El día había llegado, con diecisiete años, iba a casarme. En lugar de aterrarme la idea, la verdad me fascinaba el hecho de que mi pecesito y yo pasaríamos la eternidad como esposos.
—Te ves hermosa, Net —dijo Clarisse mientras sostenía unas flores.
—Estoy de acuerdo con ella —apoyó mi madre divina.
Las manos de mi madre adoptiva tocaron las mías con una sonrisa.
—Nunca creí que te casarías tan rápido, pero sé que Percy es el indicado para ti —habló mamá —. Te ves como una princesa, cariño.
Sin poder evitarlo, la abracé fuertemente ante la mirada de las otras tres chicas. Si bien amaba a mi madre divina, ella nunca sería Lori Roberts.
—Es hora, Ly —exclamó Annie.
Asentí y salí de la antigua casa Roberts. Había logrado "comprar" la casa y mi boda sería en el patio en el que crecí y entrené día a día, el lugar en el que fui amada, protegida. Pero sobre todo, el lugar que vi como año tras año, mi futuro esposo y yo crecíamos apoyándonos mutuamente.
—¿Lista, princesa? —preguntó padre Ares.
—Llegó la hora de que vueles por ti misma —dijo mi papá Peter.
Tomé los brazos de ambos y fui escoltada hasta el altar donde se encontraba mi chico. A su lado, Grover nos miraba sonriente mientras secaba sus lágrimas con un pañuelo.
—Hasta que lo hiciste, muchacho —exclamó papá a Percy —. Sean felices, se lo merecen.
—Lastímala y te romperé en mil pedazos, mocoso del mar.
Tomé la mano del castaño y estuvimos de pie frente a todos, con Zeus frente a nosotros, listo para unirnos en matrimonio.
—La primera vez que te vi pensé que eras un ángel, no solo por tu belleza, sino por tu manera tan hermosa de actuar, eres sin duda alguna la personificación de la perfección. Eres a la única a la que sería devoto, a quien entregaría mis días sin esperar nada material a cambio, me bastaría solo con ver tus bellos ojos para poder ser feliz. Te juro cuidarte, amarte y sobre todo respetarte por el resto de la eternidad, porque eres todo lo que siempre desee, Lynette Roberts.
Zeus hizo un corte en la mano del chico.
—Hemos pasado por miles de cosas juntos y sé que cualquier cosa que se avecine no será nada si te tengo a mi loado. Eres a quien amo hoy y amare siempre, eres el único que lograría hacer un día tormentoso en un día soleado con solo rodearme con tus brazos. Seré tu apoyo, tu esposa, tu amante, tu amiga y consejera por el resto de la eternidad, porque sin ti no me vería completa. No sería más que una simple diosa sin tener a la persona que ama y me hace brillar.
Ahora un corte fue hecho en mi mano.
El dios del rayo tomó nuestras manos y las unió, una luz dorada comenzó a recorrer nuestros brazos hasta sellarse como un lazo en la unión de estas.
—Son marido y mujer ahora, el vinculo no podrá romperse, les espera una eternidad juntos —anunció mi tío —. Pueden besarse.
Las manos de mi ahora esposo sujetaron mi cintura y me atrajeron a él en un dulce beso. Mis manos recorrieron la parte trasera de su cuello con leves caricias, deseando no separarnos nunca.
—Somos esposo, señora Jackson.
—Lo somos, pecesito.
🔱
Había pasado un año y ya tenía dieciocho años. Thalia estaba a nada de cumplir veinte, y eso solo significaba que la hora de convertirla en inmortal había llegado. Mi tía Artemisa me había explicado como hacer las cosas bien y estaba preparada para cumplir mi cometido.
—Mi linda Ly —saludó Grover abrazándome —. ¿Cómo estás, bebé? —preguntó a mi gran vientre abultado.
Estaba embarazada y mi pequeño o pequeña nacería en unos meses.
—Creo que te ama, cada que escucha tu voz se mueve —conté —. Eros se moriría de envidia si se entera.
—Que puedo decir, seré su tío favorito.
Reí y me apoyé en el brazo de mi esposo, quien saludaba alegremente a nuestro amigo como si no lo hubiera visto hace años cuando lo vimos el día de ayer.
—Llegó la hora —dije a la hija de Zeus.
Usé mi magia como me lo indicó mi tía. La chica era envuelta por una luz dorad que se adentró en su pecho.
—Thalia Grace, te nombro mi ayudante como protectora y guía de los semidioses —declaré dejando mi mano sobre la suya.
Ella amaba a los semidioses tanto como yo y estaba seguía de que me ayudaría a cuidarlos y guiarlos por el buen camino.
—Los cuidaré bien, ellos lo merecen —habló tomando la mano de Luke.
—Lo sé.
🔱
Pujaba sin dejar de apretar la mano de mi esposo. El bebé estaba llegando y sentía como todo mi cuerpo dolía, sin duda alguna no tendría más bebés.
—Tú puedes, amor.
Percy besó mi cabeza sin dejar de brindarme su apoyo.
—Es un lindo niño —anunció la diosa frente a nosotros.
Un pequeño de cabellera castaño y ojos azules como los nuestros fue colocado en mis brazos.
—Mi adorado pequeño —susurró Percy besando la cabeza del bebé que no dudó en reír.
—Mi dulce Conrad Jackson Roberts.
Percy y yo decidimos que nuestro hijo llevaría mi apellido también para seguir con la promesa de que los Roberts seriamos un gran legado que no sería olvidado nunca.
—Es perfecto —dijimos al unísono.
¡Hola, corazones! Espero les haya gustado el capítulo, tenemos al pequeño Conrad y Thalia se ha vuelto inmortal. Solo falta un capítulo más y el epílogo para terminar la historia. Gracias por todo su apoyo, nos leemos mañana.
Con amor,
Ivy.
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𝑬𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂𝒔𝒕𝒊𝒏𝒈 ~ 𝐏.𝐉
FanfictionLynette Roberts, una chica de belleza y fuerza incomparables. Su origen divino, como hija de Ares y Afrodita, la ha convertido en una diosa desterrada que vive entre los mortales sin saberlo. Percy Jackson, un semidiós problemático y aventurero, se...