Capítulo 8

10 2 13
                                    

Tic tac...

EMMA

La alarma suena y me levanto para empezar la rutina, por suerte, ya es viernes. Hace frío y parece que va a llover, tía Barby me dejó unos waffles así que me dedico a comer despacio saboreando el delicioso plato. Tengo tiempo, por lo cual no tengo afán.

¿Qué pasó anoche? ¿qué era eso sin importancia que George quería decirme? Y a parte de eso, me dijo bonita. Eso no me lo esperaba, pensándolo bien, todo lo que viene de él no lo espero nunca, es una caja de misterios. Es callado y súper antisocial con todo mundo, nunca lo he visto hablar con alguien que no sea Simon, y pues conmigo. Pero ¿quién lo habrá llamado? ¿cuál era el favor que le iba a pedir a Simon? ¿tenía algo que ver con la llamada misteriosa y súper inoportuna? no entiendo nada, que estrés.

Melany pasa corriendo a la puerta, ni siquiera nota mi presencia ¿a dónde van tan apurada?

Termino de comer y subo las escaleras a mi habitación para lavarme los dientes, me arreglo el cabello y me quedo mirándome en el espejo, tengo una blusa que me llega al ombligo color negro con unos vaqueros ajustados color azul, me siento bonita. Se me hace raro que Simon no halla pasado a buscarme aún. Salgo del baño, mi teléfono esta sobre la cama, lo tomo para enviarle un mensaje y caigo en cuenta que tengo un mensaje suyo:

"No podré pasar por ti mañana, nos vemos después. Te quiero".

Lo envió ayer cuando me quedé dormida, de haber revisado mi teléfono pude decirle a Daniel que pasara por mi, bueno, tendré que irme sola. No he visto la hora desde que me levante así que... MIERDA ¡ya voy quince minutos tarde! ¿qué pasó con el tiempo? ¡con razón Melany iba tan apurada! Tomo mi mochila y salgo de mi habitación corriendo escaleras abajo.

Salgo de casa y... ¡JUEPUTA! hace un frío horrible y esta lloviendo ¿en qué momento comenzó a llover? no tengo tiempo para volver por un suéter. Ya no me van a dejar entrar a la escuela, pero tengo que intentarlo.

Empiezo a correr con la esperanza de poder llegar aunque sea al segundo curso, pero por lo visto hoy está destinado a no ser mi día ya que la lluvia se intensifica cuando ya llevo  corriendo tres cuadras de mi casa, pero no me importa, sigo corriendo. Ya sólo me faltan cuatro cuadras más para llegar a la escuela la cual no está tan lejos pero ya estoy toda mojada y está lloviendo demasiado fuerte, tanto que el agua que cae me lastima la cabeza y me veo obligada a detenerme resguardándome bajo el techo de una tienda, está cerrado, supongo que por la lluvia, así que no es mucho lo que logro cubrirme. Espero no se por cuanto tiempo con la esperanza que la lluvia cese pero no lo hace, reviso mi celular sacándolo de la mochila, ya llevo treinta minutos de retraso, aún puedo llegar al segundo curso pero dudo que me dejen entrar, además, la lluvia está muy intensa, ya para qué intentar llegar. No me queda más que rezar por que no me de una pulmonía. Día de mierda...

_ _ _ _ _ _ _

GEORGE

No he dormido nada, la llamada de Sarah después del partido me hizo dar vueltas lo que quedaba de ella buscando lo que hacía falta y había olvidado comprar. Y es que me retrase más cuando me percate que cierta persona intento seguirme y decidí observarla hasta que se resigno al no encontrarme, no me molesto en lo absoluto, al contrario, me causó gracia.

Simon cumple años hoy y mi hermana quien aunque lo niegue se qué está perdidamente enamorada de mi amigo, quiso prepararle una fiesta. Lo teníamos planeado desde que supimos que íbamos a mudarnos pero he estado un poco ocupado últimamente y debo admitir que cierta persona de ojos parecidos a los míos ha estado ocupando gran parte de mis pensamientos y eso me distrajo del asunto. Anoche acepté ir con sus amigos a comer burritos no porque me agradaran, ni siquiera lo hice por Simon, lo hice porque ella iba a estar allí, no lo se, hay algo en ella que me causa curiosidad, es decir, en el partido ni siquiera fue capaz de disimular sino que se me quedo viendo durante todo el tercer set. Es una loca, claro está. Aunque no voy a ocultar que yo hice lo mismo con ella los primeros dos del partido, hasta que al tercero decidí meterme en su campo de visión y no me equivoque en que no me iba a pasar desapercibido.

Si SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora