Los chicos permanecían inmóviles frente a la puerta principal, Martín mantenía una mirada seria. Cuando había invitado a Manuel a quedarse indefinidamente habia olvidado por completo el hecho que vivía bajo el cuidado de Antonio, realmente no quería pedirle ningún favor, menos uno tan grande como ese, desde el incidente había intentado mantener una extricta línea entre su padre y él, porque aún tenía rencor por lo ocurrido y por dejar claro lo diferente que eran ambos.
Martín negó despacio, lo mejor sería ir al departamento de su madre, ella no estaría por todo el mes lo que lo hacía el lugar perfecto, claro que tendría que viajar entre ambas locaciones para no hacer sospechar a su padre.
Mientras el argentino perfeccionaba los detalles de su estrategia, Manuel avanzo y tocó a la puerta, antes de que Martín pudiera reaccionar Antonio abrió la puerta con lágrimas en los ojos.
-¿¡Por qué no nos avisaste que te quedarías en otra parte ayer!? ¿¡Sabes lo preocupado que estábamos!?- Martín suspiro con molestia, Lovino apareció por detrás de su padre y quedo viendo al castaño
-¿Y él?- Antonio por fin noto la existencia de Manuel y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas pero esta vez acompañados de una sonrisa
-¡Trajiste un amigo! - Antonio rodeo al chileno con su brazo y dando palmaditas en su espalda lo guió dentro- ¡No seas tímido! ¡Pasa, pasa!
Cada palmada que tocaba a Manuel intencificaba el ceño fruncido de Martín
Definitivamente esto había sido una mala idea
Ya adentro Antonio de apresuró a poner la mesa para cenar, era una deliciosa comida que consistía de entrada, plato de fondo, ensaladas y postres. Manuel creyo no poder tragar más pero al terminar le ofrecieron un té y un tecito nunca debe rechazarse. El ambiente era tranquilo, Antonio sonreía abiertamente al tener un adolescente que le conversará y que incluso alagara sus platos.
Lovino lo miraba, hace mucho no veía a su pareja tan feliz. Él entendia que lo que habían hecho estaba mal, en esos tiempos Antonio le había prometido que el divorcio con su esposa estaba en proceso y cuando se entero del engaño, cuando vio los ojitos verdes del rubio perder su brillo aqueya noche, corto con Antonio sin pensarlo. Le llevó tiempo sanar las heridas y volver a hablarse y hace menos de un año habían vuelto a salir. Cuando la madre de Martín preguntó para que lo pudieran cuidar por unos meses debido a un viaje de trabajo que debía hacer se quedó muy contento, ella parecía haber superado lo ocurrido, incluso al verlo le dio un codazo a Antonio diciéndole - No la cagues esta vez-. Cuando Martín llegó a la casa casi no habló, se iba a su cuarto en cuanto terminaba su comida o directamente no comía, primero pensó que el problema era con él pero en ocasiones que Antonio no estaba Martín se mostraba despreocupado, quedándose en la sala de estar, cocinando algo y dejadole una porción a él o incluso le avisaba antes de salir a donde iría y con quien estaría. Lovino se sintió aliviado de no ser objeto de odio del adolescente pero se sentía mal de que su pareja se llevara el doble. En una ocasión se decidió a hablar seriamente con Martín este asunto, empezó desde el principio, de cómo se conocieron, del miedo que sintió Antonio a perderlos y de que eso no justificaba nada pero aún así podría empatizar un poco, para su sorpresa Martín no parecía incomodo con la conversación, escucho tranquilamente y asintió un par de veces, realmente parecía que el divorcio no era el ploblema. Lovino se rindió de suponer y preguntó directamente que era lo que hacía rechazar tanto a su padre, pero en cuanto formuló la frase Martín se paro y dijo que iba a salir con sus primos.
Lovino suspiro ante aquel recuerdo, Martín llevaba ya dos meses y aún no lograba reconciliar la relación con su padre, además que tampoco tenía una pista que le dijera porque en primer lugar estaba rota. Lovino miró disimuladamente a Martín, era sorprendente que siguiera ahí, se había comido todo pero aún no se iba a encerrar a su pieza como era costumbre.

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En Trance [ArgChi]
FanfictionMartín y Manuel tienen una discusión pendiente pero cuando están apunto de resolverla Manuel es hipnotizado. Martín y Alice (la amiga de Manuel) deben buscar la forma de sacarlo del trance antes que se vuelva permante y la discusión no vuelva a toca...