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–¿De verdad tenemos que limpiar todo esto?– Pregunto Wei Ying en cuanto entramos

El restaurante había estado bastante abandonado, el polvo cubría las mesas y las sillas, Wen Gao había limpiado un poco pero aún así era bastante trabajo solo para 6 personas, incluido un embarazado y un anciano.

–Llamare a Huaisang para que nos ayude– Dijo Wei Ying con una sonrisa

–Yo llamaré a los chicos, les diré que Xichen les pagará 4 días de salario por unas horas– Wen Gao lo dijo, sin siquiera preguntar si estaba bien

–Wen Gao te dejará en bancarrota– Comento ZiXuan a Xichen, que solo sonrió

–Mientras me deje tener a Jiang Cheng, le daré toda mi fortuna– Dijo a modo de broma, mientras abrazaba mi cintura

–Ugh, eso fue demasiado cursi– Dije poniendo los ojos en blanco aunque me había encantado escucharlo

Wen Gao era como mi padre, y Xichen necesitaba el permiso de el... Era romántico

–Esta parte no está tan desordenada, el camión con algunos trabajadores llegarán en una hora para comenzar a levantar– Comenzó a decir Xichen– La parte importante de la que debemos encargarnos nosotros es la bodega

–Así es, tengo varios recuerdos ahí– Wen Gao camino con todos detrás de él

Nos llevo por un pasillo, que reconocía demasiado bien. Aquí estaban las habitaciones, dónde dábamos nuestro servicio. Al parecer había derribado algunas paredes para dejar solo dos habitaciones, una seguía siendo igual y la otra mucho más grande.

No sabía porque pero, la habitación que me perteneció por algunos meses era la que estaba intacta. Sin resistir mi curiosidad entre para verla, aunque lo único que había era la vieja cama con varias cajas dentro.

Era como un pequeño armario, dónde había guardado parte de la utilería que utilizábamos. Las cajas estaban etiquetas por nombres, así que abrí la que tenía el mío, encontrando el viejo traje morado que utilice. Estaba bastante bien conservado, igual de brillante que hace casi 14 años.

–¿Jiang Cheng?– Me llamo Wei Ying– ¿Encontraste un tesoro?

–Eso creo, ¿Crees que todavía me quedé?– Pregunté levantando la ropa para que viera

–¡No puede ser! ¿Aún los conserva el viejo?– Levantó la caja con su nombre y saco su propio traje negro– ¡Mira esto! Se ven iguales, ¡Mira, también está mi disfraz de conejo!

Tenía razón, las cajas tenían la ropa que cada uno utilizo mientras estuvimos trabajando. Estaba la caja de Huaisang y de otros dos de quienes no reconocía los nombres. Las demás cajas solo tenían mantelería y otras cosas.

–¿Encontraron las cajas?– Pregunto Wen Gao entrando a la habitación

–¿Por qué aún tienes todo esto?– Pregunté mientras seguía revisando

–No lo sé, los demás siempre se llevaron sus cajas, menos ustedes. Tal vez siempre los estuve esperando– Dijo llegando a nuestro lado– Ustedes no tenían muchos trajes

–Que injusto, yo merecía más– Se quejo Wei Ying

–Huaisang fue el único que tuvo casi 10 trajes diferentes, y eso no fue gracias a mi– Dijo a la ligera

–Cierto, a ti Mingjue te amenazó– Comencé a burlarme

–Ese hombre da mucho miedo– Recordó Wen Gao con un escalofrío– Estaba seguro que me mataría por profanar a su hermanito

–Tuviste mucha suerte

Escuchamos ruidos de algunas cosas moviéndose. Deje la caja aun lado y salí a verlos, ZiXuan levantaba algunas cajas rotuladas con enormes letras negras escritas

Una Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora