𝑬𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂𝒔𝒕𝒊𝒏𝒈 ~ 𝐏.𝐉

𝟎𝟎𝟓

Los dioses habían escuchado la profecía más de una vez y cada que la escuchan sus nervios se alteraban. No podían creer que la pequeña diosa desterrada fuera tan poderosa y necesaria en el mundo de los dioses. Lynette Roberts, hija legítima de Ares y Afrodita, hermana de Eros e hija adoptiva de Peter y Lori Roberts, era sin duda la diosa más poderosa que existe.

La profecía contaba algo muy importante, algo que haría saber al olimpo que la pequeña castaña podría ser salvación como destrucción. Es por eso que se encargaron de dejarle muy en claro a los padres adoptivos de la niña que trataran de criar a la pequeña con los valores correspondientes y con el amor suficiente para que no exista maldad en ella. Una sola pizca de maldad o rencor en el corazón de la de ojos azules podía causar la destrucción de todo.

A pesar de ser hija de Ares, Lynette nunca amó hacer la guerra. Ly solo utilizaba su capacidad de pelear y salir victoriosa para defenderse, pero era muy conocido que su lado hija de Afrodita era el que más predominaba. Es por eso que donde la pequeña pasaba sacaba suspiros, todos quedaban bajos sus encantos y sin duda alguno ella podría hacer que todos en este mundo obedecieran sus órdenes. El don de Lynette Roberts, junto a las habilidades que aún no descubría, su facilidad de conseguir siempre la victoria y su gran bella, la volvían indestructible, poderosa y destructiva.

De la infidelidad de Afrodita, nacerá una hermosa pequeña que se convertirá en la adoración de los dioses. La niña poseerá tanto poder que podría destruir cada parte del mundo si hace uso de sus dones. La debilidad de los dioses y el terror del gran titán. La diosa desterrada, el miedo de Cronos y su peor pesadilla. La única capaz de destruirlo, de ponerlo bajo sus redes y controlarlo como si de una simple marioneta se tratara. El olimpo y el hijo del mar poseerán algo que hará que Cronos tiemble. Su amor, porque todos en el olimpo, el inframundo y en el tártaro saben que su amor será algo eterno.

La pequeña diosa desterrada será la perdición del padre de los dioses, pero si esta cae en manos enemigas, ni el más poderoso de los dioses podrá detenerla. Cronos lo sabe y hará todo por tenerla de su lado o eliminarla. Su belleza es su arma más peligrosa. La diosa más poderosa de la historia ha nacido, arrodíllense ante ella o sufran las consecuencias.

Los dioses temblaban al saber que aquella niña desterrada sería capaz de destruir a su padre, el mismísimo Cronos, pero les aterraba la idea de que ella cayera en manos enemigas, porque tal y como lo decía la profecía. Ellos ya habían caído bajo sus encantos y sabían que aquella dulce niña no era nada más y nada menos que la diosa más poderosa que pudo existir.

Cronos, que sabía muy bien de que aquella niña sería su destructora, solo pudo pensar en como hacer que tan poderosa diosa estuviera de su lado. El titán no era tonto, sabía muy bien las maneras en las que podía lograr que ambos jóvenes de amor eterno estuvieran de su lado.

Lo único que no sabía el titán, era que aquellos dos jóvenes se amaban tanto que incendiarían el mundo por el otro, pero la diosa desterrada no debía de ser subestimada. Pobre Cronos que creía que el podría vencer a la adoración de los dioses, la diosa desterrada. Nadie estaba consiente del poder de Lynette Roberts, pero sería cuestión de tiempo para que todo el mundo conociera su poder y estuviera de rodillas ante ella.

—El mundo no sabe en lo que se mete, nadie sabe verdaderamente el poder que alberga esa diosa —dijeron las moiras entre ellas, aterradas de que aquel poder sea utilizado para el mal.

Lynette Roberts sin duda alguna sería la diosa que todo el mundo recordaría y amaría. No por nada sería llamada la diosa de la persuasión y la victoria.