𝟎𝟎𝟔

1.7K 168 4
                                    

Lynette

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lynette

Mi puño se estrelló contra el rostro del castaño, e iniciamos una batalla que se movía conforme intentaba llegar al lugar de escape junto a mis amigos. De pronto todos pelábamos contra los otros semidioses que trataban de atraparnos.

—Quédense quietos —hablé, pero los tapones en sus oídos le impedían escucharme, así que con una mirada hice que se los quitaran y ahora si pudieran obedecer mi orden.

Percy ahora peleaba con Luke, con unos últimos golpes lastimé a Chris. Luke estuvo frente a mí y al castaño, pero no hizo nada para detenerme cuando vio que arrastraba a su casi inconsciente hermano al borde del bote listo para ahogarlo.

—Dije que lo pagarías, no debiste meterte con mi familia.

A pesar de sus luchas por resistirse, el chico terminó con su cabeza en el mar, ahogándose lentamente.

—¡Tío Poseidón! —llamé al dios sabiendo muy bien que él sabría lo que quería.

En cuestión de segundos un tiburón se acercaba a los lejos.

Una mirada bastó para que Percy que ayudaba a los demás a subir a la barca usara su poder para mover las olas y que el animal llegara más rápido.

—Dile adiós a todo, Chris —exclamé haciendo uso de mi fuerza para levantarlo y lanzárselo al tiburón que no tardó en tomarlo en el aire y atacarlo.

Los gritos del chico eran desgarradores y el mar se tornaba rojo por la sangre, pero yo solo podía observar todo con una sonrisa. Mi venganza había llegado y mi lado fracturado salía a flote cada que usaba mis dones, no sentía remordimiento al verlo gritar y patalear.

—Te doy vida por vida —dije una vez que me giré para ver al rubio —. Me salvaste de los rebeldes y yo ahora te dejo vivir.

Mi chico se montó en una ola y se acercó para tomarme de la cintura y huir.

El rubio no dudó en treparse e iniciar una batalla de la que no salió victorioso porque Percy lo mandó de regreso a su bote.

—Buena idea —le dijo Percy a la rubia al ver como utilizaba el regalo de mi tío.

—Recuerda que soy la hija de la diosa de la sabiduría.

—Yo me acuerdo —habló Tyson haciéndome sonreír.

—Eres muy inteligente, Ty —respondí —. ¿Quieres ayudarme a arreglarme el peinado?

El chico asintió con una sonrisa.

El viaje siguió hasta que Tyson perdió el efecto del producto que lo hacía tener ambos ojos, Percy para animarlo lo dejó conducir. El cíclope contó una triste historia que hizo que lo tomara entre mis brazos tratando de reconfortarlo.

—No eres un monstruo, no tienes que ser tan duro contigo —habló Percy a su hermano.

—Pers tiene razón, eres hermoso tal y como eres.

𝑬𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂𝒔𝒕𝒊𝒏𝒈 ~ 𝐏.𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora