¿Bailamos?
GEORGE
Me encanta verla, llevamos cuatro semanas de estar juntos y pareciera que ya lleváramos toda una vida. Lo hemos mantenido en secreto, no soy estúpido y se perfectamente que Simon no está enamorado de Melany sino de Emma, mi Emma.
Al principio dude de todo esto por respeto a mi amigo, pero vamos, no puedo nadar contra la corriente, yo la quiero y ella a mi, eso es lo que importa. Últimamente la he visto muy felíz, tres veces a la semana buscamos su estrella juntos ya sea en su jardín, el mío o cualquier otro lugar que se me ocurra.
La observo bailar a mitad de la calle mientras avanza, lleva un auricular puesto mientras yo llevo el otro. Son las 4:00 de la madrugada y vamos caminando yo detrás de ella con nada más que el frío viento de acompañante.
- Ahora entiendo porqué te gusta tanto esa banda - me dice girandose hacia mi en lo que sigue caminando de espaldas - creo que esta canción es mi favorita ¿cuál es su nombre?
- No se va - respondo sonriendo y ella asiente. La alcanzo y la envuelvo con mis brazos - últimamente has estado muy alegre.
- Supongo que su merced ha ayudado a eso- me abraza con fuerza undiendo su rostro en mi cuello
- Tengo una idea - le digo.
Me aparto quitando el auricular de su oreja haciendo lo mismo con el mío, los guardo y busco una canción, tardo un rato hasta que al fin la encuentro, coloco la canción y subo el volumen del teléfono que guardo en el bolsillo trasero del vaquero negro que llevo.
La canción inicia, el cielo está lleno de tantas estrellas que parece que no cabe una más ¿quién no le tendría envidia al cielo por albergar tantas de ellas? Quizá no hay alguien que le envidie.
A excepción de mi, el cielo deberá tenerme envidia a mi por tener a la más hermosa conmigo, quizá no sea la estrella más brillante pero si la más bella. Eso es Emma, mi estrella agonizante que sin importar que tanto sufra sigue sonriendo y siendo perfecta para mí.
La tomo de la mano y de la cintura sin dejar de verla, la sonrisa que está chica tiene es la más linda que he visto. Empezamos a mover nuestros cuerpos al compás de la música cuando la letra inicia.
- Look at the stars, look how they shine for you - le canto mientras bailamos en lo que recuesta la cabeza en mi pecho- I came along, I wrote a song for you and all the trings you do. And it was called Yellow.
No puedo imaginar en lo ridículo que debo estar viéndome cantándole a una chica bajo las estrellas a mitad de la calle; aunque no me importa, y justamente eso es lo curioso, que han pasado chicas en mi vida - no tantas - y con ninguna me nació hacer este tipo de cosas, pero con ella si.
Con esta caprichosa y triste niña me encuentro bailando una de las canciones más románticas que he escuchado en mi vida, y lo hago porque es patético lo que siento hacia ella. Un mes, un mes bastó para que está mujercita entrara en mi pecho.
Genial, ahora hasta tengo pensamientos cursis, por suerte no soy como ella y no pienso en voz alta, de lo contrario no sabría donde meter la cara si escuchará todo lo que en mi mente pasa en este instante.
Me asusta ¿irónico no? Un chico de 21 años tiene miedo a una chica de 18. Puede que esto no sea del todo correcto, es decir, estoy sintiendo demasiado rápido y no debería de ser así. Todo lleva su tiempo y ella... ella parece que conociera el código secreto para llenarme.
- Your skin, your skin and bones - le recito el coro - turn into something beautiful and you know, yo know I... - dejo a medias la frase, no puedo decirle que la amo, aun no estoy seguro de hacerlo se que lo haré pero... aun no.
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Si Supieras
Teen FictionHay una línea delgada entre el amor y el dolor. Esa es la razón por la cual muchos prefieren alejarse del amor, pero la verdad, es que eres tú el que decide a qué lado pertenecer. Yo lo elegí a él, a ellos, a ambos. Dicen que no importa la razon, j...