15

1.9K 296 25
                                    

–¡¿Por qué me pegas?!– Pregunto con enojo, aunque duro muy poco cuando comenzó a reír de nuevo

–¿Qué le dijiste a Xichen?– Pregunté casi gritando

–Solo le di un pequeño consejo, que no sea tan duro contigo. ¡Eso es todo, lo juro!

–¡Pues no funcionó!, No quiero que vuelvas a decirle tonterías, y más vale que hagas que se aleje de mi, ¿Viste eso?– Pregunté apuntando hacia el lugar donde estábamos– ¡Me atacó!

–Ay, por favor Jiang Cheng, es claro que estabas disfrutando mucho de lo que sucedía. No te vi para nada asustado– Dijo poniendo los ojos en blanco– Mejor acepta que te mueres por sus huesitos

–¡Ya te dije que no es así!

–Lo que digas, maldito gruñón. Pero te apuesto a que si Xichen llega a acercarse a ti, no serías capaz de rechazarlo.

–Wei Ying, ya sabes lo que pienso sobre eso

–¿Vas a seguir con esa tontería?, Aquí el único imbecil eres tú, ¡Date cuenta de la oportunidad que tienes!

–¿Sabes que?, Mejor vete antes de que vuelva a golpearte– Lo empuje, mientras el seguía quejándose

Cuando logré que saliera de la habitación, me deje caer al suelo, suspirando y por fin analizando lo que había ocurrido. Wei Ying tenía razón, no iba a ser capaz de rechazarlo.

En verdad quería besarlo.

Mordí mis labios al recordar lo cerca que estuve de hacerlo, la sensación de su aliento, el calor que emanaba de su cuerpo. Era irresistible.

Después de pensarlo por largo rato, comencé a reír. ¿De verdad debía dejarlo pasar? El trato era tener al bebé y después desaparecer, si me involucraba con Xichen, mientras no se enterará, podría irme sin decirle nada.

Iba a hacerlo estuviéramos juntos o no, ¿Por qué no cruzar la línea?

Pero después deseche la idea, había demasiados riesgos, sobre todo para mí. Así que decidí enterrar la idea en lo más profundo de mi mente.

Más tarde Wei Ying regreso y por fin me entrego el supuesto regalo que traía, era una pequeña caja con algunas ropas. En el momento que las saque la garganta se me seco, viendo el tamaño tan pequeño.

Era ropa de bebé, color blanco. Un pequeño traje con algunos detalles en color morado. Fue hasta ese momento que fui consiente de todo, de que realmente estaba embarazado y tendría un bebé, que todos esperaban para verlo, sentirlo.

–Es lindo– Dije en voz baja, acariciando la pequeña ropa

–Sabía que sería bonito, y tambien nuestro jefe te mando algo. ¡Mira!– Saco entonces un paquete más pequeño, que al abrirlo contenía un par de zapatos blancos

Estos tenían detalles en color azul

–¿Cree que será niño?– Pregunté suavemente

–Si, no hace más que hablar sobre el niño que tendrás. Deberías ir a verlo, solo para agradecer

–Tal vez, antes de que sea demasiado enorme para caminar

–Uy si, ya te veo más gordo

–Cállate, solo yo puedo decirlo pero es verdad que necesito comprar ropa. Ya no me queda– Dije avergonzado

–Bien, vayamos mañana y después podemos ir a ver al jefe. Todo en un día

–Buena idea, me sorprende que a veces si pienses– Me burle de el

Una Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora