Louis se despidió de ellos para ir a trabajar, su turno termina a las nueve y mañana tenía el día libre por ser navidad.
──Mañana podemos ir a un lago y cambiar, ¿que te parece?, cómo la cita que teníamos planeada. ──opinó Louis. Harry asintió, colocando una mano en el vientre de Louis inconsciente y acariciando ahí.
──Louis, debo encontrar trabajo. ──el omega frunció el ceño. ──Porque yo-
──¡Mami, dibujito para tí! ──exclamó feliz dándole un dibujo a Louis.
──Gracias, mi amor. Nos vemos después, Alfa. ──cerró la puerta del departamento luego de irse.
Harry suspiró, caminando hasta la habitación de Louis para buscar la laptop del Omega, necesita buscar algún trabajo, su carrera está incompleta, pero necesita algo con qué aportar, porque tendrá otro cachorro a pesar de que Louis aún no lo sepa.
Suspira tecleando en el computador diferentes informaciones sobre mecánica, que es lo que empezaba a estudiar cuándo terminó el colegio, recuerda haber estado feliz de vivir en un pequeño departamento con la madre de su hijo.
Había escogido educación mientras él había ido por mecánica automotriz. Tecleo para buscar fuentes de empleo cerca de la zona, encontró dos talleres.
──Joder. . . ──necesitaba un maldito título que obviamente no terminó porque lo dejó a la mitad. Harry quería llorar. ──Vamos, vamos.
Buscó ahora información sobre alguna universidad o curso rápido que enseñará mecánica automotriz, al menos con un título medio ponía tratar de conseguir empleo en esos dos talleres, aunque sea barriendo. Harry haría lo que sea.
──Dada. . . ──sintió a Rhian jalarle el pantalón.
──Espera, cachorro. ──pidió. Rhian siguió jalando su pantalón, Harry tecleo algo más. ──Styles, quieto. ──Ordenó, Rhian se detuvo, haciendo un puchero.
──Dadaaa. . . ──exclamó en modo de queja.
──¿Qué pasó? ──preguntó Harry volteandose para verlo.
──Quiero jugar ──se cruzó de brazos.
──Pues juega, hijo. Tienes tus juguetes ahí en la alfombra.
──Contigo, Dada. ──Harry suspiró. No quería decirle que no.
──Está bien, dame cinco minutos. ──guardo toda la información en una carpeta con su nombre. Apagó la laptop y se levantó de la silla, caminó hasta sentarse en la alfombra.
Empezaron jugando a algo que Rhian se inventó, luego dos horas mas o menos, Harry se levantó para servirle cereal a Rhian mientras el niño recogía sus juguetes de la alfombra y los guardaba en una caja que Louis le dio.
Louis salió rápidamente hasta la máquina expendedoras para conseguir una barra de chocolate blanco, sonrió y aplaudió cuándo la barra empezó a moverse.
──¿Louis? ──el omega gruñó.
──Déjame en paz.
──¿Que haces?
──Consigo una jodida barra de chocolate, Allen. ¿Eres ciego o qué mierda? ──preguntó tomando la barra y abriéndole rápidamente. Barry se lo quitó. ──¡Oye, dame eso!
──No. ¿Por qué comes esto?, no te gusta el chocolate blanco. ──habló extrañado.
──Ahora sí, dame. ──la trató de tomar con su mano.
──¿Haz subido de peso? ──preguntó Barry cuándo Louis se estiró y su camisa se subió un poco dejando ver una ligera pancita.
──¿Y eso qué te importa, Barry? ──preguntó frustrado porque el Alfa era estúpidamente algo y él quería su estúpida barra.
──Es que estás extraño, ¿te sientes bien? ──Barry lo analizó. ──Tomlinson, te preguntó esto cómo médico profesional.
Louis se cruzó de brazos enojado.
──¿Estás en estado? ──Louis rió.
──Que estúpido eres. ──pero Barry había sentido el aroma dulzón que únicamente desprendían los embarazados.
──Louis, creo qué estás en estado. ──susurró.
──No, ahora dame la jodida barra. ──Barry se la dio. ──Vete a la mierda.
──Louis, habló en serio, tú no puedes oler tu propio olor pero en serio es más dulce, sólo te recomiendo hacerte una prueba. ──Louis lo dejó hablando sólo.
Recordó a Harry decirle que su aroma era más dulce, y su inexplicable necesidad por el chocolate cuándo sólo le gustaba en pastel.
Se encerró en su consultorio, el pensamiento presente en todo su turno hasta que llegó a casa y se acurrucó en los brazos de su Alfa, no pudo dormir.
All the love 💗
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Umea 》Omegaverse
Romance𝖀𝖒𝖊𝖆 || Harry Styles es un padre soltero de un cachorrito de cuatro años, quién logra volverse a enamorar de ese Omega bonito que aparece todos los días por la cafeteria en la que trabaja. "El destino te puso en mi camino cómo una brillante taza...