Lynette Roberts, una chica de belleza y fuerza incomparables. Su origen divino, como hija de Ares y Afrodita, la ha convertido en una diosa desterrada que vive entre los mortales sin saberlo. Percy Jackson, un semidiós problemático y aventurero, se...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lynette
—Lynette —me llamó Annabeth cuando se encontró en el piso gracias al toro.
Rápidamente, fui a ayudar a mi amiga.
La levanté y continuamos corriendo, pero uno de los toros atravesó una cabaña y mandó a volar a mi novio.
—¿Estás bien, pecesito? —pregunté llegando a su lado.
—Sí, ¿tú?
Asentí. El animalejo ese comenzó a lanzar fuego por la boca, todos sacamos nuestras armas.
—Hay que buscar su debilidad —dijo Pers.
—¿Y crees que tenga? —preguntó Grover.
—Percy, distráelo por mí —le pidió la rubia al de ojos azules.
Este asintió y se fue.
—¿No puedes encantarlo con tu belleza? —me preguntó Gro.
—Solo puedo hacerlo con seres vivos, esa cosa es una máquina.
—Demonios.
Uno de los toros se acercó a nosotros y tuvimos que movernos.
—No puedo, no puedo —me susurraba entrando en pánico, sabía que podía usar mi don, pero cada que lo usaba algo salía mal. Aún no estaba limpia de la oscuridad que había en mí y sinceramente no quería lastimar a nadie.
Grover me tomó entre sus brazos al ver como iniciaba a temblar.
—Estaremos bien, Ly.
Asentí y antes de poder procesarlo, el toro se acercó a nosotros furioso, Grover me empujó lejos y el animal embistió contra él.
—¡GROVER! —grité al ver a mi amigo estrellarse contra una cabaña y quejarse.
Sangre salió de su boca y cabeza al estar herido.
—Vete al infierno —exclamé para acercarme al animal y con mi superfuerza empujarlo fuertemente.
Nadie lastimaba a mis amigos.
El toro fue lanzado por mí a algún lugar del campamento, así que corrí hacia mi amigo y fuimos en busca de los demás.
—¡Clarisse, bájate de ese toro! —le grité a mi hermana al ver como luchaba por sostenerse sobre el animal. El animal se deshizo de mi hermana lanzándola fuera de él, al verla en el piso se acercó a embestirla, pero el hermano de Percy lo tomó por los cuernos.
Todos mirábamos como el toro rostizaba al cíclope y el segundo animal hizo aparición haciéndonos caer.
—Pedazo de chatarra —llamó mi moreno amigo a la cosa esa mientras se acercaba junto a otros semidioses con un tronco.
El cíclope estaba vivió y mi amigo había conseguido golpear al toro, eso consiguió que ahora ambos toros estuvieran furiosos. Mi novio fue arrastrado por uno de ellos, pero antes de que pudiera ir a ayudarlo, el otro toro se paró frente a mí.
