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–A-Cheng, no llores...– El cuerpo de Xichen envolvió el mío

Con cuidado se sentó en la cama, sin dejar de abrazarme hasta que me acurrucó contra su pecho. Me sentía como un niño pequeño, mientras no dejaba de llorar. El solo me susurraba que todo estaba bien y acariciaba mi espalda, sin presionarme o reprocharme algo.

Fue hasta mucho después que por fin deje de llorar

Xichen jugaba con mis manos, tocando mis dedos, mirando mis uñas y besandola de vez en cuando. Limpie mis ojos con cuidado, Xichen de nuevo espero que hablara. El siempre esperaba por mi.

–Salio positivo– Dije limpiando un poco mi nariz– Y estoy muy asustado

–Lo sé cariño

–Tengo mucho miedo Xichen, no debería tenerlo. Fui un horrible padre para JingYi

–Ambos lo fuimos A-Cheng, yo también cometí muchos errores con el

–Exacto, y no quiero cometerlos de nuevo– Cubrí mis ojos con un poco de frustración, mientras un pesado suspiro salía de mi

–No lo haremos Jiang Cheng... Haré lo que tú me digas

–Si, eso también lo sé– Dije mirándolo, tome su mano y en un impulso la puse sobre mi vientre– Estoy asustado... Pero quiero intentarlo

–¿Intentar...?– Xichen se quedó completamente inmóvil, su rostro se puso pálido rápidamente

–A pesar de saber que fui un pésimo padre, quiero hacerlo de nuevo. Quiero... Cambiar esos recuerdos que tenemos Xichen, ahora que ambos estamos en una situación diferente. No quiero equivocarme de nuevo, y por eso tenemos que estar juntos en esto– Apreté su mano un poco, sintiendo mis labios temblar– Quiero disfrutar mi embarazo, sin preocupaciones... Contigo y con JingYi...

–A-Cheng...– Xichen bajo la cabeza, mientras sus hombros comenzaban a temblar

Estaba llorando, con la respiración agitada mientras sentía su mano apretarse contra mi. Ambas manos llenaron mi vientre, como si estuviera sujetando lo más valioso que tenía. El llanto de Xichen era fuerte, desesperado, pero lleno de felicidad. No pude hacer más que tratar de consolarlo, acariciando sus manos como el lo hizo conmigo. No tenía idea de mi desición y aún así nunca dudo, me sostuvo.

–¿Estás seguro de esto?– Pregunto con la voz ahogada– N-No quiero que sea una carga, quiero que seas feliz... Por favor Jiang Cheng, ¿De verdad quieres hacerlo?

–Si quiero, Lan Xichen. Quiero tener a este bebé a tu lado, quiero disfrutar cada etapa que nos perdimos hace 13 años. Está vez quiero hacerlo bien

Xichen junto su frente con la mía, ahora cerrando los ojos. Me beso, de forma tierna y después sonrió, en medio de las lágrimas.

–Gracias– Murmuró cerca de mi– Muchas gracias, A-Cheng

–No podemos equivocarnos, ¿Entendiste? Tienes que apoyarme, aunque te diga que no quiero, tienes que abrazarme cuando me sienta mal... Y comprarme todo lo que quiera, a menos que haya comido demasiado– De nuevo comencé a llorar, mientras le daba todas las indicaciones que quería– ¡Y jamás dejes que se coman mi pastel!

–Si, por supuesto que sí, haré todo por ti– Se aferró aún más fuerte a mi, sin dejar de sonreír– No voy a dejarte ir... No volveré a dejarte solo

–¡Más te vale!– Pero era imposible que dejara de llorar en ese punto

Me acuno en sus brazos hasta que de nuevo me calme y después se recostó. Me mantuvo entre sus brazos, hasta que ambos nos quedamos dormidos

Una Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora