Narra Lando:No sé cuantos segundos estuvimos así, uno frente al otro, mirándonos, hablándonos sin hablar, sintiéndonos sin tocarnos, convirtiéndose estos actos tan simples en algo tan recurrentemente hermosos entre nosotros. Su boca estaba a escasos centímetros de la mía, siendo el intercambio de nuestras respiraciones lo que daba calor al frío del momento.
El verde de mis ojos era el alimento de los suyos, los cuales estaban apagados en tanto sus lágrimas brotaban sin cesar, para luego continuar su recorrido rodeando sus mejillas, pero fueron mis manos las que llegaron para limpiar cada una de ellas.
Mis dedos pulgares fueron los primeros en tomar contacto con la piel de su rostro, lo que provocó que ante mi toque su cuerpo se estremeciera y su respiración se cortara por un instante debido a la sorpresa. Pero ante mis caricias su llanto no cesó, sino más bien fueron el lugar seguro para que ella pudiera desahogarse completamente de una vez por todas.
− Ojitos, ¿Por qué lloras?
Pregunté, aun sabiendo que mi pregunta era demasiado tonta y de que no iba a tener respuesta de ella, pero aun así no me iba a dar por vencido porque necesitaba ayudarla, o más bien quería, pero por sobre todas las cosas porque estaba dispuesto a hacer todo lo posible para no volver a verla así jamás.
− ¿Alguien te hizo algo?
Insistí por segunda vez, y si bien su boca no respondió, fueron sus ojos los que me dieron la respuesta que estaba buscando. Su mirada se agachó, mientras que de ella continuaban cayendo lágrimas sin cesar, al mismo tiempo que podía notar como su respiración se volvía cada vez más pesada, y en consecuencia su pecho subía y bajaba de una forma poco usual que provocó que me alarmara.
Se notaba como el aire ingresaba entrecortadamente con mayor dificultad hasta el punto en el que pensé que se iba a quedar sin respirar, en tanto los nervios provocaban que el temblor se su cuerpo se hiciera más notorio. Y al verla así tocando fondo me hizo revivir en carne propia la misma imagen que muchas noches tuve la desgracia de ver frente al espejo de mi habitación.
Ella se encontraba delante de mí, vulnerable, con miedos, con ganas de gritar tantas cosas y a la vez no poder, buscando desesperada y silenciosamente ayuda, siendo eso el vivo reflejo de lo que yo mismo había vivido años atrás.
Esos recuerdos provocaron que un motón de sentimientos surgieran a flor de piel, nada buenos debo decir, pero aún así dentro de todo lo malo estaba agradecido porque siempre había tenido a alguien al lado, ayudándome, escuchándome o que simplemente estando ahí para tenderme una mano o darme un abrazo cuando sentía que todo el mundo caía a mi alrededor.
Pero si miraba alrededor de Amellie el único que se encontraba allí era yo, por lo que sin siquiera dudarlo un segundo solté su rostro y rodee su cuerpo con mis brazos atrayéndola hacía mi, provocando que ella quedara sentada encima de mis piernas.
Y ante un simple acto como ese, ella se terminó de romper por completo, como si eso fuera aún más posible, siendo ahora su cuerpo el que se acurrucaba sobre mi pecho, para adoptar una posición fetal en tanto mis brazos la aferraba aún más a mí.
Intenté obviar el simple hecho de que tenía su cuerpo justo encima de mi virilidad y más aún cuando sentía que la misma creía sin poder controlarla, pero escuchar su llanto incesante provocó que borrara inmediatamente esos pensamientos de mi cabeza, para concentrarme en lo realmente importante, ya que para que llegara ese momento teníamos tiempo de sobra.
Con una de mis manos comencé a acariciar su espalda, en tanto intentaba realizar un ejercicio de respiración para que ella se acoplara, pudiendo así calmarla lenta pero efectivamente, y así fue. Poco a poco comenzó a controlar su respiración provocando que el aire caliente chocara contra la piel libre de mi cuello haciéndome estremecer, y sus lágrimas fueron disminuyendo aunque el sentimiento de tristeza aún seguía arraigado en ella.
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Línea final | Lando Norris | Trilogía F1
FanficLibro I de la trilogía F1. "Y sin apartar mi vista me paré allí, sintiendo como mi corazón latía fuertemente esperanzado, mientras que mi cuerpo esperaba ansiado que cruzara la linea final" Prohibida su copia o traducción.