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El fuerte sonido de la caída alertó a docentes que se dirigían a sus salones, muchos se acercaron a ellos y los ayudaron a llegar a la enfermería, ninguno de los dos dijo alguna palabra en todo ese período de tiempo, no se miraron y cuando la enfermera les preguntaba algo Alice se remitía a asentir o negar lentamente con la cabeza. Por suerte ambos salieron casi ilesos, solo algunos cortes y rasmillones pero nada de qué preocuparse, caminaron en silencio un rato, Alice se armó de valentía para hablarle, para confesar lo que había hecho, pero Manuel se le adelanto.

-Tu llegaste después... Yo te mostré el colegio ¿no?- Manuel la vió serio, Alice tragó y asintió- Entonces... ¿Por qué te recuerdo antes?

-Manu... - Manuel se sujetó la cabeza y cayó de rodillas bruscamente provocando un susto de parte de la británica -¿¡Estas bien!? ¿¡Qué pasa!?

-¡S-sí!- logró apenas articular, parecía estar con un inmenso dolor- N-no es nada s-solo dan derrepen- Manuel se encogió más en sí mismo, parecía que el dolor ya no lo dejaba ni pensar. Alice asustada lo cubrió en un abrazo

-Estarás bien... Te lo prometo

Las manos de Manuel se relajaron y perdiendo la conciencia cayó en el hombro de Alice, la chica asustada por no recibir señales de su amigo gritó por ayuda hasta que inspectores la notaron. La enfermera se impresionó al ver a los dos niños de vuelta, chequeó rápidamente a Manuel mientras que los otros presentes intentaban calmar a la chica, cuando terminó la enfermera les comunicó que Manuel no mostraba señales de tener algo grave, solo dormía profundamente y con solo ver su rostro podía decir que lo necesitaba desesperadamente, lo mejor era dejarlo allí hasta que despertara por si mismo. A pesar de la simple explicación de la encargada de salud, Alice no se relajó y pidió quedarse a su lado hasta que despertara, al ver lo afectada que se veía nadie le objetó y allí se quedaron ambos el resto del día.

Martín corrió hacia la enfermería, al final de la clase su profesor le había llamado en privado para notificarle lo ocurrido con Manuel y Alice, para que pudiera prestarle sus apuntes a los chicos ya que se veían cercanos. Martín maldijo al profesor todo el camino a la enfermería por no haberle dicho antes.

Cuando llegó vió a Manuel durmiendo hecho bolita tomado de la mano de Alice, la chica volteó bruscamente al escuchar el abrir de la puerta y sonrió al ver que se trataba de Martín.

-¿Cómo está?

-Sigue durmiendo, derrepente se mueve para acomodarse pero no despierta... No importa si alguien hace un ruido fuerte o si lo tocan... Nada lo despierta... - los ojos de Alice se aguaron. Martín se acercó y tomó a Manuel en brazos- ¿Qué haces?

-Van a cerrar el colegio, hay que llevarlo a su casa- Martín caminó lentamente hacia la salida, no quería despertar a Manuel, después de verlo tan mal aquella noche estaba aliviado de que por fin hubiera conciliado el sueño- Avisale a los otros que se vayan sin mí.

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Alice estaba impresionada de lo cuidadoso que era Martín con Manuel, le había puesto su chaqueta para que no pasara frio y cuando empezaba a moverse dejaba de caminar para acomodarlo mejor. Llegaron cuando el sol se estaba poniendo, Alice que llevaba la mochila de Manuel sacó las llaves y abrió, la casa estaba igual de solitaria que siempre.

-Sus papás estan fuera del país... Hace uno o dos años

Martín se sorprendió, ya había notado la falta de ellos pero no pensó que esta fuera permanente, apretó los dientes, recordaba lo asustadizo que era Manuel de niños y el cómo se mandaban mensajes hasta dormirse para no quedar solo, el haber tenido que estar en aquella casa vacía debió haber sido duro para él.

Subió las escaleras y se dirigió a la segunda habitación, Alice le indicó que la primera era la suya pero Martín la ignoró y entró a la habitación matrimonial. A diferencia de la de Manuel, esta estaba impecable, parecía no haberse usado en mucho tiempo, incluso una fina capa de polvo descansaba sobre la colcha. Martín sacudió un poco, abrió la cama y lo acostó, algunos cabellos cayeron sobre sus ojos y con cuidado los apartó poniéndolos detrás de su oreja. Lo quedó viendo un momento, en esa paz que hace mucho no compartían. Se acercó a su rostro, su respiración era pausada, indefensa, vulnerable. Martín salió de la habitación.

-¿Por qué tu cara está roja?- Martín cerró la puerta de la habitación con una mano mientras que con la otra tapaba la zona de su boca.

-Soy muy débil...

-¿Tanto pesaba Manuel?

Martín salió de la casa y dió una gran bocanada del aire frío, ya había anochecido. Alice salió con él, ambos se quedaron en silencio un rato solo observando la luna.

-Voy a avisar que me quedaré aquí hoy ¿Qué harás tu?

-...

-¿Martín?

-Mandame la dirección de la uber que decias- sin entender bien, Alice obedeció.

-Ya te dije que no estaba

-Mejor, así no se entera que entré

-¿Qué entrast-TE VAS A METER A SU CASA? MARTÍN TE PUEDEN LLEVAR PRESO

-¿¡Y qué más hago!? ¡No puedo sólo quedarme mirando!

-Ya sé... Pero tampoco podemos invadir propiedad privada... - Martín volteó brusco en dirección a Alice, estaba con su ceño fruncido a más no poder con algunas lagrimas saliendo por la frustración.

-¿No podemos? ¿En serio?-Alice retrocedió instintivamente un paso, Martín suspiró sonoramente -Una gila que conociste en la calle embrujó al Manu que ahora no despierta y no se puede contactar con ella de ninguna manera ¿Pero es demasiado entrar a su puta casa?

-Embrujado...

-¿¡Pelotuda, en serio te fijas en eso!?

-¡No! Me refiero... Tengo una idea... Solo esperemos a mañana

-¡No pienso solo esperar!

-¿Por qué gritan tanto... ?

Manuel apareció por la puerta principal, tanto su ropa como su cabello estaban desordenados, traía una mirada cansada pero estaba en mejor forma que lo que había estado en la mañana. Martín avanzó hacía él pero Alice lo abrazó primero al estar más cerca de la entrada, Manuel respondió el abrazo sonriendo cariñosamente. Martín retrocedió.

-¿De qué hablaban?- Preguntó el castaño luego de que su pareja lo soltara

-Eh... Martín me pidió un consejo...

-¿Sí? ¿Cuándo se volvieron tan cercanos?- Manuel vió con curiosidad a Martín, este apretó el puño.

-Hacés demasiadas preguntas pibe- Manuel iba a reclamarle pero la mirada triste de Martín lo detuvo- Mejor me voy antes que se haga tarde...- giró a ver a Alice- Solo esperaré hasta mañana- Alice asintió despacio y Martín se retiró.

-Pero ya es tarde... - Manuel no despegó su mirada de Martín hasta que se perdió de vista.

En Trance [ArgChi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora