En Trance [ArgChi]

3

El tiempo pasó y los niños crecieron, la gran pelea del argentino y el chileno que había dado que hablar tanto tiempo terminó siendo olvidada por todos, excepto por los involucrados. Aunque la enemistad quedó atras como una simple pelea de niños su amistad no volvió y en su lugar sólo quedó incomodidad.

Manuel no le hablaba a menos que fuera estrictamente necesario y cuando lo hacía no lo veía a los ojos; el celular, un compañero o cualquier mosca pasando eran mejor que verlo directamente. Martín sentía una punzada en el pecho cada vez que pasaba, pero no podía decir nada, era consciente de que él había empezado eso.

Martín por su parte solo lo miraba desde lejos, atento a cualquier interacción posible, se arrepentía de cómo se había comportado y desde el fondo de su corazón quería volver a ser cercano con el castaño, pero algo se lo impedía.

-¿Y cuándo vas a ir a hablarle?- le interrogaba Daniel en medio de la práctica de su taller de fútbol, los habían mandado a trotar al rededor de la cancha mientras otros practicaban al medio dandose pases.

-Nunca boludo, el pibe no me quiere ver.

-Obvio no te va a querer ver si lo pasas acosando con la mirada- Agregó de paso Sebastián enrojeciendo las orejas de Martín.

-¿Vos no tenias que calentar con los pases?- Dijo el argentino desviando el tema mirando al piso, no podía negar que últimamente no paraba de observar al Manuel, incluso cuenta falsa se hizo para seguirlo en insta.
-¡Mirá! ¡Hablando del diablo!- Daniel apuntó en dirección a Manuel que iba con Alice a guardar unas guitarras, probablemente el taller de música ya había acabado.

El grito de Daniel fue tan fuerte que Manuel se giro hacia ellos en el mismo tiempo que Martín subió su cabeza para ver, por un momento sus miradas se cruzaron, por un momento solo existieron ellos dos. El momento acabó cuando el pase que iba dirigido al pecho de Sebastián termino dando en la cara del Martín.

Martín se cubrió la cara por el dolor pero entre sus dedos siguió viendo al castaño, lo vio girar y correr lejos del patio, eso le dolió más que el pelotazo.

"¿Tanto no querés verme? Si te pidiera disculpas ¿Algo cambiaría?" Martín sentía que el momento de las disculpas había pasado hace tiempo y que a estas alturas solo terminaría abriendo heridas.

-¡Chico! ¿Estás bien?- Dijo preocupado en entrenador al ver que Martín no se sacaba sus manos de la cara.

-No...

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-Manuel! Please don't run!!- Alice por fin había alcanzado al castaño, que para no ser fan del deporte tenía una gran resistencia- Eh? Your face haha ¿Por qué estás haciendo esa cara?- Manuel estaba rojo y sus labios se curavaban intentando ocultar una sonrisa, él miro hacia otra parte.

-¡No es na! Apurate que hay que ir a dejar las guitarras- dijo mientras apuraba el paso. "¿Como podí ser tan weon?" pensaba mientras se le escapaba una risa.

Apesar de los años los sentimientos de Manuel no habian cambiado, incluso habían aumentado, con sólo mantener la mirada con la del rubio su cara se ponía roja, por eso cada vez que tenia que dirigirse a él prefería mirar a otro lado; también solía pensar demasiado cuando él estaba cerca, intentaba buscar temas de conversación que no fueran "fomes" pero terminaba por quedarse callado dejando un ambiente incómodo.

Aunque la pelea entre ellos seguía persistente en su memoria, con el tiempo había obtenido otro significado. A la semana del nacimiento de su hermana la madre del Martín había ido a la casa a visitarlos y dar sus mejores deseos a la pequeña.

- ¿Y el Martín no vino contigo? Se hubiera quedado a jugar un rato con el Manu

-No, los fines de semana le toca con su papá.

-¿Cómo?

-Ah es verdad, no te he contado, verás (...)

Fue entonces que Manuel se enteró del divorcio de los padres de Martín, eso explicaba el tema del cambio de casa y el por qué que estaba tan irritable ese día. Se sintió algo culpable, ni siquiera se imaginaba cómo debió sentirse Martín y él sin ningun tacto intentó obligarlo a hablar sobre un tema tan delicado, debió haberle dado su espacio y esperar a que estuviera listo para contarle, pero no, él solo se preocupó de sí mismo y su necesidad de respuestas.

Manuel fue a su habitación y se recostó en su cama ¿Qué podría decirle para que las cosas volvieran a ser como antes? Para que volvieran a ser amigos... No. Manuel se sentó. ¿Estaría bien volver a ser amigos? ¿No sería engañarlo el decir "¡Seamos amigos!" cuando en verdad él sentía algo más? Le estaría mintiendo...

-¿Y si se entera y cree que todo fue falso? ¿Se sentiría igual a como yo me sentí?- Pensar en Martín tan dolido como lo estuvo él le hizo dolor el pecho- Entonces todo se acabará... No, mejor quedemonos así... Así está bien...

Manuel se durmió con una sensación extraña, como la que tiene alguien que ha estado buscando por años algo pero prefiere rendirse.

-Manuel! What are you waiting for?- Alice sostenía la puerta de la entrada a la biblioteca, Manuel salió de su ensimismamiento y entró.