Meses atrás
Mientras Blake se acercaba a los chicos para completar su plan, había alguien más que ingeniaba un plan. Alguien que ella ni nadie nunca consideró, alguien que jamás se hubiese imaginado.
El día que Jace golpeó a Blake, salió muy arrepentido de ahí, se sentía fatal. Sus padres jamás lo perdonarían si les dijera lo que hizo pero había alguien que sí, alguien que lo entendería y ayudaría.
Así que, decidido, fue hasta ese lugar. Estaba celoso, aquel tipo le había dado una paliza y robado a su chica. Quería, no, necesitaba venganza. En cuanto llegó a ese lugar y observó al hombre recién llegando a casa, se acercó a él y pidió su ayuda.
No se la dio por gusto, le agradaba el chico, pero jamás vería por él como si fuese su hijo. Le parecía bueno para su hija, sin embargo, no toleraba verse relacionado con él de alguna forma. Al ver su estado lo invitó a entrar y a que le contara lo sucedido.
Le tomó tiempo atreverse a contar la atrocidad que había hecho, la última vez apenas fue un rasguño, según él, y a su padre no le importó demasiado. Eso lo tranquilizó, creyó, en verdad creyó que esa vez sería exactamente igual pero no lo fue. Ahora no solo recibió un golpe en el rostro, si no fue en todo el cuerpo, el padre de Blake se enfureció tanto al oír como ese bastardo se atrevió a golpear a su hija.
—Lo siento tanto, señor —exclamó—En verdad lo hago.
—Eres un cobarde—musitó el hombre—¿Quieres redimirte?
—¿Qué? —dijo, mientras escupía un monto de sangre.
—¿Quieres compensar lo que has hecho? —repitió.
—Claro, haré lo que sea por Blake.
—Bien.
Y así, aquel hombre inició su plan, gracias a Jace ahora sabía que hay un chico con su hija del cual no tenía idea alguna. A pesar de que la mantenía vigilada, se las ingeniaba para salirse del radar, y eso solo hacía más difícil el poder cuidarla.
Debía alejarla de ahí lo antes posible, no era bueno que estuviera con ese tipo de gente, y mucho menos con él. Aunque no lo pareciera, se preocupaba por su hija, haría lo que fuera por mantenerla a salvo, pero desde lo ocurrido hace años le ha sido imposible recuperar su cariño.
Quizás si se daba cuenta que él lo único que quería era protegerla ella volviese a ser la de antes. Así que, esperó el momento indicado para alejarla de ahí, con ella en el terreno no podría hacerle nada ni a Matteo ni a su padre. Con ella fuera, podía hacerlo.
Pero el que ella no tuviese un horario definido y casi nunca estuviese sola lo hacía complicado, no necesitaba espectadores, no necesitaba crear una escena y cuando le llamaron del hospital supo que podría ser el único momento que tendría, no permitiría que volviese a salir herida.
Jace era parte de su plan, si las cosas llegasen a salir mal, él sería el responsable. Jamás le importó el chico, ni si vivía o no, simplemente iba a ser su cubierta por si las cosas salían mal. La muerte de su esposa, cubierto, solo faltaba lo último del plan.
Su exesposa solo habría sido un estorbo, sabía que tramaba huir con su hija, alejarla de él y eso no iba a pasar mientras él estuviese vivo. Cuando se dio cuenta no dudó en ponerse en acción, no dudó en hacer lo que hizo. Mandó a matarla, le dolió pues la conocía desde toda su vida, pero cuando se trataba de su hija nadie venía primero que ella.
Así que, Hans, Blake y Aarón, todos tenían un plan al mismo tiempo. Todos contaban con éxito asegurado pero solo uno lo consiguió, la persona que pensó estratégicamente, sin involucrar a nadie más.
—Ve por ella—ordenó—Solo así al fin podrás recibir su perdón.
—Lo haré, señor—murmuró el joven.
—No quiero errores—avisó.
—No los habrá, se lo aseguro.
Bueno, no se puede ser perfecto ¿o sí?
Cada plan necesita de un error para que la historia pueda continuar. Cada plan tuvo un error, cada historia continuó.
ESTÁS LEYENDO
Dangerous Love #1.1©(Completo)
Teen FictionEl amor arrasó con todo, y no dejó nada al final. Las consecuencias de los errores pasados serán precenciados esta vez. Todo parecerá diferente pero por más enterrado que se encuentre todo, nada cambió desde la última vez.