C28

2.9K 159 26
                                    

Narra Valeria:

¿Cómo te preparas?− Le pregunté a Amellie, quien se encontraba a un lado mío del coche sin dejar de mover su pierna producto de los nervios.

Bien, supongo −respondió no muy convencida.

−Bien nerviosa diría yo, ni Sacha se encuentra así− dije provocando que el mencionado se diera vuelta para mirarnos, ya que veníamos sentadas en la parte de atrás del auto.

Es que Ame se pone nerviosa por los dos, aunque debo confesar que también estoy un poco nervioso

−Lo harás bien− respondió Amellie, mientras intentaba darle un abrazo rodeando con sus brazos el asiento hasta llegar a Sacha.

Sin duda amaba la amistad que ambos habían forjado en un lapso tan corto de tiempo, más allá de lo laboral. Desde que Sacha había conocido a Amellie se lo notaba más motivado, suelto y enfocado, tal vez por el simple hecho de tener a alguien de su misma nacionalidad, que lograba entender en carne propia el desarraigo y la soledad en un país completamente diferente, además de que Ame lo acompañaba y lo apoyaba de la forma más pura y desinteresada que alguna vez haya podido notar en una persona.

Y fue por ese mismo motivo, que me animé proponerle ser partícipe de este nuevo proyecto, que aún estaba en veremos pero que sabía que con mis ideas y su ayuda, ambas íbamos a lograr grandes cosas, tal vez mejores de las planeadas.

El freno del auto y su consecuente movimiento provocó que saliera de mis propios pensamientos, para bajarme del mismo y empezar así un extenso pero movido día. Hoy había decidido comenzar más temprano para acompañar no solo a mi hermano, sino también a Sacha debido a que esta era una carrera más que importante para él, por lo que me sumé al equipo y juntos comenzamos nuestro camino hacia los garajes.

Gracias por estar− soltó el piloto mientras ambas no nos resistíamos a sus palabras y lo rodeábamos en un abrazo.

−No digas mamadas Mary Jane − solté tratando de cortar con el momento sentimental, debido a que yo en estas cuestiones era bastante reacia, dura y seca, mientras que Amellie era todo lo contrario a mí, y tal vez por ese mismo motivo desde un primer momento supimos complementarnos.

Siempre, ahora a correr− respondió la Argentina en tanto ambos realizaban un saludo.

Sacha se perdió no solo para cambiarse, sino también para comenzar a ultimar detalles junto con los ingenieros, en tanto nosotras nos sentábamos en unas banquetas a esperar, mientras observábamos la previa de la carrera por el televisor.

−Espero que salga todo bien y por fin se le de esta oportunidad, Sacha se lo merece más que nadie− soltó Amellie luego de que ambas habíamos estado un largo rato en silencio.

Corrección, ambos se lo merecen, y estoy segura de que así va a ser

−¿Y por qué estas tan convencida?

−Porque siento la suerte de nuestro lado− solté mientras corría mi vista a un lado para observarla detenidamente para ver si ella lograba captar a que me refería exactamente.

Sentía la mano de Amellie unida a la mía con demasiada fuerza, mientras que la otra estaba fuertemente aferrada a la bandera Argentina que cubría toda su espalda. Me permití observar como aún hacía el esfuerzo por mantener la calma y no derramar ninguna lágrima, pero convengamos que al escuchar las palabras de la transmisión, todas esas emociones fueron imposibles de controlar ya que comenzaron a manifestarse aún más a flor de piel.

Línea final | Lando Norris | Trilogía F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora