Capítulo 13

7 2 13
                                    

¡TU PUEDES!

EMMA

Luego de unos minutos se estaciona - abajo - me indica y obedezco frunsiendo el seño al ver el lugar donde nos encontramos.

- ¿Taco Bell?

- Te gustan los burritos ¿no? - dice.

- Me encantan - lo corrijo y el se encoje de hombros.

- Hay burritos de desayuno, así que entra - empieza a caminar en dirección a la puerta y lo sigo.

Entramos y nos sentamos en una de las mesas. Reviso mi teléfono, son las 8:30.

- ¿En serio me invitaste a comer? - le digo, y es que si es extraño.

- ¿Qué vas a pedir? - dice ignorando mi pregunta. El mesero llega y le indicamos que lo queremos.

Pasados los minutos nos entregan la comida y nos dedicamos a degustar en silencio.

- ¿Qué? - le digo cuando noto que me esta observando.

Se muerde el labio y duda un momento hasta que se atreve a hablar.

- Que bonito tu vestido blanco - dice y baja la mirada a su comida para seguir con ella.

No puedo evitar la pequeña sonría que se forma en mi rostro pero no digo nada y vuelvo a mi comida.

Terminamos y él me indica que salgamos de nuevo, lo sigo hasta la moto donde empieza a conducir de nuevo. Llegamos a pie de una pequeña montaña situada a los extremos del pueblo y el estaciona indicando que me baje.

- ¿Qué hacemos aquí?

- Vamos a subir - dice mientras mueve la moto para supongo esconderla.

- Pero esta prohibido el paso, ya sabes, para que las personas no contaminen el área.

- Si lo se, eso significa que no hay nadie - responde.

Hay una pequeña estructura justo donde empieza la montaña y adentra la moto ahí ¿esta loco? Puede que sea donde duermen los vigilantes.

- ¡Van a arrestarnos! - le digo cuando vuelve y el se hecha a reir.

- No van a arrestarnos, solo ven - toma mi mano y empezamos a caminar en medio de los árboles. Después de unos minutos encontramos un camino ¿es que acaso ya conocía?

Caminamos en silencio, uno junto al otro. Me dedico a observar lo bonito que es este lugar, no hay personas, el aire es de los más refrescante y la brisa se siente fría acariciando mi piel conforme seguimos subiendo. No fue buena idea ponerme tenis blancos.

- ¿No se te ocurrió traer agua? - lo cuestiono- es decir, quieres escalar una montaña pero no vienes preparado.

- No vamos a escalarla toda - me dice - de hecho, ya llegamos.

Frente a nosotros hay un claro donde no hay árboles, solo césped. Camina hacia el lugar y se deja caer, lo imito sentándome junto a él.

No estamos tan alto, es decir, no caminamos más de veinte minutos. Sin embargo tenemos una hermosa vista. El aire helado acaricia mi rostro y cierro los ojos para disfrutarlo.

- Dime algo de ti - habla y me hace abrir los ojos

- ¿Algo sobre qué? - volteo y noto que me esta observando.

- No lo se, algo vergonzoso o interesante- se encoje de hombros.

- ¿Para qué te contaría algo vergonzoso de mi? - voltea los ojos y vuelve su vista hacia adelante.

No insiste pero supongo que solo quiere poner un tema de conversación.

- No se andar en bicicleta- digo ocasionando que él regrese su vista hacia mi con el seño fruncido.

- ¿Quién no sabe andar en bicicleta?

- Yo, Emma Weyne - forma una línea con sus labios.

- ¿Tu tío nunca te enseñó? - dice luego de unos segundos.

- Nunca lo deje - llevo un mechón detrás de mi oreja.

No dice nada y nos quedamos así, viendo al frente no se por cuanto tiempo. El aire frío está comenzando a afectarme por lo que llevo mis manos hasta mis brazos abrazandome a mi misma, por suerte George se levanta y me ofrece la mano para que haga los mismo. La tomo.

- Vamos, que tenemos que ir a otro lugar - me dice y lo sigo.

La bajada de la montaña no estuvo tan mal, saco la moto con facilidad, que suerte que no habían guardias, lo que es extraño. Llegamos al parque donde la mayoría de personas utilizan para correr, andar en bicicleta, hacer yoga, etc.

Bajamos de la moto y toma mi mano, empezamos a caminar y noto sus intenciones cuando se detiene en un punto en especifico.

- Quiero dos bicicletas para una hora- dice mientras paga y se las entregan. Lo veo con el seño fruncido cuando coloca una frente a mi - Yo te enseño - y me sonríe mientras dudosa la tomo.

- Bien, pero sólo porque es celeste y ese es mi color favorito.

- Vaya, un dato nuevo sobre ti- me dice sin dejar de sonreír. Debo admitir que se ve lindo cuando lo hace.

Nos movemos con las bicicletas a aún lado y el sube a la suya mientras que yo solo aprieto el volante. Esto no es fácil para mi.

- Vamos, solo sube, no hay nada que temer - alzo la vista, nuestros ojos se encuentran y detallo el brillo del par de cielos que por alguna razón me tranquilizan- Tu puedes - me dice sonriendo por lo que subo a la bicicleta.

____________________________________

NOTA: Capítulo corto pero bonito 👀❤

Si SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora