Si Supieras

EXTRA 2

¿Amarlo?

Sarah

No lo merezco, después de decirle todo lo que sentía, sentimientos que guarde por doce años y decirselo de la forma más linda posible. Reaccionó bien, me dijo incluso qué de haberlo confesado pudimos ser una linda pareja para después comportarse como un completo idiota.

- Eso no es de hombres - me dice mi amiga empinandose el vaso de tequila.

- Lo se - digo con lágrimas en los ojos - se que no vale la pena pero me rompió el corazón.

Nos terminamos una botella entre las tres, salimos a despejarnos porque me la he pasado triste desde que le confesé mis sentimientos a Simon y lleve la mayor desilusión de mi vida. Me dan unas ganas enormes de orinar así que me levanto al baño pero todo se me mueve, como puedo logro llegar al pasillo del baño pero me toman del brazo.

- Sarah ¿qué estás haciendo en ese estado? - volteo y me topo con los ojos que alguna vez detalle con ilusión.

- Qué te importa - me le safo pero me vuelve a tomar cuando me tambaleo por el alcohol.

- ¿Cuánto bebiste? - dice Simon - vamos te llevaré a casa.

- No - me niego.

- No puedes estar así, tus padres van a matarte vamos a buscar algo que te baje un poco la borrachera.

- ¡Ya te dije que no! - me le saco colmandole la paciencia.

- Sarah - me reprende.

- ¿Desde cuando te importa como este yo? - le digo - vete qué estoy bien.

Trato de ir al baño de nuevo pero vuelve a tomarme del brazo.

- Sarah tenemos que hablar - me dice - se que me he comportado como un idiota por no hablarte en todo este tiempo pero...

- Semanas ignorándome - vuelvo a safarme - ¡Dos semanas! - alzó la voz ganándome la atención de varios clientes y de un camarero qué se acerca a pedir que me calme o abandone las instalaciones.

- Descuide - le dice Simon - ya nos vamos - me saca a las malas - te llevaré a tu casa a tu hermano no le va a gustar verte así.

- ¡Suéltame maldita sea! - le grito haciendo que pare - ¡no quiero tu maldita ayuda!

- Sarah es peligroso que estés así y aun más si estas sola así que vamos - intenta tomarme.

- Prefiero que un desconocido me ayude - le suelto - ¡prefiero a cualquier otra persona que a ti!

- Sarah te prometo que hablaremos pero cuando estés sobria.

- Ese es el problema - le digo - yo ya no lo quiero hablar así que largate qué me repugna tu presencia.

- Se que estas enojada pero...

- ¡Te valió una mierda! - le grito - ¡una mierda y ahora que sabes que ella ya está con mi hermano vienes a querer ayudarme a mi!

No dice nada y las lágrimas salen sin que pueda detenerlas.

- Me tomas como una maldita opción, estabas enamorado de ella y no tuviste la hombría de decírmelo, solo me seguiste la corriente y luego me ignoraste de la nada y eso no se hace.

- Lo se, fui un idiota pero escuchame...

Trata de alcanzarme.

- ¡Esas cosas no se hacen! - me limpio las lágrimas - ¡no juegas con los sentimientos de alguien más y menos cuando esos sentimientos son puros y sinceros como los míos hacia ti!