Don't look at me! [ˢᵘⁿᵍʲᵃᵏᵉ]

O 5 - Hangover

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—Shh, todo está bien. Vamos, salgamos de la piscina.— Intentó tranquilizar un poco al Omega que se aferraba con fuerza a su torso, escuchando los pequeños sollozos que salían de sus esponjosos labios. Sunghoon, preocupado, se arrastró como pudo hasta la orilla, en donde sentó a Jake para subirse él después. El muchacho jugaba nerviosamente con sus dedos. Ni una palabra salía, más las lágrimas no paraban de caer.

Gia, Heeseung, Sunwoo y Riki intentaron acercarse, pero el Omega se sobresaltó y se puso en posición fetal, con los ojos fuertemente cerrados. La ropa se le pegaba al cuerpo, tenía espasmos de vez en cuando debido a la helada brisa que corría esa noche.

—¿Dónde está Jay? Necesito que lo lleve a su casa y yo no sé dónde es.

—Me dijeron que vieron a Jay salir hace un rato. Quizá se aburrió y se fue, de todos modos sabía que con Gia y contigo estaría en buenas manos.— Indicó Sunwoo, nervioso al no poder hacer nada para ayudar al Omega. Todos vieron a Gia, esperando que les diera una buena idea.

—A ver; ninguno sabe donde vive Jake, tampoco conocemos a su hermano y ya intenté llamar a Jay pero su teléfono está apagado. Heeseung está muy ebrio como para conducir y ustedes dos son aún menores de edad. En mi residencia no me dejan llevar chicos, mucho menos borrachos. El teléfono de Jake se mojó y no enciende, entonces tampoco podemos llamar a su hermano. Así que Sunghoonie, tendrás que llevarlo a tu casa. Tu madre sabrá qué hacer.

Habló Gia, palmeando la espalda del baterista. Sunghoon, quien empezaba a tiritar del frío, lo pensó por unos segundos. Se acercó al moreno que seguía hecho bolita y le preguntó si quería ir con él. En un leve murmullo le respondió que sí. Jake estaba asustado, tenía mucho tiempo sin tener uno de esos ataques. El alcohol en su sistema no lo dejaba pensar con claridad, así que se hizo vulnerable y nervioso al tener esos recuerdos de vuelta.

El muchacho lo levantó en sus brazos sin querer perder más tiempo. Sabía que Jake no podría mantenerse en pie, así que decidió agilizar las cosas de esa manera. Le era difícil caminar sintiendo la ropa pesada porque estaba empapada, pero aún así, las feromonas de miedo que dejaba escapar Jake lo incentivaron a protegerlo. Abrió la puerta de su camioneta y lo sentó en el asiento del copiloto, para después rodearla y sentarse en el del piloto.

—Avísame cuando se le pase, ¿Si?— Pidió Gia.

—De acuerdo. Más tarde les hablo. Cuídense.

Se fue lo más rápido que era permitido. Gia sentía aquel nudo en la garganta que crecía a la velocidad de la luz. Su corazón dolía, pero sabía que era lo mejor. Sunghoon no tenía un destinado, pero sabía que entre un Omega tan encantador como ese y ella; Jake siempre terminaría ganando. Algún día encontraría un Beta que solo la viera a ella.

—N-no m-me llevará con T-thomas, ¿v-verdad, señor Frost?

—No pequeño, no te llevaré con ese tal Thomas. ¿Por qué señor Frost?

—Porque eres igualito a Jack Frost. ¿Eres Jack Frost?

—No, soy Park Sunghoon.

—Park Sungjamón. Me gusta el jamón.

—Sung-Hoon, no jamón.

—Sungjamón es más bonito. ¿Sungjamón es un Alfa malo?

—No pequeño, Sunghoon no es un Alfa malo. Te cuidaré hasta que ya no estés borracho, ¿Si?

—Bueno, pero no me golpees, ¿De acuerdo? Mi espalda ya entendió que no debía ser un Omega.

El mayor frunció el ceño por las palabras del muchacho junto a él. ¿Quién era ese Thomas y por qué le pedía que no lo llevara con él? En el corto tiempo que llevaba conociendo a Jake, jamás lo había visto tan vulnerable como en el momento en el cayeron a la piscina. Jamás pensó que lo vería o siquiera escucharía llorar. Su corazón se partió en cuanto vio esas lágrimas resbalar por sus mejillas; no quería ver esa expresión de tristeza nunca más.