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Todo era incómodo, o tal vez raro, lamentablemente sojeon era el único sintiéndose así. Desde hace varios días no podía dejar de pensar en la forma en que gogo lo vio esa noche, su voz tan sería y directa, gogo era sería solo con cosas importantes o cosas que le importaran, nunca abría dicho lo que dijo solo por hablar. Suspiro bajo mientras acomodaba las tasas lavadas en su lugar, la campanilla de la entrada sonó, un nuevo cliente había llegado. Puso su mejor sonrisa y fue hasta la recepción, encontrándose a soojin parada frente a el, con una mínima expresión de seriedad, su cabello atado en una coleta floja y con un atuendo poco planeado, sus mejillas pintadas de un leve color carmesí y al mismo tiempo que había algo de sudor en su frente, la menor regulaba su respiración mientras veía a su amigo.
-soo, ¿estas bien? Hoy es tu día de descanso
-unos tipos estaban molestando a una chica así que les llame la atención -hablaba agitada- pero luego comenzaron a molestarme a mi así que pateé a quien parecía ser su líder y ellos comenzaron a perseguirme
El más alto se alarmó por esto, salió del pasillo de recepción y fue hasta su amiga, la miro de pies a cabeza, analizando que no tuviera ninguna herida, al verla bien solo chisto la lengua y se cruzó de brazos.
-¿porque hiciste eso?, esos tipos podían ser peligrosos
-eran unos patanes, debía dejarlos en su lugar -se defendió y fue hasta una mesa, tomando asiento seguida de sojeon- además esa chica se veía realmente asustada
-pudiste haber avisado a alguien más
-¿para que avisar a alguien más sobre algo de lo que podría haberme encargado yo?, además cuando me empezaron a seguir la chica corrió de ahí, si me preguntas quien ganó fui yo
Sojeon volvió a suspirar, sin evitar rodear las ojos. Su amiga era bastante impulsiva cuando algo le molestaba, recuerda como una vez la vio amenazar a un tipo en la entrada del cine porque le había levantado la voz a su novia frente a todos, eso le podía parecer bien a gogo, se la pasaba diciendo que soojin era adulta y sabía defenderse, pero para el, era un miedo constante que alguna vez su fuerza no fuera suficiente y le terminarán lastimando.
Dejó de lado su frustración, volvió a mirar a la menor y sonrió, sin duda alguna tenía a una chica realmente especial frente suyo, uno de sus atributos era ser valiente. Poso su mano sobre la cabeza de soojin, esto la sorprendió un poco pero no le molestaba, le gustaba que su amigo hiciera eso, le provocaba una cierta sensación bastante agradable en la boca de su estómago.
-aunque me asuste un poco, me alegra que no dejaras sola a esa chica -soojin sonrió- estoy orgulloso de ti
Y de nuevo ahí está, ese cosquilleo en su espalda.
El castaño se perdió en los oscuros ojos de su amiga, sin evitar recordar las palabras de gogo "solo no quiero verte sufrir si alguien se da cuenta de sus sentimientos antes que tú". Una corriente lo invadió, ¿que sentimientos eran los que realmente tenía por Kang Soojin?, no estaba seguro pero, justo ahí, sentados ambos el uno frente al otro, viéndose reflejados en sus miradas, sentía que no debía apresurarse a encontrar una respuesta, tal vez, la respuesta llegaría sola.
