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La ventana comunicaba a una habitación pequeña y tétrica, en las paredes colgaban cientos de cuadros de bodas, todos con la misma novia. Martín sintió un escalofrío.

¿Como llegaron a cruzarse con este tipo de persona?

Martín salió y recorrió el resto de habitaciones, a excepción de la primera todo el resto parecía normal, un baño, una pieza, un estudio y un living comedor eran lo que componían aquella casa. Registró todo varias veces, pero al no saber que buscaba era imposible poder encontrar algo. Frustrado se sento en medio del pasillo y vio los cuadros de la dueña rodeada de amigos y familiares, parecía casi una persona normal.

Martín tomo su telefono, lo había puesto en silencio para centrar toda su atención en Manuel, ignoro los mensajes de su padre preguntando en donde se encontraba y las llamadas perdidas del Lovi, en cambio paso directo al chat de "Hermanos". Los primeros mensajes sin leer eran de sus primos, preguntaban como iba todo, si se había solucionado y si debían decir a su padre su ubicación puesto que lucia preocupado, antes de llegar a los mensajes más actuales recibió una llamada de Sebastián.

-Hasta que contestas hijo de puta

-Que cariñoso- rio Martín.

-¿Dónde andas?- Martín miro la hora, ya se había acabado el primer periodo de clases.

-Fui a buscar pistas por mi cuenta

-¿Entonces estas solo?- Seba cambio su tono a uno preocupado, de fondo Martín escucho ajetreo, Sebastián pareció alejar el teléfono un momento- No esta con él- el ruido del fondo aumentó

-¿Boludo qué pasa?- Martín subió el tono confundido

-Se nos perdió el Manu

Martín se levantó de golpe, algunos cuadros que colgaban de la pared en que estaba apoyado de cayeron.

-¿¡Cómo que se les perdió!?

-Alice dice que en la mañana se fue antes porque quería ir a su casa a buscar algo pero luego no llego a clases y le pidió a uno de sus hermanos si podía ir a verlo a su casa pero él dijo que no había nadie

-Pero Boludo, se pudo quedar dormido o algo y por eso no-

-No, no. El hermano de Alice dijo que la puerta estaba abierta y que recorrió toda la casa llamándolo pero no había nadie- el cuerpo de Martín comenzó a temblar, miles de preguntas se acumularon en su garganta pero no hayaba las fuerzas para articularlas en una oración coherente- Che... - Sebastián bajo el tono - Alice dice que no avisemos a ningún profesor pero no sé... ¿Qué pensas tu- la campana resonó por el teléfono, el chico suspiro- Tenemos que entrar a clases... Si sabemos algo te aviso

La llamada había terminado pero Martín se tardó en sacar el celular de su oído, dio un paso y los cristales sonaron bajo sus pies, bajó la vista, una foto matrimonial yacía entremedio de un marco antiguo, Martín la tomó, sus cejas se arquearon.

-¿Por qué tiene que pasar todo esto... ?

Martín sólo había querido confesarse, quería que la persona que tanto quería supiera los sentimientos que había estado guardando tanto tiempo, quería saber cómo se sentía esta persona con respecto a él, si era mutuo, si debía rendirse. Era agotador vivir en la constante duda. Unas pequeñas lágrimas asomaron por sus ojos. Martín quería ser fuerte, lo suficiente como para ayudarlo sin importar de qué problema se tratara, quería mostrarle una sonrisa que lo animara en los momentos difíciles y saber qué decirle para animarlo cuando todo pareciera perdido. Martín quería ser lo que Manuel había sido para él. Arrugó la foto, se sorprendió al ver que uno de los trozos de la esquina se desprendía y caía al piso. La miró con más detenimiento y vio cómo estaba completamente unida con trozos de cinta adhesiva, parecía haber sido rota y reparada muchas veces.

En Trance [ArgChi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora