Línea final | Lando Norris | Trilogía F1

C9

Miércoles 13 de Agosto de 2020, Londres.

Narra Amellie:

Ingresé alegremente al trabajo, saludé a Marc e intercambiamos algunas palabras como de costumbre, para luego irme directo a mi oficina. Hoy era uno de los días claves, ya que debíamos preparar a Sacha para mañana, debido a que comenzaría con los testeos para un próximo fichaje.

La información de un posible equipo me seguía siendo confidencial, no porque no confiaran en mí, sino porque según Jon, la FIA quería mantener los futuros cambios al margen, lo cual me daba aún más nervios ya que no sabía que podía llegar a pasar, aunque la gente comenzaba a realizar las típicas especulaciones.

El ruido que realizaban las llaves al abrir la puerta de mi oficina se vio interrumpido por un fuerte estornudo que me hizo sobresaltar, ya que pensaba que estaba sola. El mismo provenía de la oficina de Jon, indicando que el ya había llegado, por lo que tomé una gran bocanada de aire y me armé de valor para poder enfrentar la situación, y retomar así la conversación que habíamos tenido el día de ayer.

Golpeé y al escuchar un "Pase" seguido de otro estornudo, ingresé sin perder tiempo encontrándome con un Jon con la nariz toda roja, y algunas ojeras que indicaban que no había pasado una muy buena noche.

−Buen día Jon, ¿Qué te pasó?, te ves fatal − Dije mientras lo miraba preocupada.

−La próxima vez... -Hizo una pausa ya que otro estornudo se asomaba- Busquemos un mejor lugar para charlar -Soltó mientras se sonaba la nariz.

Y ahí entendí todo, la charla bajo la lluvia y el siguiente viaje todo mojado a su casa, le había provocado que hoy estuviera con las defensas muy bajas, por lo cual me hacía sentir un poco culpable, ya que por mí se encontraba en esas condiciones.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por él, quien rezongaba porque se había quedado sin pañuelos, por lo que sin pensarlo dos veces comencé a sacar varias cosas de mi mochila y le entregué un paquete completamente cerrado.

Él lo tomó o más bien prácticamente se abalanzó sobre el paquete, mientras que yo me tomé el atrevimiento de comenzar a prepararle un té bien caliente, para reparar en parte lo que le había causado.

−Ten, esto te va a hacer bien -Dije colocando la taza justo en frente de él.

Y sin dudarlo él la tomó, mientras que yo me sorprendí y me fue inevitable no acotar algo ante la situación.

−Si que estas mal, vos tomando té con lo que lo odias -Hablé y Jon sin dejarme lugar a agregar más nada me respondió.

−No lo odio, solo que me sienta a agua sucia y por eso no lo elijo - Explicó con su voz toda tomada producto de su garganta inflamada.

−El té lo cura todo, aunque en estos casos no hay nada mejor que una sopa casera bien calentita -Agregué.

− ¿Cocinas? -Preguntó instantáneamente.

−Si, y no sabes lo rica que me sale - Solté sin pensar en la posible respuesta.

−No lo sé, tendría que probarla -Dijo sin anestesia, para luego tomar un gran sorbo de té y acto seguido llevar sus dos manos a su frente.

Por mi parte cambié de tema radicalmente para tratar de salir del pozo en el que me había metido, y al ver que su cara no mejoraba decidí seguir con mi intervención, aunque lo que no sabía era que me terminaría hundiendo cada vez más.