Porque después de todo su título no fue en vano, el Patriaca de Yiling siempre él será.
[Con leer el primer capítulo se da una idea de lo que se quiere y de lo que pasará y también se advierten lo shipps]
Está historia es de mi completa autoría, no...
La barrera protectora había caído, los Recesos de las nubes estaban indefensos a cualquier ataque, por ello dos poderosos inmortales tomaron cartas en el asunto.
Boashan Sanren comenzó con furia, destruyendo todo a su paso sin que los discípulos pudieran detenerlo.
El caos reinaba.
Él podía sentirlo, en su sangre, en su alma, su pobre nieto estaba muriendo, por eso su llegada fue apresurada.
Comenzó derribando la capa protectora, el muro de reglas, los pilares que mantenían de pie las chozas.
Y siguió, pelando con los discípulos superiores pero sin hacerles daño realmente, solo dejándolos inconscientes y desmayados.
— ¡¿Cómo se atreve?! - grito un viejo hombre -
En eso habían llegado el consejo de ancianos a rodearlo, estaban en un espacioso jardín, uno muy hermoso pero que pronto se vería arruinado.
— ¿Cómo me atrevo? - susurro -
La lucha fue inevitable, las espadas chocando entre sí y la sangre salpicando era de esperarse.
— ¡De ahora en adelante, se recordará hoy como el día en que Gusu Lan cayó!
Apuñaló al viejo más cerca , su furia sobrepasaba los límites , se sentía desperado , angustiado. Le dolía el alma.
— ¡¿ Por qué ?! ¡¿ Por qué lo dañan ?! ¡ Les dí un ángel y lo asesinaron ! ¡ Él solo quería ser feliz en esta nueva oportunidad !
Los renombrados cultivadores estaban confundidos pero sin dar a ceder, uno de ellos habló con arrogancia.
— ¡ Si se refiere al demonio llamado Wei Wuxian, le digo que tiene un muy equivocado concepto sobre él ! ¡ Es un asesino, un cultivador demoníaco, un manga corta más asqueroso que cualquiera !
Y esa fue la gota que derramó el vaso...
Sanren se enderezó, en una postura firme, y envaino su espada.
— Esas fueron tus últimas palabras. - su voz fría resonó -
Y con ello invocó un gran rayo que cayó.
Todo aquel en ese jardín murió, excepto él.
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Luo Binghe llegó con desgano, estaba ahí solo por obligación sin embargo acepto las cosas y rápidamente se puso en busca del famoso Yiling Laozu, estaba ansioso de alguna manera como sí...
" Cómo si este fuera el día equivocado " - pensó -
Su aura demostraba su poder y también aquella peculiar marca en la frente, solo un tonto se atrevería a desafiar a un demonio celestial y sobretodo de está naturaleza, que no conocía el amor o piedad.
Durante su búsqueda alguien choco con él, era una persona encapuchada, sin darle muchas vueltas le apunto con Xin Mo.
