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Los días siguientes estuvimos ocupados. La operación de Yanli salió bien, a pesar de las complicaciones, ahora solo debíamos esperar a que su cuerpo reaccionara de forma positiva. El doctor nos dijo que ella debía despertar en los siguientes días, pero que debíamos tener paciencia.

Después de asegurarnos de que todo estaba bien, regresamos a trabajar. Mi jefe estaba molesto aunque me dejó seguir trabajando, de hecho, el bar se volvió bastante maternal en torno a mi. Los otros meseros se aseguraban de que no discutiera con los clientes, uno de los guardias siempre estaba pendiente de mi y sobre todo, mi nombre fue borrado de la lista de habitaciones.

Al menos el dinero que gane me ayudó a cubrir parte de la deuda con el doctor, también use una parte para pagar el departamento.

Lo más importante, fui al médico.

Según los estudios, tenía alrededor de mes y medio, justo el tiempo que había pasado desde mi noche con Xichen, todavía estaba a tiempo de interrumpir el embarazo pero, no había tenido nada de tiempo para pensarlo.

Había continuado con mis días de forma normal tratando de ignorar que debía tomar una desición pero debía hacerlo, antes de que fuera tarde.

Esta noche, regresaría primero a mi apartamento y descansaría un poco, los últimos días me había sentido un poco mal, empezando por los vómitos y el estrés, estaba cansado.

Wei Ying se había quedado en el hospital con Yanli mientras yo regresaba a descansar. Su motocicleta había quedado arrumbada en el estacionamiento, según el, vería que hacer con ella hasta que tomara una desición, sospechaba que si decidía seguir con el embarazo iba a venderla, pero no podía permitir eso, era lo más preciado que tenía. Algo suyo.

Cuando llegue a nuestro edificio, un auto negro se estacionó en la entrada. Nunca lo había visto, se veía bastante lujoso y para ser sincero, me dio un poco de miedo.

Acababa de cerrar la puerta cuando alguien llamo. Maldije por lo bajo, lo último que quería era que la mujer de la renta me empezará a cobrar de nuevo.

Llamarom de nuevo, pero antes de abrir la puerta sentí un escalofrío. No era la mujer de la renta, ella ya hubiera dicho mi nombre. Decidí mirar por la mirilla, un hombre de traje negro esperaba en la puerta, de nuevo tocó y me aleje.

Dudando, puse la cadena de la puerta y abrí, al menos creía que eso detendría a cualquiera que quisiera entrar a la fuerza.

–¿Quién es?– Pregunté lentamente, con desconfianza

–Buenas tardes, ¿Es usted el señor Jiang?– Pregunto con voz profunda

–¿Qué sucede?– Volví a preguntar

–Dejate de tonterías– Hablo alguien detrás– Lan Qiren, el tío de Xichen, quiere verte

Era Jin GuangYao, que hizo a un lado de forma grosera al tipo de negro. Al verme, de nuevo sentí ese asco viniendo de el. Era recíproco.

–Rompiste tu promesa– Dijo mirándome– Y hasta lograste quedar en cinta, sabía que solo buscabas dinero

Molesto, abrí la puerta por completo y lo enfrente, resistiendo el impulso de golpearlo

–Vuelve a decirlo, imbecil– Lo rete, acercándome a el

El tipo de traje en seguida se interpuso entre nosotros, protegiéndolo

–Yo no lo busque, el me persigue en cada oportunidad que tiene– Dije con amargura

–Se la clase de hombre que eres, una pequeña...

–GuangYao– Detuvo de inmediato sus palabras, mirando al hombre de barba detrás de el– ¿Qué sucede?

–Nada señor Qiren, solo estaba hablando con el. Al parecer, no me tiene mucha confianza

Una Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora