Capitulo V

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Después de no encontrar a Wei Ying, Lan Zhan y su hijo volvieron al Jinshi dónde los esperaban Lan Qiren, Lan Xichen y la doncella Lu.

Los juniors antes alborotados habían vuelto a sus habitaciones, y los ancianos hicieron una reunión de emergencia.

— Saca todas las cosas de ese cultivador demoníaco Wanji, las quemaremos. De ahora en adelante la doncella Lu estará viviendo aquí contigo en el Jinshi, asegúrate de darnos un heredero.

Lan Yuan tenía la necesidad de negarse a qué quemaran las cosas de su A-niang, pero al final decidió mantenerse en silencio, las reglas le prohibían hacer algo y la doncella Lu se sentiría más cómoda si no hubiese nada de Wei Wuxian cerca.

— De acuerdo Tío. - Lan Wanji ni siquiera puso resistencia, desde que había entrado por esa puerta sabía a lo que se atendía, y la doncella Lu estaba pegada él descaradamente -

— Bien, ahora que uno de los maestros desertó del clan. - Xichen carraspeo - Necesitaremos a alguien que pueda remplazarlo.

Su Tío, indignado hablo.

— ¿Wei Wuxian un maestro? ¡Él no le enseñaba nada bueno a nuestros discípulos! ¡Un cultivador descarrilado no sirve de nada, es inútil!

Nuestro Sizhui tenía ganas de replicar, de decir que él, su Xian-gege, era la persona más buena del mundo, pero nuevamente se mantuvo callado por el bien de las reglas.

En la mente de todos ahí, había una sola cosa.

Wei Wuxian va a regresar.

Lan Zhan lo pensaba cariñosamente, sabiendo que Wei Ying no tenía a nadie a quien acudir y que era su compañero de cultivo, su alma gemela.

Lan Yuan, también lo pensaba así, creía fielmente que solo era cuestión de días para que volviera y tomara el lugar que le corresponde a lado de su padre, un esposo. Después la doncella Lu sería nombrada Madame Lan pero pertenecería a él harem de Hanguang-jun, así, siendo no más que una concubina.

La situación era diferente para los otros tres.

La doncella solo pensaba en como deshacerse de las piedras en el camino, obviamente planeaba alguna emboscada para asegurarse que Wei Wuxian no se metiera en sus planes, una vez muerto seguro que no volvería.

Lan Huan en cambio, pensaba que había perdido al mejor maestro de la Recesos de las nubes, todos los juniors y discípulos estaban aprendiendo más con Wei Wuxian que con los demás maestros, pero por supuesto jamás lo admitiría en voz alta. En sí, confiaba y tenía fe en que su "cuñado" recapacitara con respecto al anulamiento del matrimonio y a dejar el título de madame Lan. "Sí, es seguro, él volverá, volverá porque aquí están su esposo e hijo" su pensamiento era ese.

Lan Qiren acariciaba su barba con astucia, por fin gracias a Dianxia, se había ido el demonio llamado Wei Wuxian, aquel que había llenado de ideas descabelladas a su sobrino. Estaba aliviado con esta situación, se deshizo de aquel revoltoso y a cambió tendrá a un heredero de sangre, un hijo de su sobrino. Más feliz no podía ser. "¿Que es lo que puede pasar?" Estaba satisfecho con como salían las cosas.

En la reunión de los ancianos se discutía el tema del anulamiento, llegaron al acuerdo de realizarlo a favor de Hanguang-jun y justificarlo con las reglas de su secta.

En la reunión de los ancianos se discutía el tema del anulamiento, llegaron al acuerdo de realizarlo a favor de Hanguang-jun y justificarlo con las reglas de su secta

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Después de casi cuatro días. El temor comenzó a inundar los corazones de Gusu Lan.

Los primeros en sentirlo fueron los discípulos más pequeños, aquellos que apenas se preparaban y formaban un núcleo. Pronto comenzaron a preguntar sobre su maestro Wei, la respuesta siempre fue la misma. "No se tiene ubicación o registro de él estos días"

Después siguieron el resto de los discípulos, aquellos a quienes no lograron engañar con esa excusa tan barata, nadie enfrentó a los ancianos, el líder de secta o a Hanguang-jun. Estaban aterrados con la idea de no volver a ver a su maestro favorito pero no había nada que hacer, aunque sabían el problema matrimonial que hubo, pensaban que se arreglaría. Estaban muy equivocados al creer eso.

Después siguió Lan Yuan y Lan JingYi, el primero ocultó su tristeza y se convenció así mismo que pronto vería a su A-niang, que él regresaría. Jingyi al no ser un discípulo reconocido no pudo hacer nada, en este punto comenzaba arrepentirse de no seguir a su mayor Wei.

Xichen y Qiren veían como los ánimos de los Recesos de las nubes estaban por los suelos. No le dieron importancia y pensaron que era lo mejor para todos.

Wanji y su mujer ignoraron el tema de Wei Wuxian, comenzaron todos los días a practicar y tratar que ella quedará embarazada, entre más pronto mejor.

Tres días sin Wei Wuxian comenzaron a verse como el infierno.

No había rastro de él, fue como si nunca hubiera pisado ese lugar. Sus cosas fueron reducidas a nada más que cenizas y su nombre fue borrado del registro familiar, en cambio el anulamiento les llevo más tiempo, pero se esforzaban en terminarlo.

Los conejos se vieron tristes cada día vez más. El silencio se volvió depresivo. Las caerías nocturnas dejaron de ser divertidas. Y la felicidad que antes había fue remplazada por anhelo y angustia.

Muchos se hicieron los ciegos y sordos, nadie hablo acerca de la infedelidad de Hanguang-jun pero era inevitable que el rumor corriera como pólvora, en Caiyi solo se hablaba de eso. Cada secta, pueblo o ciudad se enteró fácilmente y muchos estuvieron del lado de el cultivador en jefe, Lan Wanji.

En Yunmeng sus aldeanos cerraron conexiones, no se sabía porque, el secreto a voces es que Gusu Lan tenía el paso prohibido a muelle de loto.

Los líderes de secta se preocuparon con respecto a los túmulos funerarios y a quién de ahora en adelante mantendría controlado a el Patrica de Yiling.

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