi era mi destino y que nada podemos hacer para evitarlo. Mi destino era encontrarlo y aunque quisiera no podía evitarlo, porque Lo que está para ti, ni aunque te quite y lo que no, ni aunque te pongas Sahamedi es mi destino y ahora sé que la diosa luna lo predestinó para mí y sé que lo hizo por algo, no me negaré a tenerlo a mi lado, sobre todo porque lo nuestro es masa fuerte y grande que nosotros mismos. Además, no en vano él es mi complemento perfecto. Me saqué el premio, mayor con él, es mi todo el uno.

La Sombra De Tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora