treinta y tres

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La primera parte del plan de Seojun era sencilla; llevar a Soojin al parque de dievrsiones, divertirse, comer golosinas y lograr que olvidará, al menos por un rato, sus responsabilidades

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La primera parte del plan de Seojun era sencilla; llevar a Soojin al parque de dievrsiones, divertirse, comer golosinas y lograr que olvidará, al menos por un rato, sus responsabilidades.
La segunda parte, era menos sencilla y más estúpida; lograr que nadie lo reconociera hoy.
Ahora era un idol recién debutado, la prensa estaba sobre el y su banda ahora, eso significaba, no hacer nada que pudiera perjudicar su imagen o la de sus miembros. ¿Recibio un regaño cuando les dijo a sus miembros sobre salir sin guardaespaldas, a un lugar público y además, con una chica?, claro que si, un sermón de media hora del porque era mala idea y que tenían prohibidas las citas por 6 meses.
Por suerte, Jeon salió en si defensa, diciendo que Soojin era una chica realmente agradable y que ambos (Seojun  y Soojin) solo eran amigos que se conocían desde la escuela secundaria. Fue difícil pero logró convencerlos de guardar el secreto, aunque tuvo que prometer que si algo salía mal, tomaría responsabilidades con la empresa y su mánager.

Seojun siempre hacia cosas estúpidas y peligrosas, cosas que ponían en juego su integridad y reputación, pensó que cuando fuera idol podría dejar eso de lado, ser más responsable, así fue al principio, ni un solo chisme desde que inició su entrenamiento hasta ahora. Pero esa noche, al ver a Soojin tan destrozada sentada en ese banco, llorando porque lo que hacia no la hacia feliz, pensó que realmente quería quitarle ese peso de encima, ayudarla a sentirse mejor, más lliviana.
Si al final del día, podía ver una sonrisa sincera en el rostro de la más baja, todo valdría la pena, incluso si algo salía mal, no le importaría mientras supiera que había ayudado a Soojin.

Se estacionó una cuadra antes de llegar al parque, ambos chicos bajaron y Soojin acomodaba su cabello despeinado por el casco, mientras Seojun se ponía su cubrebocas, gorra, apagaba la ubicación de su teléfono celular y guardaba las llaves en su bolsillo trasero.

-¿iremos al parque yonjon? -pregunto la chica y Seojun asintió con su cabeza, de ser necesario evitaría hablar mucho para que así su voz no fuera reconocida- ¿estas bien con eso?, acabas de debutar, ¿no tendrás problemas si tu empresa se entera?

-tranquila Soojin, hable con ellos y me dieron permiso siempre y cuando mantenga un perfil bajo -mintió- por las dudas, no digas mi nombre muy alto

-Soojin sonrió- bien, te llamaré junjun, ¿qué te parece?

-¿junjun, qué clase de apodo es ese? -arqueo una ceja-

-uno que se me acaba de ocurrir, vamos estrella juvenil, no es tan malo

-lo es, es muy malo

-bien entonces te llamaré seoseo

-¿enserio?, solo diciendo dos veces las sílabas de mi nombre

-no me culpes -se defendió mientras buscaba algo dentro de su bolsillo- aquí el artista brillante eres tú, no yo -encontró lo que buscaba, sacando también una mascarilla negra y colocándosela-

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