C40

2.6K 110 42
                                    


Narra Amellie:

Sábado 20 de Marzo 2021, Londres.

Sin dudas el viaje había resultado mejor de lo pensado, y ahí entraba en juego la frase que siempre había usado hasta ahora como filosofía de vida ..."Las mejores cosas son las que no se planean".

La improvisación, el dejarnos llevar para conocer nuevos lugares, nos permitió explorar nuevos rincones de nosotros mismos, y así terminar de consolidar esa unión especial que sentíamos.

Creo que es hora de volver − dijo Lando mientras me abrazaba por detrás, en tanto ambos manteníamos la vista en el horizonte.

El sol se ocultaba y sus rayos, se reflejaban en el agua en calma de aquella playa a la cual nos habíamos escapado. La misma quedaba a varios kilómetros de Glastonbury, los cuales sin duda habían valido completamente la pena recorrer.

Me encantaría quedarme acá para siempre − respondí aferrando mi mano a la suya.

¿Por qué?

Por la serenidad, por la paz, por la compañía − finalicé para inmediatamente sentir como los labios de Lando se apoderaban de mi mejilla.

Como escribió mi mamá en ese carta, uno siempre puede volver a esos lugares en los que fue feliz− susurró en mi oído.

¿Y si no podemos?... −pregunté dejando salir la preocupación constante que vivía en mi, pero al ver el rostro de Lando supe que debía aclarar la situación − Digo nos espera un largo año, ¿En que momento se supone que volveremos?

No lo sé amor − soltó naturalmente mientras yo me daba vuelta para mirarlo y notar como sus mejillas se habían ruborizado levemente − Pero lo que si se, es que a donde vayamos vamos a crear nuevos recuerdos juntos

Y ante sus palabras no me pude resistir en tomar su rostro con mis manos, para acto seguido pegar su frente con la mía provocando que nuestras narices comenzaran con ese juego que me encantaba, para que finalmente nuestros labios se rozaran finalizando en un beso cargado de sentimientos.

El mismo duró uno cuantos segundos, ya que Lando decidió romperlo para continuar con la conversación, en donde su rostro reflejaba que se le había ocurrido una gran idea.

Sabes Ame, creo que encontré la forma en la que podamos volver a este sitio siempre que queramos− habló muy convincente.

− ¿Y eso sería?

Solo quédate aquí

Su cuerpo se separó del mío, provocando que al apartarse todo mi ser sintiera un vacío momentáneo. La curiosidad de saber lo que estaba planeando me ganó, por lo que me di vuelta para ver como Lando trataba de acomodar su celular en una gran roca, y maldecía en el intento.

Me fue inevitable no reírme ante esa situación, y la carcajada salió aún más fuerte al ver como él venía corriendo a mi encuentro, haciéndome sentir completamente plena.

Comenzamos a jugar como dos niños en la arena, en tanto peleábamos con nuestros hoddies, mientras que a lo lejos se escuchaba el ruido del celular captando los momentos en forma de fotos.

No sé cuanto tiempo pasó, pero al ver que la oscuridad cayó por completo a nuestro alrededor supe que era hora de volver, y ponerle fin a este maravilloso viaje del que sin dudas no me iba a olvidar jamás.

Lando acopló su pecho contra mi espalda, siendo una costumbre entre nosotros como si ambas partes fueran los polos opuestos de un imán, que a pesar de la distancia se atraían. Y desde esa posición comenzamos a contemplar las imágenes que la cámara había captado, en el mejor escenario que podríamos haber elegido, bajo el cielo estrellado.

Línea final | Lando Norris | Trilogía F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora