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Manuel entró a la biblioteca dando un portazo, la  bibliotecaria lo miró feo y gritó algo pero él sólo la ignoró rodando los ojos, no estaba de humor para lidiar con más problemas, su cara ardía, no sabía si de rabia o por el golpe. Encontró a Alice sentada en una de las mesas concentrada en su lectura, su mal humor se fue y su corazón se empezó a sentir cálido, se sentó frente a ella y la miró fijamente, ella no quitaba los ojos de su libro. Manuel carraspeó un par de veces antes de que la chica bajara el libro con molestia, pero al verlo su expresión se curvó y rápidamente le tomó la cara para examinarlo.

-¿¡Qué pasó!? ¡Tu cara está...!

-No te preocupí, sólo discutí con un weon de camino acá

-¿¡Pero cómo!?

Manuel recordó a Martín, la cara que tenía y la foma en que lo miraba mientras él lo atacaba con palabras hirientes, su estómago se revolvió. No estaba seguro cómo la pelea había escalado a tal punto, al principio solo sentía algo de molestia por el tirón, pero de un momento a otro sus emociones parecieron dispararse. Manuel prefirió dejar de pensar en eso, puesto que su cabeza empezaba a doler.

-Da lo mismo cómo... Más importante que eso, nosotros quedamos en algo antes ¿No?- Manuel levantó el mentón de Alice y depositó un tierno beso sobre sus labios, Alice enrojeció.

-¡N-no hagas eso cuando haya gente cerca!- Manuel sonrió de ver a su novia nerviosa pero feliz, desde que habían oficializado su relación se mostraba distante y deprimida- Hablo en serio, no lo vuelvas a hacer si hay más gente cerca

-¿Por qué? No somos la única pareja en el curso- Manuel se recostó sobre la mesa haciendo un pucherito.

-Solo no lo hagas

-¿No te gustó?

-Manuel

-Yaaaa, no lo vuelvo a hacer- Alice suspiró

-¿Qué tal si tomas un libro y lees? - Alice sacó uno cercano, algo gordo y polvoriento pero con título interesante, de los que Manuel solía frecuentar y se lo pasó, quería que disfrutarán un momento de lectura como habían hecho tantas veces, pero el castaño solo ojeó algunas páginas con aburrimiento y luego lo alejó.

-¿Cómo se supone que me pueda concentrar en algo que no seas tú?

Alice lo miró con tristeza y volvió a lenvantar su libro, no leía nada, solo quería evitar la mirada clavada que tenía Manuel en ella y que mantuvo el resto del recreo.

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Martín mojó su cara múltiples veces, el sueño ya había desaparecido pero se le hacía imposible creer que esto fuera real, el chico que tanto le gustaba le había rechazado de la peor manera posible, pero por alguna razón no se sentía mal, su corazón no se había roto y sus sentimientos no habían cambiado. Martín se miró al espejo.

-¿Estoy en negación... ?- Era la única explicación, Manuel no lo quería... Pero algo dentro de él no lo dejaba rendirse.

La campana sonó ruidosamente por todo el establecimiento, a paso lento llegó a su sala, se sentó solo en su pupitre, sus primos no llegaban, cuando Manuel apareció se sentó tranquilamente sin siquiera voltearlo a ver, Martín suspiró y se recostó en su mesa. La clase transcurrió con normalidad, aunque una que otra vez el profesor se giraba a ver el moretón morado que tenía en su mejilla el chileno.

En el segundo recreo Martín notó algo raro, por sólo un momento mientras todos salian vió cómo el castaño tomaba la mano de Alice tímidamente, pero en el mismo instante ella apresuraba la marcha evitandolo. Martín negó con la cabeza ¿Primero su cerebro negaba el rechazo que había recibido y ahora veía cosas?

En Trance [ArgChi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora