Lynette Roberts, una chica de belleza y fuerza incomparables. Su origen divino, como hija de Ares y Afrodita, la ha convertido en una diosa desterrada que vive entre los mortales sin saberlo. Percy Jackson, un semidiós problemático y aventurero, se...
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Lynette
Desde que Percy llegó al campamento todo ha mejorado, mi humanidad había vuelto y parecía que todo estaba como antes, los campistas se disculparon al igual que yo me disculpé con ellos. Los dioses me otorgaron su perdón y no dejé de culparme, por lo que le hice a mi hermano hasta que el mismo casi me obligó a olvidar el asunto. El único problema que no se había resuelto era Chris, el traidor aún seguía merodeando por todos lado, mi pecesito hizo un gran plan, él sería quien se acercaría a Chris, fingiría no saber nada. Chris sería engañado hasta el momento en el que yo obtuviera mi venganza.
—¿Deberíamos de comenzar a llamarte mamá? —me preguntó uno de los de Apolo.
—Nunca, no cambiaria a mi chico por nada del mundo —respondí dejando un beso en la mejilla de Percy.
Apolo había decidió fastidiar a Percy desde el momento en que vino a visitarme al campamento. El dios no paraba de decir cuanto me amaba, cosa que había notado que a mi chico no le agradaba.
—Podrías ser la madre de mis hijos, cariño.
—Deja de decir tonterías o te golpearé.
Ese mismo día había escuchado a Clarisse y Percy hablar, mi hermana le aseguraba de que aunque yo sonriera con aquel dios, él era el único en lograr que diera una sonrisa verdadera y genuina.
No se equivocaba.
—Vamos, no necesitas más estrés —le dije a mi novio para tomar su mano y caminar hacia Grover, que nos esperaba con una sonrisa enorme.
—El trío al fin está junto —celebró el moreno haciéndome reír.
—Aunque ya no somos solo los tres, Gro.
La rubia se acercó a nosotros, Annie había sido una buena amiga a pesar de todo, es por eso que lo que pasó en mi momento oscuro quedó en el pasado. Ahora éramos felices de nuevo, nuestra vida poco a poco iba mejorando, por supuesto que no sabíamos hasta cuando sería la calma, pero estábamos listos para disfrutar nuestra estadía en el campamento.
—¿Una carrera hasta el lago? —preguntó la rubia.
—Acepto, espero y les guste comer el polvo —contestó Gro.
Sin esperar más, ambos salieron corriendo.
—Nos dejarán atrás, amor —dijo Percy.
—No importa quedarme atrás de todos si puedo estar contigo, pecesito —contesté para luego besarlo.
Solo esperaba que esta felicidad pueda durar un poco más de lo que creía.
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He llegado a una etapa difícil de mi vida, es por eso que he tomado la mejor decisión para poder mantener mi salud en buen estado. Las actualizaciones ya no se harán los lunes y viernes, ahora se harán únicamente los sábados. Espero y puedan comprenderme, espero que les haya gustado este último capítulo del acto dos. El acto tres inicia el domingo y nos traerá muchas cosas nuevas.
