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Todo el camino lo recorrieron en silencio, Martín miraba las calles con nostalgia, recordaba los buenos tiempos en que su amistad era incuestionable y pasear como lo hacían ahora era cosa de todos los días. Aunque no todo eran buenos recuerdos, por la misma acera se veía a él aquel fatídico día confesando sus sentimientos de la peor manera posible dejando al castaño plantado.
Nunca te vi como un amigo.
Era cierto que con el tiempo noto que desde el principio su cariño hacía Manuel sobrepasaba la amistad pero la forma en que lo había dicho era increíblemente malinterpretable.

-Vi tantas películas para nada

-¿Dijiste algo?

-¡Ah! No...

Manuel volvio la mirada al frente, le era raro caminar otra vez con él a casa, múltiples sentimientos de miedo, vergüenza y nervios se revolvían en su estomago generandole náuseas. Hace mucho que no tomaba el camino corto a casa, desde la pelea no había podido tomarlo, era inconsciente y se sentia enfermo las veces que lo intentó. Volvió a ver a Martín un momento.

Estoy bien, no puedo mostrarme mal justo ahora, estoy...

-¿Estas bien?- la voz preocupada de Martín interrumpió sus pensamientos, levanto su mano y la puso en la frente de Manuel para revisar su temperatura- Te ves re pálido pibe ¿Seguro estás bien?- Manuel no apartó la mirada de los ojos esmeralda en un buen rato, luego saco bruscamente la mano de Martín y sonrió.
-Siempre

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Martín entró a la casa con cautela, muebles y cuadros no vistos en sus memorias aparecían ante él haciéndolo sentir ajeno.

-Han pasado tantos años- una sonrisa amarga se dibujo en su cara, pero antes de seguir lamentándose una foto le llamo la atención. Eran ellos, Sebastián, Daniel, Manuel y Martín, los dos últimos abrazándose felices, era de la vez que en las alianzas ganaron el campeonato de fútbol los cursos menores.

Volveremos a como era antes

La voz de Daniel sonó en su cabeza, no era momento de deprimirse, ahora tenía la oportunidad de resolverlo todo.

-¿Quieres un té?

-¡Sí! - grito desde el fondo de sus pulmones, Manuel sobresaltado casi deja caer la taza- Ah no, espera... - bajando la emoción Martín pensó más claramente- No me gusta el té ¿Tenés mate?

-Aja... - Manuel suspiró y se adentró en la cocina.

En unos minutos Manuel trajo con sigo una taza de té y un mate, Martín lo esperaba sentado a la mesa frente a un computador, Manuel dejó las bebidas y corrió el computador a su asiento para empezar con el proyecto.

-¿Lo hacemos en Power o en Presi?

Martín tomó un sorbo de su mate antes de responder para aclararse la garganta, pero un sabor maderoso inundó su boca. Inconscientemente escupió de vuelta el liquido y comenzó a tocer.

-¿Tan malo estaba? Es mi primera vez haciéndolo.

-N-no *tos* che si casi no se nota.

-Sí te estai ahogando porque te encanto.

-N-noo en s-serio -Manuel se levantó de su silla molesto y volvió con un vaso de agua. Mientras lo bebía, quería ahogarse.

Manuel miraba la pantalla con ceño fruncido y cada tanto se mordía los labios, en parte porque estaba frustrado de haber casi envenenado a su compañero y por otra parte intentaba disimular una sonrisa que se le escapaba

Pucha sigue siendo igual de lindo Pensaba. Miró hacia él, tomaba agua con cara gacha como perrito recién retado.

-Oye po, presi o power

-Ah- Su mirada se ilumino y su ánimo volvió tímidamente- Power Point supongo.

Las siguientes horas pasaron exclusivamente trabajando, a excepción de las ocasiones en que Manuel se paraba a rellenar su té o para traer algo que comer.
Apesar de que Martín sentía que ya había abandonado ese ramo, Manuel era un profesor tan paciente que logro hacerlo entender después de algunas explicaciones. Martín estaba tan fascinado de entender lo que por años no había logrado que olvido su principal objetivo.

-Ya, es super tarde, mejor guardemos por mientras total nos queda re poco, la próxima lo terminamos.

-Oh, bueno- Martín tomó su mochila que había dejado en el piso y se encaminó a la puerta, pero entonces lo recordó, debía hacer las paces con Manuel. Giró sobre sí mismo y quedó frente a Manuel, el cuál retrocedió por la sorpresa.

-¿Se te queda algo?- Las cejas de Martín se curvaban viendo a Manuel. El plan era poco a poco abordar el tema y aclarar todo,ahora solo había tiempo para soltarlo de sopetón.

-Yo... - Su estómago se revolvía, aún quedaba trabajo para juntarse una ocasión más pero ¿Y si volvía a perder la oportunidad? No. Debía hacerlo. No podía seguir aplazandolo... Otro año más.

-¿Qué te pasó?- Manuel lo vió preocupado

-Perdoname

Unos segundos de silencio llenaron el ambiente, Manuel tenía una clara cara de confusión pero Martín cerró los ojos intentando ganar fuerzas para lo que iba a decir.

-A vos te traté re mal y entiendo que ya no quieras saber nada de mi... ¡pero en ese tiempo yo estaba pasando por-! Digo no estoy intentando dar excusas... pero mi viejo justo-

-Ya sé -Martín enmudeció.

-¿Desde... cuándo?

-Desde el principio supongo... Osea tu mamá nos visitó un día y nos contó.

-Pero... Si sabias ¿Por qué nunca volviste?- una mirada dolida quedó fija en Manuel, un sentimiento amargo le invadio y se apresuró a responder.

-Porqu- Pero su voz se corto-... Ya da lo mismo, paso hace tiempo.

Manuel camino hacia la puerta para abrirla pero en cuanto tocó la perilla la mano de Martín cubrió la suya, subio la vista encontrándose con una mirada decidida y desafiante, las mejillas del castaño enrojecieron

-Mañana. Nos juntamos en mi casa.

-¿Ah?- Manuel no podía apartar su mirada de esos ojos. Martín se sonrojo un poco pero continuó.

-Me lo debes por dejarme como el malo tanto tiempo. A-aún nos queda trabajo, lo terminamos allá- Antes de que el chileno pudiera contestar Martín giro la perilla, aun con la mano encima de la de Manuel y salió de la casa- N-nos vemos.

Manuel cerro lentamente la puerta y miro su mano, el sonrojo creció y sus piernas se debilitaron haciéndolo caer.

-AAAAARGGGG- Se cubrió la cara con sus antebrazos y rodillas - Maldición.

La mano que Martín habia tocado parecía más caliente, más cálida. Suspiró. Miro su mano un rato. Un sentimiento melancólico lo inundo, ¿Que explicación planeabas decirle?

-Me gustabas... Me gustas... Ya no quería figir siendo un amigo- Suspiró y se rasco la cabeza- No quiero mentirte pero tampoco quiero decirte la verdad... Alejarse era la mejor opción ¿Por qué tienes que venir a complicar las cosas?

Subio la cabeza, la foto de él llevando en brazos a Tiare captó su vista.

-Lamento que tengas un hermano tan decepcionante... Cuando vuelvas prometo no ser tan vergonzoso como lo soy ahora- una sonrisa cansada apareció para la foto.



En Trance [ArgChi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora