Capítulo 6

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EMMA

La cabeza me duele, me llevo la mano hacia ella y despacio abro los ojos, tío Allan está sentado en la silla del escritorio con la cabeza cayendo a un lado, lo que me dice que pasó cuidándome lo que restaba de la noche. Se despierta y me observa.

- ¿Cómo estás amor? - me pregunta angustiado - ¿te duele algo? ¿Te sientes mal? ¿Aun te duele el pecho? - se levanta rápido a sentarse a la orilla de la cama y me acuna el rostro - ¿necesitas algo?

- Yo... - hago una pausa - lo lamento,  por lo de anoche, no quise despertarte - le digo y suelta mi rostro.

- No, perdóname tu a mi por no estar preparado por si algo así pasaba. Debí haberlo previsto...

- No sabias que iba a pasar, es decir, ni siquiera yo se que fue lo que pasó.

- Luego de quedarte dormida llamé al psicólogo que te atendía y le platique lo ocurrido - me dice y no le reclamo, se que se preocupa, me a cuidado como una hija desde... - me dijo que tuviste un ataque de ansiedad, lo aconsejable es que lo visites - la idea no me gusta - ¿Qué dices?

- Tío Allan yo... - hago un puchero y el asiente.

- Esta bien, si no quieres lo entiendo - me dice - Bárbara se quedará hoy en casa ¿qué tal si no vas a la escuela por hoy? - me pregunta y no me desagrada la idea, me duele mucho la cabeza - debes descansar.

- Esta bien - respondo y me abraza fuerte.

- Tengo que ir a trabajar pero si quieres que esté aquí dímelo y no iré - me dice - me quedaré contigo todo el día si es lo que quieres.

- No te preocupes, ya me siento mejor - le digo, no quiero que me vea como una carga o que me tenga lástima.

- ¿Segura?

- Sí tío- respondo.

- Quiero que recuerdes algo, soy tu tío y jamás voy a intentar ocupar el lugar de mi hermano - habla - pero te amo de la misma forma de la que amo a Johan y a Melany, a ninguno amo más que al otro ¿entiendes? Los tres son mis hijos y a los tres los amo por igual, lo que haría por Mel lo haría por tí sin dudarlo ¿comprendes eso?

No digo nada, sólo lo abrazo con fuerza.

- Pase lo que pase recuerda que yo estoy aquí, siempre voy a estarlo - agrega y asiento. Me da un beso en la coronilla y sale de la habitacion.

Me quedo un rato sentada a los pies de la cama, mi sueño trata de repetirse en mi cabeza pero lo apartó enseguida. Supongo que eso fue lo que ocasiono lo de anoche, pero me duele mucho recordarlo. No quiero volver a sentir esa daga en el pecho ¿no es ya suficiente castigo levantarme cada día de la cama?

El tiempo no ha sanado nada, los demás creen que si pero en realidad no. El tiempo lo único que hace es que aprendas a controlarte, sin embargo, es difícil porque mientras más pasa el tiempo más fuerte es el dolor.

Desde hace cinco años cuando intenté hacer algo horrible ante los ojos de todos, nadie me ha vuelto a ver llorar a excepción de Simon y a veces Melany. Todos los días me levanto y llevo el recuerdo de papá al lugar más escondido que pueda encontrar durante el día para que los demás no noten como me siento, es un dolor que solo me corresponde a mi, a nadie más y por esa razón nadie tiene porque lidiar con él, por eso yo tuve que aprender a hacerlo sola.

Me cuesta mucho trabajo entender que ya no tengo al amor de mi vida, el se fue y ahora solo me tengo a mi para continuar. Puede que sea egoísta decir eso, ya que Simon, mis amigos y mis familiares me apoyan; los amo, de eso no hay duda y estoy eternamente agradecida con ellos, pero lo único que yo quiero es estar con él, volver a verlo aunque sea cinco segundos, volverme a sentir a salvo una vez más, porque sus brazos son los únicos que me brindaron la seguridad y calor , y ahora que lo necesito no está, no puede hacerlo.

Si SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora