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Me dolía la espalda, algo presionaba con fuerza y sentía el pecho pesado, casi no podía respirar. Abrí los ojos, sintiendo mi cuerpo sofocado.

Xichen tenía el brazo alrededor de mi y metiendose debajo de mi espalda estaba un cuerpo más pequeño, arrastrándose cada vez más. Estaba atrapado entre los dos, no podía moverme en absoluto, mientras ellos se enredaban más y más conmigo.

Me removí inquieto pero JingYi solo subió su piernas sobre mi y Xichen solo apretó su agarre, dejándome aún más inmovilizado. Solté un suspiro pesado, tampoco ayudaba para nada a mi estado que la cintura me doliera después de la noche que tuve con Xichen. Era horrible.

Me moví con cuidado, tratando de empujar a ambos pero era imposible. Pesaban demasiado, así que me quedé en esa horrible posición. JingYi se movió de nuevo, buscando aferrarse más a mí. Sentí cosquillas en el estómago al verlo.

–Jiang Cheng– Wen Gao tocó la puerta– El desayuno está listo

–Ya voy– A pesar de mi respuesta, Wen Gao tocó la puerta de nuevo, está vez más fuerte– ¡Ya voy!

Xichen se removió entonces, despertando por fin. Al contrario, JingYi solo se acurrucó aún más, apretándome.

–Buenos días– Hablo Xichen, aún con los ojos cerrados– ¿Qué hora es?

–Creo que son las ocho– Respondí buscando mi teléfono

–Tengo que irme a la oficina– Dijo por fin mirando a JingYi– ¿Qué hace aquí?

–No lo sé, estaba aquí cuando desperté

–Es... Muy bueno– Xichen sonrió, acariciando el cabello de JingYi– De verdad es algo... Muy bueno...

–¡Jiang Cheng el desayuno!– Se escuchó el grito enojado de Wen Gao

–Debemos ir o entrara a golpearnos– Dije con una sonrisa– Ayudame a moverlo...

–No– Escuché entonces que hablo– Quiero estar así un rato más

–¿Estás despierto?– Pregunté confundido

De nuevo se quedó en silencio, haciendo que riera.

–Xichen, creo que deberías salir y decirle a Wen Gao que sigo durmiendo– Dije en voz baja, a lo que asintió suavemente

–Bien, iré a sacrificarme– Beso mi mejilla y después se levantó

Le indique donde podía encontrar algunas cosas para lavarse y después de vestirse salió de la habitación, dejándome a solas con un silencioso JingYi. Seguía fingiendo dormir, pero no dije nada, solo acaricie su cabello.

–¿Estás bien?– Pregunté después de un rato

–Lo estoy– Hablo suavemente– Solo quería estar así

–Bien

–¿Tu de verdad me amas?– Pregunto entonces, provocando que mi pecho doliera

–Te amo desde la primera vez que te vi– Dije siendo sincero– Me equivoqué, creyendo que era lo mejor para ti si me iba. Pagaste por los errores que cometimos tu padre y yo, y me arrepiento de todo, menos de tenerte JingYi, porque eres lo más hermoso que he tenido alguna vez.

–¿Estarás conmigo ahora?– Su voz sonaba quebrada, mientras aguantaba las ganas de llorar

–Si me permites hacerlo, estaré contigo para siempre a partir de ahora– Respondí– No puedo recuperar el tiempo que no estuve pero, te prometo que me esforzaré por darte todo el que me queda. No me importa si te hartas de mi, voy a estar contigo

Una Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora