Dangerous Love #1.1©(Completo)

Capítulo 19

Aarón

No he sabido de Charlotte, no sé si descubrió algo nuevo o sí no hay nada que descubrir. Yo sé que vi el vídeo de seguridad, sé que aquel guardia lo vio pero rastreé las placas y no había nada.

Cada día estoy más seguro que es mi culpa, si yo hubiera sido honesto con ella, si hubiera hecho más Y es horrible volver a sentir este sentimiento, yo sabía que no podía volver a acercarme emocionalmente a nadie porque el dolor de perderlos es inmenso. No importa cuan duro aparente ser, siempre duele como una mierda.

Y estoy volviendo a cometer el mismo error ahora, llenándome la cabeza de esperanzas que quizás no existen. Aunque ahora cualquier cosa que no tenga que ver con su muerte es mil veces mejor, pero me lastima pensar que quizás esté viviendo un infierno.

Sin embargo, debo seguir manteniendo un perfil, a pesar de que no lo he hecho muy bien estos días. Mi padre sigue queriendo mantenerse al tanto de cada movimiento que hago, antes se enteraba de algún modo si cometía un error pero jamás mandó a sus secuaces a seguirme, después de lo que pasó teme que vuelva a ser tan estúpido.

Pero no solo eso, teme que sea como él.

No conozco mucho, pero por lo que alguna vez recuerdo que mi madre me contó, ellos no se conocieron de la mejor manera. Fue algo así como un amor prohibido, según ella, y finalmente lograron estar juntos pero lo que era su mayor anhelo se convirtió en su peor pesadilla. Y mi padre vive con el recuerdo de ello, lo quiera o no, lo perseguirá por siempre.

Lo que pasó conmigo y con Blake seguro que le recordó algo. Incluso los más imbéciles, los más malos, tienen humanidad en ellos que les permite sentir dolor hasta por lo más insignificante.

Por ello, debo ser más precavido con lo que hago, debo mantener a sus lacayos en la palma de mi mano. No ganan más que una miseria, lo que yo les voy a dar es como ganar la lotería, no creo que sean tan estúpidos como para echarlo a perder.

Justo ahora debo reunirme con ellos para decirles lo que deben enviar. Seguro que para este punto mi padre debe saber más que perfecto que volví al alcohol pero por algo no ha hecho nada al respecto, espera que me de cuenta y vuelva a ser el idiota de antes. Así que eso le daremos.

Anoche fui a Emma's y les pedí que tomaran unas fotos. Parecía el mismo de antes, pretender algo que no era ya era costumbre así que no fue difícil.

—¿Solo enviamos las fotos? —inquirió uno de los hombres.

—¿Qué solías enviar? —inquirí, aburrido.

—Imágenes de los cuatro y algunas notas sobre ustedes—respondió otro.

De los cuatro Tenemos suficiente de todos, solo hay que agregar que todo se ha calmado, algo que le agrade.

—Bien, anoten algo como que volví a trabajar y a divertirme, no lo sé—pensé—Prendan su imaginación.

—Pero señor

—¿Qué? ¿No puedes hacerlo?

—No es eso, ¿cree que el jefe lo creerá? Digo, hasta ayer aún seguía hundido en su escritorio con tres botellas a su lado.

—Sí, tienes razón—dije, rascando mi mentón—Entonces será mejor que inventes algo bueno.

—Pero

—Debo irme, no me vayan a hacer enojar.

Salí de su porquería de garaje en la que se reúnen y me subí al auto. Encendí la radio y la canción que estaba terminó, dando así inicio a la siguiente que me pareció conocida y fue ahí cuando caí en cuenta.

Era la misma canción que sonaba de fondo cuando bailé con Blake en aquel baile de máscaras. Los días han estado raros, a veces llueve como nunca y otros está más soleado que en la playa. Hoy parece que se ha acomodado con mi estado de ánimo, la lluvia comenzó a descender de manera constante mientras manejaba a casa.

La canción me teletransportó a ese día, en ese entonces yo no sentía nada por ella, el odio que tenía en mí era inmenso pero recuerdo que al bailar junto a ella pude sentir algo que nunca sentí. Al inicio no sabía del todo que era ella, claro que un poco después lo supe, pero sentí una necesidad de mantenerla pegada a mí.

Y luego ella, con el orgullo que tiene, hizo de las suyas y me dejó ahí en la pista con una duda existencial cruzando mi cabeza. Al recordarlo, no pude evitar soltar una risa melancólica.

Me detuve en un semáforo y en ese instante me di cuenta de que tenía un mensaje en mi bandeja, era una ubicación y era de Charlotte. No venía nada más y me preocupé así que decidí ir allá lo más rápido posible.

En cuanto llegué y vi que era un descuidado motel que parecía no tener ningún alma en él sentí que algo malo pasaba. Bajé del auto, la luz del lugar era una porquería y no lograba ver nada hasta que me giré un poco y vi la silueta de alguien de pie mirándome fijamente.

En otro escenario seguramente me habría cagado de miedo, pero esa silueta me parecía familiar. Las luces de un auto detrás de mi iluminaron su rostro y sentí mi pulso acelerarse, un alivio recorrer mi cuerpo y la necesidad de correr hacia ella.

En cuanto comencé a acercarme, casi con temor a que no fuese real, alguien más apareció y la tomó del brazo llevándosela lo más rápido posible. Corrí tras ellos en cuanto mi cuerpo dejó el estado de shock, doblé la esquina que ellos doblaron pero cuando llegué ya habían arrancado el auto.

Pasé mis manos por mi cabello en desesperación, sentí mi corazón latir a una velocidad inigualable. No podía perderla de nuevo, no, no de nuevo.

Corrí a mi auto y arranqué, avancé lo más rápido que pude, no podía ver el auto por ningún lado pero ésta carretera es recta y sin ninguna desviación cerca. Puedo encontrarla, si me apresuro puedo hacerlo.

Manejé lo más rápido que he manejado en mi vida, con la calle mojada, sin preocuparme del riesgo que eso pueda causar. Pronto logré ver la camioneta a la que se subieron, no lleva placas y luce bastante vieja, por lo que no van a una velocidad tan alta.

Ahora que la tengo tan cerca no sé que hacer, no tengo idea de como reaccionará y si quiere verme. Disminuí la velocidad y los seguí hasta el lugar al que se dirigían, era otro motel asqueroso, desgastado y viejo.

Continué más adelante para no crear sospechas y en cuanto se bajaron del auto, escondí el mío para que no lo notaran. Bajé del auto y me planté justo afuera de la habitación en la que entraron, con miedo a lo que pudiera encontrar.