Manuel caminaba a en línea recta sobre la acera, desde que habían salido de la clínica que no decía ni una palabra, Martín lo seguía en silencio pasos atrás con una mirada preocupada fija en su espalda.
Entendía que el castaño debía aún procesar lo que el hombre les había dicho, sabía que esto necesitaba tiempo y no podia ni imaginarse lo que debia estar sintiendo, pero ya habían caminado varias horas sin un rumbo, el sol parecía querer ponerse y su castaño no daba señales de querer detenerse.Sus pies estaban cansados y casi no habían comido nada desde el desayuno, estaba increíblemente agotado. Derrepente Manuel trastabillo, Martín alcanzó a reaccionar rápido agarrandolo del brazo antes que cayera de cara al piso.
-Estoy bien- dijo molestó mientras se soltaba del agarre del rubio con un movimiento brusco e intentaba volver a caminar. Martín volvió a tomarlo del brazo para detenerlo.
- ¿A dónde pensas ir?- Manuel se volvió a soltar.
-Que te importa- Martín se puso frente para pararlo- Quítate
-¿No tenes hambre? ¿No estas cansado? Paremos un rato
-Si no queri no estai obligado, ahora quítate- intento rodearlo pero Martín volvió a ponerse frente a él y le sujeto de los hombros suavemente.
-No sacas nada haciéndote mierda las patas- dijo sonriendole, Manuel no lo entendió ¿Por qué después de tratarlo mal seguía sonriendo? ¿Por qué era tan bueno con él?- Mirá, vamos a casa y pensamos las cosas de nuevo, no creo que todo este perdido, no tenes que hacerle caso a lo que dijo el viejo ese
-Pero... ¿Qué más vamos a hacer? No tenemos otro plan...- El desánimo del castaño se notaba con creces, Martín le tomó la barbilla y le hizo mirarlo a los ojos.
-Manu, te prometo que ya pensaremos en algo, lo vamos a solucionar, así que no te pongas triste
¿Por qué?¿Por qué cada palabra que decía Martín sonaba a una verdad absoluta?¿Por qué le era imposible dudar un solo segundo del rucio? Su mirada.sobre él hacía que inexplicablemente su corazón se calmara dejando todo temor de lado. Era extraño...
-Oh, lo siento- Martín soltó el mentón de Manuel algo apenado, esperaba alguna respuesta o que él otro se alejara de su toque pero por el contrario el chico solo le habia quedado mirando fijamente por varios segundos sin moverse. Manuel suspiró y apoyó su frente en el pecho de Martín provocandole nervios.
-Estoy cansado
.
.
.Manuel estaba sentado en una banca de un parque que encontraron después de caminar unos minutos más. Miraba al suelo mientras levantaba polvo arrastrando los pies contra la tierra. Martín unos metros más allá esperaba con el teléfono en la oreja a que alguien contestara del otro lado de la linea.
-Alo?
-¡Seba! Necesito que me pidas un uber para mi casa... De nuevo
-Martín...
-Sabes que te lo pago luego, cuando mi mamá vuelva le pido la mesada y te lo repongo
-¿Martín tu no...?- La voz de Sebastian se notaba cansada y al mismo tiempo sorprendida, el argentino espero unos segundos a que su primo formulara toda la pregunta pero él pareció cambiar de idea- M-mandame la dirección- dijo en un tono algo nervioso que Martín no supo explicar.
-Gracias primito! Sos el más capo del mundo! Bueno ya sabes que primero voy yo pero ya entendes- Martín simplemente decidió ignorar el extraño tono del uruguayo.
-Ajá...
Manuel levantó su vista viendo al rubio caminar de un lado al otro gesticulando con las manos y soltando una que otra risa mientras hablaba al teléfono ¿Con quién estaría hablando? Verlo tan feliz le hizo sonreír hasta que un pensamiento cruzo por su cabeza.

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En Trance [ArgChi]
FanfictionMartín y Manuel tienen una discusión pendiente pero cuando están apunto de resolverla Manuel es hipnotizado. Martín y Alice (la amiga de Manuel) deben buscar la forma de sacarlo del trance antes que se vuelva permante y la discusión no vuelva a toca...