Dangerous Love #1.1©(Completo)

Capítulo 18

Blake Steele

Presente

Por mi mente navegaban miles de pensamientos, de ideas, de remordimientos, de memorias, todas a la vez y me hacía imposible poder dormir en paz. No hace mucho que se fue Char, la extrañé tanto que ahora me siento la persona más afortunada por haber podido abrazarla de nuevo.

También a Asher O como sea que se llame. Me alegró poder haberlo vuelto a ver, la confusión en el rostro de cada uno era increíble, en verdad me extrañaron tanto como yo los extrañé a cada uno.

A cada uno

No quiero pensar en él, cada vez que trato de borrarlo regresa cada vez más fuerte. Me marcó de verdad, no fue la primer relación que tuve pero si fue la más real, pero no la más sincera. Cada vez que lo pienso, comienzo a notar el parecido entre nosotros, habríamos hecho lo que fuera por proteger a los que amamos.

He tratado de empatizar con él, de hacer que su recuerdo dejase de doler, de poder entenderlo y tener paz con él pero el dolor que siento en mi pecho es enorme y no puede disiparse así como así. Me lastimó, me sentí usada y detesto sentirme así porque de algún modo lo usé también.

No puedo dejar de culparme por esto

—¿De nuevo estás pensando en él? —escuché a Scott decir.

—No.

—¿Entonces por qué lloras?

Me sequé las lágrimas, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando, nunca parezco hacerlo cuando me hundo en mis pensamientos y más cuando se tratan de él.

—No importa—murmuré.

En la mano llevaba unas maletas y las colocó sobre el feo colchón de mi habitación. Tendremos que reubicarnos, si Charlotte dio con nosotros tan fácil cualquiera podría, ya no es seguro aquí.

—Prepara tus cosas, nos iremos lo antes posible—indicó, aunque fue una orden su voz era reconfortante.

Me regaló una sonrisa y me dejó para arreglar las maletas, no es como que tuviera demasiado la verdad. Antes de eso, volteó a verme y supe que estaba a punto de decir algo que no quiero escuchar.

—Sé que aún lo quieres, pero debes aprender a dejar ir.

Salió de ahí, dejándome sola.

Lo que él no sabe es que no quiero dejarlo ir. Es mi masoquismo hablando, lo sé, pero amo la manera en la que me hacía sentir, la manera en la que me miraba, la manera en la que me quería.

Terminé de acomodar mis cosas, salí de la habitación el estaba sentado acomodando el aparato que construimos. No sé muy bien su nombre pero se que puede interferir comunicaciones de larga distancia, con la tecnología de ahora supongo que se puede hacer también pero son fáciles de rastrear. Este dispositivo es casero así que evitamos que pueda rastrearse de alguna forma.

—¿Lista?

—Sí.

—Encontré un lugar, repito, no es de cinco estrellas como estarás acostumbrada pero es seguro—murmuró—Ponte la capucha.

Abroché mi sudadera y coloqué la capucha sobre mi cabeza, mi cabello corto tapa parte de mi rostro así que al final no fue tan mala idea cortarlo. Digamos que fue por un momento de debilidad.

Salimos de la pequeña habitación de hotel, afuera estaba oscuro y no había ni un solo auto por aquí. Al menos no cuando salí, avancé un poco más y vi como un auto negro aparaba justo frente a la habitación de la que recién salí. La puerta de éste se abrió y salió la persona que tanto ansiaba poder ver.

Mi respiración se entrecortó, mi corazón parecía estar acelerado y mi cuerpo inmóvil. Y justo en ese momento volteó, a la distancia en la que estábamos no podía ver bien su rostro pero la pequeña luz que lo alumbraba me dejó ver sus ojos esmeralda Esos ojos que tanto me encantan.

Noté como su mirada se iluminaba y mi corazón dolía. Fue como si el tiempo se hubiera congelado y solo estábamos nosotros dos, como si en el mundo solo fuéramos él y yo. Parecía decidido cuando comenzó a avanzar y yo seguía congelada en mi lugar.

De pronto, Scott me tomó del brazo y me llevó corriendo a la camioneta que posee. Subimos a ésta y arrancó lo más rápido que pudo, cuando volteé por la ventana y lo vi ahí de pie viéndome marcharme sentí mi corazón quebrarse de nuevo.

Comencé a llorar como no lo había hecho antes, sabía que dolería pero no creí que tanto. Quería abrazarlo, quería besarlo, quería olvidar todo y volverme a sentir segura en sus brazos Pero en el fondo quería alejarme de él lo más posible.