Una Noche

42

JingYi siguió llorando y acusándome, gritando y sacando todas las emociones que había reprimido. Yo esperaba en silencio hasta que se calmara, simplemente escuchándolo. Xichen también estaba ahí, se quedó en la puerta para evitar que alguien entrara, sobre todo porque no quería interrumpir.

Después de algunos minutos, el llanto por fin comenzó a disminuir. Hipo suavemente, hasta que se convirtió en una suave respiración, el sonido de su moco sorbiendo me hizo sonreír.

–¿Estás tranquilo?– Pregunté en voz baja

El solo asintió, arrugando su rostro como si quisiera llorar de nuevo

Me senté a su lado en la orilla de la cama, todavía sin tocarlo. El me miró, con sus ojos empañados de lágrimas, hinchados y rojos. Su nariz también estaba rojiza, su pequeño rostro se veía lindo y tierno.

–JingYi, ¿Puedes perdonarme?– Pregunté 

–No– Respondió, y al momento siguiente me abrazo, volviendo a llorar– No voy a perdonarte

–Bien, entonces preguntaré hasta que lo hagas– Respondí sonriendo, envolviendo a mi pequeño en mis brazos

El olor de su cabello me calmo, me sentía tan agradecido de que lo tuviera en mis brazos. Entendía sus sentimientos, era igual a mi, siempre tratando de ser fuerte pero tan frágil por dentro, pero al mismo tiempo me recordaba a Xichen, era tan amable y compasivo. Su corazón no permitía que me odiara, porque a pesar de todo, sentía que me amaba, a pesar de mentirle el me quería. Eran sentimientos y emociones demasiado complicadas para un niño, que ni si quiera se entendía a si mismo.

Llamaron a la puerta en ese momento, provocando que JingYi se alejara de mi, limpiando con vergüenza sus lágrimas. Xichen abrió la puerta para ver quién era, la pequeña cabeza de Jin Ling se asomo, con SiZhui detrás de él.

–¿Puedo pasar?– Pregunto, para después fruncir el ceño– ¿Estás llorando?

–¡No estoy llorando!– Dijo JingYi a la defensiva, desviando la mirada

–¡Claro que sí, tienes mocos!– Se defendió Jin Ling

–Jin Ling, no molestes a Lan JingYi– Regañe a mi sobrino suavemente, que hasta ese punto se dio cuenta que estaba ahí

–¡Tío Cheng!– Corrió en mi dirección, olvidando por completo el permiso que acababa de pedir– ¿Qué haces aquí?

–Solo vine a visitar a JingYi– Respondí acariciando su cabello

JingYi frunció el ceño de nuevo al verme acariciar a Jin Ling, con un suspiro decidí detenerme. Tal vez era demasiado pronto para actuar de forma tan familiar.

–Me tengo que ir– Dije entonces, provocando que JingYi desviará la mirada– Gracias por escucharme, te veré más tarde

JingYi no respondió, en su lugar SiZhui se acercó a el. A pesar de estar molesto conmigo y sus padres, SiZhui me saludo brevemente y después comenzó a hablar con JingYi y mi sobrino. Mediando entre ellos para que dejarán de discutir.

Afuera de la habitación, Yanli y Wei Ying esperaban. Al verme trataron de sonreír pero nada podía aligerar la situación.

–¿Quieres que te lleve?– Pregunto Wei Ying, a lo que solo negué

–No, necesito volver con Wen Gao. Debe estar preocupado por toda la situación

–¿Pudiste hablar con el?– Pregunto mi hermana

–Si, después les contaré la situación. Por ahora quiero irme a descansar– Dije suavemente, para después alejarme

–¡A-Cheng!– Xichen me llamo, caminando hasta llegar a mi lado– Déjame llevarte