veintinueve

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El evento porfin había acabado, después del videoclip hubo un pequeño espacio donde presentaron a las demás personas que actuaron

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El evento porfin había acabado, después del videoclip hubo un pequeño espacio donde presentaron a las demás personas que actuaron.
Se vio vista a ella misma sonriendo mientras la gente le aplaudía y Gogo la grababa como una madre a su hija en su primer bailable.

Ahora mismo la pelinegra se encontraba recargada contra una de las paredes del pasillo hacia la salida, a sus amigos le dieron ganas de ir al baño de último minuto así que los esperaba mientras trataba de pensar que podrían ir a cenar, ¿seria buena idea cocinar para ellos como manera de agradecerles que la acompañaron?, bueno, no cocinaba mal así que eso era una opción.

Seojun caminaba hacia la salida con sus compañeros detrás, algunos miembros del staff también los seguían, irían a beber para celebrar que porfin habían debutado. El estaba feliz pero la verdad, tenía más ganas de irse a su departamento, cenar tranquilo y después echarse a dormir hasta la tarde del siguiente día, estaba muy cansado y sabía que a partir de ahora, habría mucho más trabajo.
Vio a soojin recargada en una pared, sonrió pensando en acercarse pero fue interrumpido por el sonido de la entrada abierta bruscamente. Todos miraron hacia ahí, un hombre mayor de traje algo arrugado caminaba directo hacia la figura de su amiga, quien parecía haberse congelado.

Cuando vió como a grandes y toscos pasos se acerbaba hacia ella, su cuerpo se tenso, lo que tanto temia se había vuelto una realidad, con solo ver la forma tan desagradable con la que la veía, se dio cuenta que eso no era una alucinación, su padre estaba realmente ahí.
Se paro frente suyo, después de unos segundos en los que ninguno dijo nada, el fuerte estruendo de su mano estamparse contra su mejilla hizo a los presentes alarmarse.
Soojin comenzo a temblar mientras sobaba su mejilla y veía al rededor, todos la veían, sintió que el aire pronto se comenzaría a acabar y su mente jugando en su contra, la hizo creer que todos se burlaban de ella, las risas trituraban sus pobres oídos.

El hombre la tomó bruscamente de los hombros pegandola más a la pared, soojin lo veía asustada.

-¡maldita idiota! -soltó enojado mientras seguía moviendola bruscamente- ¿¡que mierda estas haciendo en vez de estudiar!?, ¡sabia desde el momento que me fui, que tu vida acabaría en un desperdicio, mira que no me equivoque!

Seojun apretó sus manos en puños, ¿quien era ese tipo y porque le hablaba así?, instintivamente trato de acercarse pero fue tomando del brazo por su mánager, quien le hizo una señal con la cabeza para que no fuera.

-¡no, no, vete! -grito la pobre chica mientras trataba de quitar las grandes manos de encima suyo-

-¡estos años sin mi mira lo que te han convertido! -las lágrimas de soojin brotaban sin parar de sus oscuros ojos- ¡ahora eres aún más inservible que antes! ¿¡Piensas que este tipo de trabajo realmente te dejara algo bueno!?

Otra bofetada se escucho, causando que la chica cayera hacia el suelo, su padre se puso a su altura jalandola del cabello para levantarla una vez más, solo para poder seguir repartiendo golpes en su cara.
Seojun miraba con enojo la escena mientras se giraba para ver a los demás, ¿¡por qué mierda nadie hacia algo!?

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