Capítulo 4

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Años atrás

Antes de entrar a la universidad, decidió investigar más. No tenía idea alguna de cómo hacer caer a su padre, era un hombre cauteloso e inteligente, no dejaba huellas y ella lo sabía. Si cometía una pequeña estupidez y quedaba evidencia de ello, su padre la castigaba porque aquello arruinaría el apellido Steele.

Era bueno escondiéndose, mostraba una cara a los medios, otra en su verdadero trabajo y otra en su propia casa. Detestaba la manera en la que trataba a su hermana, a su mamá y a cualquier persona que no fuese él, sin embargo nunca dejó caer su barricada y siguió pretendiendo que lo quería.

Comenzó a buscar quienes eran sus mejores socios, aquellos con los que mantenía un fuerte lazo y encontró algo que le llamó la atención. Había un socio viviendo ahí en Derby, parecían ser muy buenos socios pues lo invitaba a casa a reuniones.

Cuando se enteró que tenía un hijo de su misma edad y que entraría a la misma universidad que ella creó un plan de inmediato. Si se acercaba a aquel chico quizá podría acercarse a su padre, quizá podría obtener información. Entonces entró a la universidad, su vecina le hacía la vida imposible, le era muy complicado acercarse al chico si ella estaba muy cerca de él todo el tiempo. Los primeros dos años no tuvo éxito alguno.

Comenzó a creer que necesitaría otro plan hasta que él mismo se acercó a ella, le hizo el trabajo fácil y ella lo agradeció. Aunque no sería fácil después, pronto se dio cuenta que el chico era muy religioso, no la iba a invitar a su casa así de repente. Necesitaba acercarse aún más.

Cuando se le declaró en automático dijo que sí, quizá la invitaría a su casa a conocer a sus padres ahora que se encontraban formalmente juntos. Pero no fue así, tenía que ser ya muy serio para que conociera a sus padres.

Así que tuvo que aguantar dos años con él, acabaron la universidad juntos y al fin la presentó ante sus padres. Estuvo en su casa y se excusó para ir al baño, sabía que estaba en el piso de arriba y ahí también estaba la oficina de su padre. Entró ahí lo más rápido que pudo, con cautela y revisando si había alguna clase de cámara.

Rebuscó por todos lados pero no encontraba nada, hasta que encontró una carpeta que tenía información sobre su nueva entrega. Ambos estaban en el trabajo de la trata de blancas, se hacían entregas entre ellos, los llevaban a otros lugares como si fuesen ganado. Le tomó fotos con velocidad y dejó todo en su lugar, no fue descubierta porque no quería serlo. Salió de ahí como si nada y lista para continuar, ahora necesitaba una excusa para dejar a Jace.

Aún le costaba entender como lo soportó tantos años, era muy molesto y creído, hablaba de él la mayoría del tiempo. Pero no podía negar que le gustaba que se preocupara por ella, a veces solía molestarse si no le respondía o si hablaba con alguien más pero lo toleraba porque en verdad necesitaba información.

Ese mismo día sus padres habían salido, al igual que Charlotte, jamás había tenido la casa sola hasta ese día y eso le sorprendió. Normalmente se quedaba Charlotte o mamá pero esa vez no, se le hizo bastante raro hasta que su madre llamó.

—Estuvimos esperándote, teníamos esta fiesta y no llegaste, supongo que te entretuviste con Jace. Llegaremos más tarde.

Fue el mensaje que dejó, olvidó por completo lo de la fiesta. Aprovechó el momento para dirigirse a la oficina de su padre, siempre la mantenía cerrada con llave y les prohibió entrar ahí. Sabía que ahí tendría algo de valor. Abrió la cerradura con una pinza para cabello y entró con cautela.

Allanó dos oficinas el mismo día, se sentía orgullosa. Sin embargo su padre no tenía nada importante ahí y si lo tenía estaba muy escondido, no encontraba nada, estaba por rendirse hasta que vio un correo sin enviar en su bandeja.

Había dejado encendida la computadora, si hay algo que a su padre no se le daba bien era la tecnología. Revisó el mensaje y le tomó foto, tenía un mensaje bastante interesante que decía:

Necesito que se encuentre rápidamente a Matteo Arlati, no nos fue difícil encontrar a Alessia. Lo quiero fuera del mapa lo antes posible.

Era corto pero directo, sabía que le funcionaría. Si lo necesitaba fuera del mapa quería decir que era enemigo, pensó ella. No estaba segura pero algo le decía que ellos podrían ayudarla a acabar con él, sabía que ella sola no iba a poder y lo necesitaba rápido.

Cuando sus papás se divorciaron habló con su mamá, ella le confesó que temía que su padre le hiciera daño pero ya no podía seguir con él. Le confesó que era un hombre malo y que ella siempre las protegería, fue ahí cuando Blake supo que su mamá estuvo atrapada en todo eso como ella y su rabia incrementó.

Con su madre planearon escapar, pero para ello necesitaban nuevas identidades, necesitaban un nuevo hogar y para eso se necesitaba dinero, lo cual no tenían pues su padre era el que cubría los gastos. Su madre no trabajaba entonces aprovechó que necesitaba un empleó para buscar a Matteo.

Por lo que investigó no encontró nada, según internet había fallecido en Italia hace años pero en seguida aparecían artículos sobre un incendio en Derby el mismo año en el que ella se mudó. Según el artículo una joven murió ahí pero no decía nombres, aunque venía el nombre de una mujer que parecía estar relacionada con la chica.

Encontró que la mujer era conocida como La señora Adams y encontró una dirección, en cuanto llegó se di cuenta que era gente de dinero, era una mansión gigantesca. Tocó el timbre con la esperanza de que abrieran pero no aparecía nadie en la puerta, cuando estuvo a punto de irse salió una mujer ya mayor con una sonrisa en el rostro.

—Hola, querida, ¿en qué puedo ayudarte? —dijo la mujer.

—¿Se encuentra la señora Adams? —preguntó Blake.

—Habla ella misma.

—Oh Hola, ¿podría hacerle una pregunta? —murmuró.

—Claro—la mujer se veía muy sonriente, muy amable.

—Soy amiga de Alessia Creí que podría encontrarla por aquí pero no atiende, hace años que no la veo y

—¿No te enteraste? Oh, cariño, ella falleció hace cuatro años—dijo la mujer, con una tristeza en los ojos.

—¿En serio? No, no me llagaron las noticias—pretendió que le había dolido la noticia, aunque nunca conoció a la tal Alessia.

—Lo lamento tanto, todos la extrañamos—ya no se veía muy feliz.

—Lo entiendo ¿cómo está Matteo? —preguntó, fingiendo tristeza.

—No lo he visto, pobre muchacho, quería tanto a su hermana—murmuró—Deberías ir a verlo algún día, seguro que le hará bien ver un rostro conocido y más si es tan bello como el tuyo.

—Me encantaría pero no tengo contacto con él desde que estábamos en Italia—mintió, esperaba con ansías no haber dicho algo malo.

—Seguro que lo encuentras en su trabajo—y ahí obtuvo lo que quería.

Le dio la dirección del trabajo y se despidió de ella. Se dio cuenta que era una de las opciones de empleos que tenía, había estado recibiendo folletos sobre ese lugar y no le pudo resultar más oportuno. Hizo la entrevista, odió la suerte que le tocó pero tenía que continuar con su plan.

Sin embargo, no había ningún Matteo por ningún lado, no había y nunca hubo según los registros. Cuando descubrió lo que escondían lo chicos que trabajaban ahí supo que probablemente estaban relacionados con el tal Matteo, pues ahí vio el nombre escrito más no decía ni había nada más.

Tenía que acercarse a ellos para lograr llegar hasta Matteo y por fin acabar con su padre. Pero todo se le vino abajo en cuanto dejó entrar a sus sentimientos a la ecuación, en cuanto olvidó el plan.

Dangerous Love #1.1©(Completo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora