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Taemin asintió con la cabeza distraídamente. Había cosas más importantes en qué pensar que preocuparse por unos vaqueros que estaban tan cansados que podrían caerse de sus monturas. No estaba enamorado de Minho. No podía estarlo. Además, él no esperaba precisamente que Taemin fuera corriendo a refugiarse en sus brazos. Por el contrario, había hecho todo lo posible por evitarlo.

Pero en aquel momento Taemin no podía descifrar los sentimientos de Minho. Los suyos propios lo habían cogido completamente desprevenido. Estaba enamorado de Minho. Lo había estado desde el momento en que lo vio en aquella fiesta. Era ésa la razón por la que había cruzado el salón para invitarlo a bailar. Eso no había tenido nada que ver con su enamoramiento de niño. Era la reacción de un joven al ver a un hombre que le parecía tan atractivo que había olvidado las enseñanzas de toda una vida. Quizás ésa fuese la razón por la que su cuerpo se sentía tan extraño cuando él estaba cerca. ¿Acaso todas las personas se sentían así cuando se encontraban junto a los hombres que les interesaban? ¡Dios santo!, pensó Taemin, aquello no podía ser verdad. No era posible que el quisiera enamorarse de Minho. Tal vez él reuniese todas las cualidades que el buscaba en un hombre, pero también condensaba todos los defectos que  más detestaba. Ninguna doncel en su sano juicio querría enamorarse de un hombre que representaba su peor pesadilla. Y el era un doncel en su sano juicio. Lo había planeado todo cuidadosamente.

Estaba allí porque no tenía otra alternativa. Había escogido a Minho porque era la persona más adecuada para llevarlo a Wyoming. Lo había seguido a todos lados porque creía que podría desaparecer detrás de cualquier colina si no lo hacía.

Era verdad que le había permitido besarlo y que le habían gustado sus besos, pero eso no significaba nada. Otros hombres le habían besado y también le había gustado que lo hicieran, pero eso no quería decir que estuviera enamorado de ellos. Aun así, no le quedaba más remedio que reconocer que Minho tenía una manera de besarle que lo hacía olvidar todos los demás besos. No permitiría que eso afectara a sus planes. Era un doncel pragmático y sensato. Sabía lo que quería, y también cómo conseguirlo. Dejaría que Minho le llevara a Wyoming. Le dejaría incluso ayudarle a montar su rancho, y a administrarlo si eso quería. Pero regresaría a San Louis en cuanto lograra recuperarse. Tenía algunas cuentas pendientes allí. ¿Y después? Probablemente se casaría. Quería tener una familia. Le aterraba la idea de quedarse solo. Planeaba rodearse de gente que nunca lo abandonara. Tendría una familia. Hacía mucho tiempo que había decidido qué clase de esposo quería exactamente. Repasó mentalmente la conocida lista de cualidades que debía reunir un hombre, sólo para descubrir que ésta ya no le satisfacía. El dinero aún era importante, así como la posición social y poder tener una mansión llena de criados. Y no hacía falta decir que su esposo tendría que adorarlo de manera incondicional.

Pero quería mucho más que eso. Su esposo tendría que ser alguien de quien el estuviera completamente seguro que lo protegería. La pobreza no era el único peligro que había en el mundo, y quería un hombre que pudiera mantener todos los riesgos a raya. Quería un marido a quien pudiese respetar, con quien pudiese hablar, que tuviera respuestas para sus preguntas. Aunque lo adorara, debía saber muy bien lo que quería. Debía ser un hombre fascinante. Tal vez incluso un poco rudo. Nunca más quería tener que arrear ganado, si bien debía reconocer que San Louis le parecería bastante soso después de esto.

Tendría que ser alguien muy seguro. Incluso algo agresivo. No permitiría que él lo dominara, pero se aburriría pronto si siempre supiera a qué atenerse. Si un hombre esperaba que le dieran permiso para coger lo que quería, entregarse a él perdía la mitad de su encanto. Después de todo, si Taemin no merecía que lo persiguieran de manera decidida, si el deseo que el inspiraba no hacía que un hombre se saliese un poco de los límites, entonces debía de ser que no lo amaba lo suficiente.

Taemin (Libro 3 - serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora